Primer premio Geoffrey Deckers a la organización bosniana Eco Veg Animals

El galardón anual de 6.000 euros que entrega Cruelty Free Europe se destina íntegramente a combatir la experimentación con animales.

25 enero 2021

Justo en la fecha de nacimiento, el 13 de enero, de Geoffrey Deckers, muerto el pasado mes de junio, fundador de Een Dier Een Vriend (“Un animal, un amigo”), coordinador de PETA en los Países Bajos y miembro también de Cruelty Free Europe, se hizo pública la dotación de 6.000 euros en su honor para combatir las prácticas crueles a que se someten miles de animales todavía en los laboratorios europeos. Geoffrey dedicó su vida a ese propósito, al trabajo cooperativo y a la difusión entre la población. Buscando esos valores, la coalición europea de la cual ONG ADDA forma parte destina ahora un pedacito de sus fondos a la joven organización Eco Veg Animals, de Bosnia Herzegovina.

Esa entidad, con sede en Sarajevo, es miembro también de Cruelty Free Europe desde su reciente fundación en el año 2019. Ha asistido y compartido las dos últimas reuniones de este lobby con nosotros, y ha puesto ya de manifiesto en reiteradas ocasiones su insistencia sobretodo en el campo de la educación. Es la primera organización dedicada a la defensa de los animales en el país balcánico, tarea que compagina con la lucha ecologista y con la difusión y el avance hacia un modelo ambiental integral y respetuoso. Un modelo que debe permitir la óptima conservación de los hábitats naturales y con ello aportar un beneficio evidente, sin distinción alguna y por igual, a humanos y animales. Focaliza actualmente su trabajo en tres campos: la oposición al uso de animales para diferentes necesidades humanas (ganadería intensiva o industria de la piel), la organización de la feria de difusión vegana Vegan Fest, que ha llegado ya también a otras ciudades españolas y europeas, y la presión para la reducción del uso de animales en experimentación.

Eco Veg Animals invertirá el dinero de este primer premio a su campaña destinada a acabar con el uso de animales en los grados de enseñanza superiores. De momento, y paso a paso, ha logrado ya sin vuelta atrás la eliminación total de esas prácticas en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Sarajevo. Los objetivos de este año, empujados ahora y respaldados por esta ayuda ilusionante, se centrarán en mirar de perseguir idéntico camino en otras facultades, como las de Medicina o Biología, que todavía hacen sufrir a individuos y a especies con una excusa didáctica un poco paradójica. La organización bosniana dedicará especial énfasis también a la difusión. Esto es, a la comunicación, tanto a empresas como a ciudadanos, de los beneficios de una ciencia más precisa, ética y segura, apartada del modelo tradicional, de inercia insana, que supone la experimentación con animales, que mueren o son torturados todavía por millones hoy en día y a pesar de directivas y consensos, en laboratorios europeos.   

El Premio Geoffrey Deckers, que tiene especial consideración por aquellas entidades que disponen de menos recursos para hacer frente a sus campañas, tendrá un carácter anual y volverá a ser convocado en diciembre de 2021, para hacer público el nuevo ganador nuevamente a día 13 de enero, en este caso ya de 2022.

PARA MÁS REFERENCIAS:

ARTÍCULO LANZAMIENTO PREMIO GEOFFREY DECKERS

Se presenta el premio Geoffrey Deckers que financiará proyectos para poner fin a la experimentación con animales

La iniciativa la lanza Cruelty Free Europe en honor a Geoffrey, fundador de la ONG holandesa Diervriendelijk Nederland, que murió repentinamente en junio de este año.

13 enero 2021

Cruelty Free Europe, el lobby europeo con sede en Bruselas del cual ONG ADDA forma parte, ha puesto en marcha este galardón en homenaje a quien fue uno de sus miembros más activos y con más trayectoria para poner fin a las crueles pruebas a que son sometidos todavía millones de animales en los laboratorios europeos y mundiales. El premio se destina a proyectos que persigan esta finalidad y está pensado especialmente para aquellas organizaciones, grupos o coaliciones del continente que cuentan con un potencial o unos recursos más reducidos.

Geoffrey Deckers fue un decidido activista por la protección y el bienestar de los animales, miembro de la Asociación Holandesa contra la Vivisección, coordinador de PETA en los Paises Bajos y fundador, en 1998 de la organización Een Dier Een Vriend (“Un animal, un amigo”), con sede en Den Haag (La Haya). Entre las múltiples campañas que llevó a cabo, más allá de los límites de la Unión Europea, destaca, sobre todo, el logro que supuso poner fin a la experimentación biomédica con chimpancés en Holanda. Una campaña que acabó, en 2006, con el traslado hacia un santuario de los últimos primates cautivos de laboratorio.

El premio, de carácter anual, tendrá una dotación de 6.000 euros y se entregará cada 13 de enero, para coincidir así con el aniversario de Geoffrey. Se otorgará sólo a aquellos grupos que demuestren un compromiso decidido para poner fin a la experimentación con animales y tendrá en cuenta especialmente los proyectos que permitan avanzar, de manera clara y eficaz, hacia esos objetivos.

MICHELLE THEW, responsable ejecutiva de Cruelty Free Europe: “Un fuerte compromiso con la unión destacó en Geoffrey. Se relacionó de manera natural con grupos animalistas y defensores de la protección de los animales en todo el mundo, y estuvo siempre presente para dar respaldo y animar a todo aquel que apostara para la consecución de ese objetivo. El Premio Geoffrey Deckers es nuestra manera de honorar y continuar con el espíritu de divulgación y colaboración que él siempre tuvo”.

ADRIE VAN STEIJN, Presidenta de Diervriendelijk Nederland: “Con este premio que hace honor a todo lo que Geoffrey hizo por los animales, su pérdida resulta un poco más llevadera; se nos fue de repente, era demasiado joven. Tenía todavía muchas tareas pendientes para asegurar una mejor vida a los animales, libre de sufrimientos. Con este galardón, otros compañeros podrán continuar aquello que él no pudo terminar”.  


INFORMACIÓN:

Para obtener más información sobre la iniciativa podéis poneros en contacto con Cruelty Free Europe, mandando un correo electrónico a info@crueltyfreeeurope.org.


CRITERIOS DE ELECCIÓN:

La organización que opte al premio debe:

  • Tener su sede en el continente europeo.
  • Estar comprometida a acabar con la experimentación con animales .
  • Ser una organización no violenta.
  • Disponer de unos ingresos anuales inferiores a los 100.000 euros.
  • Se darán premios a proyectos relacionados con la finalización de los tests en animales.
  • Puede ser una campaña pública, o bien actividades de formación, divulgación o coordinación.
  • Las organizaciones se podrán beneficiar más de una vez.
  •  Los miembros asociados de Cruelty Free Europe también pueden optar al premio. 

Los grupos interesados deberán detallar por escrito:

  • Su constitución y funcionamiento, confirmando que se ajusta a los criterios anteriores.
  • Lo que hacen actualmente.
  • A qué fin destinarán los fondos.

España: continúan las pruebas de pirógenos y aumentan los daños severos en los experimentos con animales.

14 diciembre 2020

El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación hace públicos los datos anuales a que obliga la Directiva Europea sobre la protección de los animales utilizados para fines científicos (DIRECTIVA 2010/63/UE), una orden transpuesta a nivel estatal mediante el Real Decreto (53/2013).

A pesar de las repetidas evidencias, a pesar de la insistencia y a pesar de las constantes peticiones, el estado español sigue realizando pruebas, con el mismo número y volumen, en todo tipo de animales. La cifra total de usos en experimentación, correspondientes al año 2019, es de 817.742 tests realizados. Eso significa una escasa disminución de 18.354 experimentos con respecto a 2018. Reducción engañosa puesto que, sin saber exactamente el motivo, Castilla y León ha dejado de informar, de al menos la mitad de las pruebas realizadas. Significa que en el caso de incluir esta información se igualarían, o superarían, las estadísticas del ejercicio anterior. Es la conclusión que se extrae del Informe sobre usos de animales en experimentación y otros fines científicos, incluyendo la docencia en 2019, hecho público a principios de diciembre de 2020 por el Ministerio.

Se destaca especialmente un dato grave; aumentan los tests de pirógenos, lo que significa, la inducción de productos (patógenos o materiales) para comprobar si estos provocan o no una reacción febril en el organismo. En 2018, estas pruebas realizadas mayoritariamente con conejos llegaron a las 8.802 y en 2019 fueron 8.827. El incremento es pequeño (25 más) pero los números resaltan de manera especial cuando se ve que la cifra significa casi un cuarto del total de los tests contabilizados para el mismo período en la Unión Europea (35.172). Todo ello, a pesar del foco específico que recientemente han puesto los lobbys de presión continental en el asunto, porque los experimentos de pirogenicidad pueden ya realizarse de manera más que validada en métodos alternativos, como son, por ejemplo, los modelos de células humanas cultivadas in vitro. No usar alternativas validadas contradice, en consecuencia, la legislación europea y el reglamento español que la transpone, publicado en el año 2013.    

Prueba de pirogenicidad: Los conejos permanecen inmovilizados durante horas,  inyectándoles la sustancia de prueba en la vena de sus orejas y comprobando  su temperatura a través de las sondas que les introducen profundamente en el recto. (foto iStock)

Otro punto a considerar es el daño que los diferentes experimentos infringen a los animales. La norma divide esta catalogación en 3 grados distintos: “leves”,  “moderados”, o “severos”, y añade también la categoría “sin recuperación” que hace referencia a la muerte definitiva y que se produce, en gran parte, en pruebas tóxicas como pueden serlo los dramáticos experimentos de letalidad realizados con Toxina Botulínica (Test L50 de Botox). Es cierto que las pruebas de toxicidad totales presentan un ligero descenso (de 103.087 en 2018 a 97.536 en 2019), pero el total de casos graves se acrecienta. Mientras bajan las afecciones leves y moderadas, la cifra de casos severos se eleva de 52.818 a 60.162, y la tasa de no supervivencia, “sin recuperación”, alcanza los 55.091 casos, por los 38.163 del año 2018.

Hay que destacar, también, que los experimentos relacionados con la investigación básica (comportamiento, fisiología, etc.) descienden ligeramente (de 395.708 a 373.108) mientras que aquellos destinados a investigación aplicada (enfermedades concretas, tratamientos, etc.) presentan un notable incremento (218.568 en 2018 y 282.744 en 2019). A pesar de que el informe asegura que en la mayoría de los casos el sufrimiento de los animales no pasa de moderado, los experimentos dedicados a investigación oncológica o al tratamiento de enfermedades respiratorias son susceptibles de originar más angustia y dolor que aquellos que buscan sólo dirimir aspectos biológicos o de comportamiento. Es remarcable en este último apartado, el aumento exponencial de pruebas que se derivan de la necesidad de negocio de las explotaciones industriales ganaderas o de acuicultura. Hay dos marcadores que evidencian otro perjuicio a los ya dañinos efectos contaminantes y de respeto hacia los animales que conllevan las explotaciones intensivas. El primero, el número de tests destinados al comportamiento, etología o biología animal en granjas que utilizan mayormente, pollos de engorde, gallinas ponedoras, conejos y peces, que pasó de los 89.654 en 2018 a los 90.094 en 2019. Asimismo, las pruebas para comprobar el “bienestar animal” en recintos de cría intensiva se multiplicaron por 10: de las 5.186 realizadas en 2018 se pasó a las 54.316 del pasado ejercicio.

En cuanto a las especies, cabe resaltar que baja ligeramente el número de mamíferos involucrados en experimentos (especialmente roedores, cerdos, conejos, vacas y primates)  y que sube en especial la cifra de peces, cefalópodos, anfibios, réptiles y aves de corral utilizados. Preocupantes son también las cifras de procedencia de dichos animales torturados aún en pleno siglo XXI a pesar de la evidencia científica reiterada y de los métodos alternativos validados existentes. Durante el último ejercicio, en este sentido, aumentaron en 15.178 los animales procedentes de establecimientos no registrados. Y lo hicieron de 3 a 328 los nacidos en recintos de fuera de la Unión Europea, que quedan habitualmente regulados por legislaciones mucho menos exigentes.

Hay que especificar que los datos del informe, que habrá que comparar ahora con los equivalentes publicados de otros países europeos, se basan en el número total de experimentos y no en el número total de animales utilizados. Significa que existen animales que repiten y que se contabilizan como “reutilizados”, aunque no se especifica el número de veces que lo han sido, por lo cual es imposible hacer el cálculo total de individuos involucrados. Recalcar que sigue sin haber constancia alguna de inversión por parte del estado español, para investigar e incentivar los métodos alternativos.

Carta abierta de Ong ADDA y varios lobbys europeos a la UE para defender la prohibición de las pruebas con animales

2 de diciembre 2020

Cruelty Free Europe, grupo de presión contra la experimentación con animales del que forma parte ONG ADDA, la organización internacional PETA y más de 450 marcas y empresas libres de crueldad que trabajan hacia el cambio normativo, incluidas Dove, Simple o The Body Shop, entre otras, han enviado una carta abierta al Parlamento Europeo, a la Comisión Europea y al Consejo de Europa. El objetivo es defender las prohibiciones de pruebas y de comercio con animales incluidas en el vigente Reglamento de Cosméticos de la UE. Un reglamento que, con la última modificación de 2013, establecía un precedente ejemplar para garantizar la seguridad de sus productos sin tener que someter a los animales a pruebas crueles. Ahora esta legislación lograda con un amplio consenso está en peligro por los recientes pronunciamientos de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA), que abre la puerta a probar, también en animales, todos aquellos ingredientes presentes en los cosméticos que puedan suponer un cierto riesgo por la seguridad de empleados y de consumidores.

La carta reprocha a la Comisión Europea y a la Agencia Europea de Productos Químicos de haberse desvirtuado la normativa establecida, con la única excusa de garantizar las estrictas medidas de seguridad del Reglamento de Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de productos Químicos (REACH). Un registro de auditoría que deben seguir todos los fabricantes por motivos de prevención, y que hasta ahora prohibía, en el caso de los cosméticos, las pruebas con animales. Unos experimentos que ahora pueden volver a sufrir miles de ratas y conejos, también aquellos animales gestantes, condenados a alimentarse por fuerza con un ingrediente cosmético antes de ser asesinados y diseccionados.

«La prueba de productos de belleza y sus ingredientes en animales es fea y punto», dice la doctora Julia Baines, responsable de políticas científicas de PETA. «PETA une esfuerzos con empresas compasivas para exigir un enfoque amable de las pruebas cosméticas no condene la vida de animales sensibles y que implique sólo tests alternativos, tal como exige la ley«.

La directora de Asuntos Públicos de Cruelty Free Europe, Kerry Postlewhite asegura que: «Los ciudadanos europeos y sus representantes en el Parlamento Europeo lucharon duramente por estas prohibiciones, que han sido un modelo para muchos otros mercados. Hay que mantener pues lo que estaba previsto para evitar el sufrimiento innecesario de animales en pruebas de cosméticos «.

La carta constata también como el mundo se aleja progresivamente de la experimentación con animales. En 2018, el Parlamento Europeo pidió la prohibición mundial de este tipo de tests en cosméticos para el año 2023. Por otra parte, en una reciente encuesta europea de ámbito global, un 84% de los encuestados dijo que no compraría ningún producto cosmético si supiera que se había probado previamente en animales.

La carta, a la que apoyan también organizaciones de peso como Eurogroup for Animals o Humane Society International, se reproduce íntegramente en el documento adjunto.

Ong ADDA, decana en España en la Defensa de los Animales, fundada en 1976 y que desde sus inicios ha estado trabajando intensamente, durante años, con los grupos europeos hasta el logro del fin de los experimentos en los productos cosméticos, considera un atraso intolerable y vergonzoso esta tentativa por parte de la industria química.

Leer carta

La rapidez en las vacunas contra el COVID-19 no ha sido por experimentar con animales

Los innecesarios tests en animales no aumentan la seguridad de una vacuna.

26/11/2020 Aerzte Gegen Tierversuche

La ONG alemana Aerzte Gegen Tierversuche / Doctors Against Animal Experiments, miembro de la Coalición Europea ECEAE de la cual también forma parte ONG ADDA en España, constata una vez más en un reciente artículo, la nula necesidad de experimentar con animales para probar la eficacia de un medicamento o, en este caso, una vacuna. Refieren en su texto como la industria de la investigación se ha centrado en insistir en los últimos meses que las pruebas en animales han sido decisivas para el supuesto éxito en la consecución de las vacunas contra la COVID-19. Cuando de hecho, la realidad, ha sido la contraria: el rápido desarrollo de estas vacunas ha evidenciado lo ineficaces e innecesarios que resultan los tests en animales. La organización con sede en Colonia, fundada en 1979, hace un nuevo llamamiento a hacer un giro hacia una ciencia y una tecnología más humana y libre de maltratos. El objetivo básico es ver, en un futuro no lejano, como importantes vacunas y medicamentos pueden ser desarrollados de manera más rápida, segura y fiable.

A lo largo de las últimas semanas, tres de las empresas que han lanzado su proyecto de vacuna contra el virus SARS-CoV-2 anunciaron el éxito de los estudios que han llevado a cabo y que han involucrado a miles de personas. Muchos expertos advirtieron, no obstante, que convendría rebajar el optimismo, puesto que los resultados sólo son preliminares y los datos científicos todavía deben publicarse. Esto no ha impedido que algunos defensores de las pruebas con animales hayan atribuido ese esperado éxito a tales experimentos. Un examen detallado de la situación deja claro, sin embargo, que los tests en animales no han contribuido, para nada, ni en el desarrollo ni tampoco en la mejora de la supuesta eficacia de dichas vacunas.      

Es un requisito legal testar, prácticamente, todos los medicamentos y vacunas en animales antes de poder ser trasladadas y probadas en humanos. No obstante, y puesto que esos experimentos resultan demasiado largos, y que la experiencia demostró que son poco fiables también para la actual crisis del COVID-19, muchos tests en animales se acortaron, se obviaron o se realizaron simultáneamente a las pruebas con humanos. “Las vacunas candidatas de la compañía farmacéutica alemana BioNTech y las de la corporación norteamericana Moderna sólo se probaron en monos después de haber sido aplicadas a centenares de personas. BioNTech inyectó sus cuatro modelos de vacuna en humanos, y a partir de los datos derivados del estudio, se decantó por una de ellas, la que ahora es ya publicitada. Esto significa que los resultados de los experimentos con los primates simplemente carecían de valor”, explica la doctora Dilyana Filipova, científica de Doctors Against Animal Experiments. Esas vacunas fueron probadas en ratones justo antes de ser testadas en personas por primera vez sólo por el mero hecho de obtener los requisitos legales pertinentes. Fue un simple trámite, ya que es absolutamente imposible asegurar ninguna fiabilidad ni prevención con esas pruebas, porque los ratones no se infectan de manera natural con el virus SARS-Cov-2. “El hecho de haber realizado experimentos con animales por causa de leyes obsoletas no supone prueba alguna de su presunta indispensabilidad y necesidad”, añade la bióloga.

No representa ninguna sorpresa que no se haya dado prioridad a las pruebas con animales en la investigación de la COVID-19, porque ya se sabe que aproximadamente el 95% de todos los medicamentos que resultan eficaces en los animales, fallan luego cuando son administrados a los seres humanos. Además, y hasta donde hoy en día alcanzamos a saber, no existe ninguna otra especie animal que desarrolle los mismos síntomas complejos que provoca el virus SARS-CoV-2 en los humanos. “A pesar de la terrible afirmación de algunos defensores de los experimentos con animales diciendo que una vacuna no sería posible sin servirse de ellos, lo cierto es que el avance tan veloz en el desarrollo de remedios tan distintos sólo ha sido posible porque esas pruebas se han saltado en muchos casos”, explica Filipova. La necesidad del desarrollo de métodos de investigación más precisos, humanos y libres de torturas está creciendo en todo el mundo. Ahora mismo, por ejemplo, 10 mini-órganos humanos, llamados organoides, o tejidos, pueden ser infectados por el virus SARS-CoV-2 y proveer importante información sobre las interacciones que provoca el patógeno en el organismo de una persona. En Estados Unidos recientemente se lanzó un programa para probar vacunas utilizando chips de multi-órganos. O también por otro lado, complejos modelos informáticos son ya utilizados para analizar la efectividad de medicinas o vacunas. “Esos modelos han proporcionado nuevos conocimientos importantes acerca del Coronavirus. El desarrollo y obtención de las tan celebradas vacunas es posible sólo gracias a esa metodología alternativa y a los datos obtenidos de pacientes”, constata Filipova.

En Alemania, menos del 1% del presupuesto público se invierte ahora mismo en esos métodos fiables y modernos. El resto, un 99%, se sigue desperdiciando con experimentos que involucran animales. Filipova es categórica: “Exigimos que se redistribuya la financiación y que se reconozcan legalmente esas tecnologías alternativas como métodos de prueba en el desarrollo de medicamentos, en lugar de experimentos obsoletos con los animales. Esa es la única manera de poder desarrollar remedios y vacunas eficaces y seguras, de un modo más rápido y fiable.”

Declaración conjunta contra la experimentación con animales en ingredientes cosméticos.

24 noviembre 2020

Cinco organizaciones europeas que luchan contra la experimentación animal (Cruelty Free Europe, European Coalition to End Animal Experiments, Eurogroup for Animals, The Humane Society International Europe i PETA UK) han firmado la declaración que adjuntamos para instar a la Unión Europea a cumplir el Reglamento sobre Cosméticos 1223/2009/CE. Una regulación que entró en vigor con diferentes modificaciones entre 2004 y 2013 y que prohibía expresamente la fabricación y la comercialización en Europa de cualquier producto de la industria cosmética o ingrediente integrante que hubiera sido testado en animales.

Pues bien,  la nueva Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad, aprobada el pasado 14 de octubre por la Agencia Química Europea (ECHA), así como distintos posicionamientos recientes de la Comisión, han desviado el rumbo inicial y han puesto ahora en seria duda ese pacto ampliamente consensuado que en 2018 Bruselas proponía como ejemplo a seguir a nivel mundial. Con la excusa de la seguridad y la salvaguarda humana, la nueva hoja de ruta enmarcada dentro del REACH (el Reglamento de Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias químicas) abre de nuevo la puerta a las pruebas crueles con animales. Justifica con esa excusa etérea de un mayor bienestar común su necesidad, y no sólo en productos químicos o de otros ámbitos, sino también en ingredientes utilizados de manera exclusiva en productos cosméticos. Textualmente asegura que estos podrán ser testados igualmente en animales cuando no se garantice una seguridad total durante su proceso de manipulación por parte de los empleados de las fábricas.

A la espera de otras acciones reivindicativas próximas, la declaración ya se ha hecho llegar a los diputados que forman parte de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.

Clicando a continuación se puede leer el texto de la declaración:

Joint statement against the use of animals to test cosmetics ingredients under Reach

La “Estrategia de Químicos, ECHA”, de la UE, implica hacer ensayos con animales en detrimento del reglamento REACH

La nueva estrategia europea de químicos para la sostenibilidad no recoge ningún compromiso para poner fin a la experimentación con animales.

19 octubre 2020

Es reciente. Vio la luz el pasado 14 de octubre y es la hoja de ruta a seguir en materia de registro, evaluación y comercialización de sustancias químicas dentro de la Unión Europea. La nueva Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad (EU Chemicals Strategy for Sustainability) es un acuerdo enmarcado dentro del Plan “Green Deal” adoptado en 2019 y que pretende acabar antes de 2050, por ejemplo, con la emisión de gases de efecto invernadero o con la polución del aire. La estrategia mencionada tiene que llevarla a cabo la ECHA, la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos, que es la que controla la materia desde la entrada en vigor del Reglamento REACH (1907/2006 de 18 de diciembre de 2006). Dicho reglamento establece muy claramente en su artículo 25 la siguiente consideración: “Con el fin de evitar los ensayos con animales, para los fines del presente Reglamento se realizarán ensayos con animales vertebrados sólo como último recurso. También es necesario tomar medidas para limitar la duplicación de otros ensayos”.

Pues bien, en la nueva estrategia no hay mención alguna ni plan concreto para lograr ese objetivo, como así Cruelty Free Europe, lobby europeo que lucha para poner fin a la experimentación con animales, del cual Ong ADDA forma parte, ha venido reclamando con insistencia a los responsables políticos. El nuevo texto sólo menciona que los animales “son aún usados sistemáticamente para hacer pruebas en el campo de la química en Europa”. Y no establece ningún compromiso más allá del genérico:  “fomentar la investigación, las innovaciones digitales y la capacidad de análisis de datos para sustituir los experimentos con animales”.

Los últimos datos de 2018 indican que en Europa, a pesar de las intenciones que claramente exponen los distintos reglamentos en vigor, los animales usados para la experimentación en materia de químicos seguían creciendo. 2,2 millones fueron sometidos en concreto a las torturas que suponen las pruebas para permitir a las empresas inscribir nuevos materiales o mezclas de ellos en el registro oficial REACH.

Katy Taylor, Directora de Ciencia de Cruelty Free Europe, lamenta este nuevo retroceso: “La financiación destinada a alternativas por la Comisión Europea y la ECHA es insignificante y la incorporación formal de nuevos métodos inaceptablemente lenta. Si no se hace nada para fomentar la inversión, la nueva estrategia de químicos comportará, de nuevo, la muerte y el sufrimiento de millones de animales.” Y constata así mismo, el incumplimiento de las expectativas. “Espérabamos que esta, como pilar central del plan de sostenibilidad de la Unión Europea, hubiera sido una estrategia proactiva y ambiciosa para alejarse de la experimentación con animales. Lamentablemente no hay señales de eso”.

La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, en comparación, sí ha dado, recientemente, un paso adelante del que ahora se aleja Europa. Se trata de la publicación de un nuevo reglamento que permite a los investigadores renunciar a probar productos químicos en la piel de los animales en determinadas circunstancias.

Primera recopilación en la U.E. de métodos sin testar con animales, para el trato de enfermedades respiratorias en humanos.

El Centro común de investigación europeo (JRC, Joint Research Center) ha elaborado un catálogo de 284 experimentos innovadores alternativos que han de suponer una importante herramienta de trabajo para científicos, educadores, y responsables políticos.

J.G.- Se ha revisado un total de 21.000 trabajos científicos realizados entre los años 2007 y 2018, priorizando aquellos métodos más complejos y de más fiabilidad. Y finalmente se ha establecido un práctico manual de consulta que recoge, por primera vez, las últimas tendencias en la investigación de enfermedades respiratorias como el asma (que afecta a 235 millones de personas en el mundo), el cáncer de pulmón, o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (con 65 millones de casos severos o moderados). En total, y en una sencilla hoja de cálculo, se definen uno por uno los 284 experimentos libres de pruebas con animales, considerados más relevantes, para tratar las múltiples afectaciones respiratorias que suponen uno de los mayores factores de mortalidad humana.

El Joint Research Center, como comité científico encargado de trasladar consejos a los distintos centros de decisión de la Unión Europea, apela una vez más al cumplimiento de la Directiva 2010/63/UE, relativa a los animales usados en experimentación y otros fines científicos, que textualmente instaba a reemplazar las torturas a animales en los laboratorios, aún más si existen ya alternativas, y que efectivamente no ha reducido más que un escaso 2% anual las prácticas crueles que además se han demostrado muy poco, o nada fiables.

La nueva herramienta ha de ser pues, una base de consulta muy valiosa para centros educativos, para inspectores, para responsables políticos y, en primer lugar y sobre todo, para los propios centros de investigación alternativos, que han funcionado hasta la fecha, bastante por libre y sin una base común. La unificación y descripción concreta de cada método ha de permitir, pues, una aceleración del proceso de decisión, un mayor conocimiento de los detalles concretos de cada uno, y una gran oportunidad para incorporar de manera conjunta, los nuevos avances que se vayan sucediendo. Es también un primer paso para ampliar el catálogo en un futuro próximo a la investigación en otro tipo de enfermedades tan comunes como el cáncer de mama, o las disfunciones cardiovasculares. 

En el caso concreto de las enfermedades respiratorias, más del 90% de los fármacos o tratamientos experimentados en animales han resultado ser ineficaces para los seres humanos. Los métodos de cultivos celulares simples, más baratos y sencillos, tampoco acababan de ser precisos. Los nuevos modelos recogidos en este estudio, mini-órganos en chips, organoides, o representaciones en 3 Dimensiones, extrapolan mejor el funcionamiento de los tejidos humanos y su respuesta a una patología determinada. En consecuencia, son métodos más fiables y rápidos; pero son, todavía, una minoría y necesitan mayor apoyo financiero y mayor difusión entre la comunidad científica y educativa.

Enlace y más información: Buscador métodos alternativos

Hace falta invertir en métodos de investigación sin animales para acelerar el descubrimiento de tratamientos y vacunas contra el virus SARS COVID-19 y otras patologías

La ONG Animal Defenders International, con sede en Londres, ha elaborado una carta avalada por un centenar de expertos en la materia y dirigida a la Organización Mundial de la Salud, a gobiernos estatales, y también a investigadores, empresas y organismos financieros del sector. El texto insta a abandonar la ineficacia y la crueldad de las pruebas científicas realizadas con animales para descubrir tratamientos de enfermedades y a invertir mucho más en los múltiples métodos biotecnológicos de investigación ya existentes, unos métodos que conllevan una fiabilidad mucho mayor pero también unos costes iniciales destacables. La carta fue publicada en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud, el pasado 18 de mayo, y ya ha sido firmada por más de 51.000 personas.

Las últimas estimaciones calculan que cada año se utilizan en Europa 11 millones de animales para los diversos procesos que conlleva la experimentación. A nivel mundial esta cifra se eleva hasta los 192 millones. La eclosión del nuevo virus, COVID-19, a escala planetaria, ha acelerado la rueda de financiación y colaboración entre científicos, empresas y gobiernos de todo el mundo para tratar de encontrar una vacuna o un tratamiento adecuado al patógeno. Lo cierto, es que la mayoría de estas investigaciones siguen utilizando los animales y los inducen a la muerte o peor aún, los someten a dolores persistentes, sufrimiento y en general a unas condiciones de cría, transporte y estancia absolutamente contrarias a su bienestar. Todo ello a pesar de que la última directiva europea en la materia (2010/63 / EU «Protección de los animales utilizados para fines científicos«) obligue al contrario, y a pesar de que el Artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión estipule claramente que «el bienestar de los animales es un valor consagrado de la institución «.

En la investigación contra este nuevo tipo de Coronavirus, lejos de huir de la tendencia, se están utilizando sobre todo ratones, hurones, cobayas, cerdos, gatos y varios tipos de primates, mayoritariamente en laboratorios del Reino Unido, los Estados Unidos, los Países Bajos, China o Australia. Varios estudios han demostrado que a pesar de la alta similitud entre el sistema genético de ciertos animales y el sistema genético humano, factor que es empleado generalmente para justificar esta práctica, el metabolismo no sólo es absolutamente dispar entre especies sino que además varía de manera notoria también entre individuos. Dicho de otro modo, el hecho de que una sustancia actúe de igual forma en animales y en personas no debería atribuirse a una constatación empírica, sino más bien a una casualidad. La carta pone como ejemplo el caso de los ratones, que tienen un sistema respiratorio diferente y unos receptores celulares distintos de los que utiliza el virus para infectar a los seres humanos. En lugar de descartar el poco rigor pues, y empujados sobre todo por el negocio circular suculento que gira desde hace más de medio siglo entorno a los animales, los «investigadores» tratan de humanizar a los ratones para asegurarse de que contraen y desarrollan el virus de la misma manera que lo hacen las personas.

Durante esta larga etapa en la historia de la investigación, más de un 90% de los fármacos identificados como positivos en animales han resultado ser absolutamente ineficaces o contraproducentes para las personas. Sin embargo la delegación de la Organización Mundial de la Salud en China avisa que aún hay que encontrar el animal ideal para investigar patógenos y vías de transmisión y para ensayar terapias antivirales y vacunas. Este hecho evidentemente estimula aún más la inercia de esta ciencia lenta y de muy cuestionable fiabilidad y la incentiva en la búsqueda de este modelo «de animal ideal» en lugar de dejar paso a los nuevos métodos biotecnológicos que poco a poco, pero con algunos obstáculos, van ganando peso.

Estas nuevas posibilidades, que reducen el tiempo de investigación y aumentan de manera notoria la rigurosidad, necesitan sin embargo altas fuentes de financiación y apoyo para poder progresar. Entre ellas hay modelos matemáticos de transmisión y tamaño de la epidemia, el uso de cultivos de fluidos pulmonares para estudiar el genoma del virus, muestras de biopsia de pacientes para investigar el daño provocado en el tejido pulmonar, modelos de inteligencia artificial que podrían proyectar tratamientos, órganos humanos en chips que emulan la infección para el descubrimiento de fármacos, organoides desarrollados a partir de células madre, modelos de células in vitro en 3D y tratamientos con anticuerpos generados por personas que ya han superado el virus.

En un movimiento para acelerar el proceso la Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos ICMRA informó durante este tiempo de confinamiento que, en el caso exclusivo del nuevo SARS COVID-19 no hará falta probar la efectividad de las vacunas en animales antes de proceder a los ensayos clínicos en humanos. No obstante, los tests seguirán siendo requisitos indispensables antes de que ninguna vacuna o tratamiento se pueda empezar a comercializar, con el perjuicio que esto seguirá implicando para millones de animales en todo el mundo.

JAN CREAM (Presidenta de Animal Defenders International): «Hay una necesidad urgente de abordar y tratar la COVID-19 y otras enfermedades humanas con una ciencia mejor y más rápida. Para proporcionar tratamientos más seguros y efectivos para ayudar a las personas necesitamos alejarnos de la investigación con animales y adoptar métodos científicos avanzados y fiables, más relevantes para los humanos «.

Dr. ARYAN TAVAKKOLI (neumólogo MRCP FRACP): «Con métodos increíblemente sofisticados, como los modelos de pulmón humano disponibles, es vital que los recursos y el tiempo vayan destinados a estos métodos para encontrar tratamientos y una vacuna para este virus potencialmente mortal«. (14 mayo 2020)

Los ciudadanos europeos se posicionan mayoritariamente en contra de la experimentación con animales

17 julio 2020

Una encuesta realizada por el grupo de presión Cruelty Free Europe en 12 países de la Unión muestra la predisposición de tres cuartas partes de los sondeados para pedir a la Comisión Europea un plan vinculante de medidas para la retirada gradual de todo tipo de tests con animales.

En España el 72% de la población encuestada cree que la Unión Europea debería invertir más en la investigación y en el fomento de los métodos de experimentación alternativos.

Es este el resultado de una encuesta ordenada por Cruelty Free Europe, un lobby de presión europeo en contra de la experimentación con animales del cual ONG ADDA forma parte. El estudio fue realizado vía internet por la consultoría británica Savant ComRes entre el 9 y el 19 de junio. Contó con la participación de un total de 5.653 adultos repartidos por doce estados miembros de la Unión Europea, entre ellos España.

Haciendo un promedio de todos los datos, el 70% del conjunto de los encuestados cree que los políticos europeos deberían establecer como prioridad la supresión de la experimentación con animales, y en consecuencia, adoptar medidas y objetivos vinculantes con plazos concretos para poner definitivamente fin a esta práctica.

La investigación en métodos alternativos, más fiables científicamente y exentos de todo maltrato, es otro apartado a considerar. Más de tres cuartas partes de las personas sondeadas creen que la Unión Europea debería invertir más recursos en su desarrollo. Por países y en concreto están a favor de esa cuestión un 85% de los encuestados en Portugal, un 84% en Croacia, un 80% en Polonia y Rumanía, un 79% en Italia, un 76% en Alemania, un 75% en Francia y un 72% en España.

En el caso concreto de España la concienciación a favor de una nueva ciencia libre de experimentos con animales es también alta aunque en algunos puntos porcentualmente menor. Por un lado y situándose un 1% por encima de la media continental, un 71% del censo en el estado cree necesarias medidas vinculantes y plazos concretos para poner fin a estos procedimientos. Un 69%, por otra parte (por un 74% de media europea), opina que los tests destinados a la venta de productos cosméticos son absolutamente inaceptables, más después del veto general a esta práctica alcanzado e integrado legalmente a partir del 11 de marzo de 2013 por la política comunitaria. Un 71% de los españoles, por último (76% en el conjunto de la encuesta en Europa), considera que los experimentos destinados a la comercialización de productos de limpieza del hogar deberían ser expresamente prohibidos por la Unión.

Debemos tener en cuenta que a pesar de algunas regulaciones y pese a la directiva europea vigente en relación a la protección de los animales utilizados para fines científicos (Directiva 2010/63 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de septiembre de 2010) los últimos estudios demuestran que el maltrato y por lo tanto el incumplimiento en este ámbito sigue siendo muy marcado. El informe oficial más reciente elaborado por la Comisión Europea constata como, entre 2015 y 2017 tuvieron lugar en Europa un total de 30 millones de experimentos con animales supuestamente destinados a la investigación. Todo ello a pesar de que se haya recalcado en distintos estudios y de manera reiterada que más del 90% de las sustancias testadas en animales no son válidas posteriormente, por toxicidad o ineficacia, cuando se prueban en humanos.

Cruelty Free Europe presiona de manera especial en estos momentos los líderes europeos en el marco de las nuevas estrategias en sostenibilidad que deberían imponerse en el contexto de la crisis del Covid-19. Los insta a emprender políticas efectivas para poner fin a la experimentación con animales y a priorizar la financiación para la difusión de una ciencia más humana y efectiva, que permita a la Unión Europea convertirse en pionera a escala mundial en la investigación científica libre de maltrato.

DECLARACIONES Dra. Katy Taylor (Directora de Ciencia de Cruelty Free Europe):

«Simplemente no es lo suficientemente bueno que sigamos insistiendo por defecto en las pruebas desactualizadas y poco fiables con animales en nuestros intentos de desarrollar tratamientos contra enfermedades humanas y protección contra productos químicos tóxicos para las personas y para el medio ambiente».

«La Unión Europea debe crear un marco que incentive nuevos y modernos enfoques NO ANIMALES que resulten efectivos para la protección de sus ciudadanos y del medio ambiente. Los objetivos y plazos para eliminar las prácticas insostenibles y reemplazarlas por otras de mejores ya existen en algunas políticas de la Unión Europea, como es el caso de aquellas referentes a emisiones de carbono, residuos o reciclaje «.

«Los resultados de la encuesta demuestran que los ciudadanos de la Unión Europea están preparados para que la experimentación con animales se convierta en algo del pasado. Ahora corresponde a sus líderes escuchar y poner en marcha un plan que acabe con el cruel e innecesario sufrimiento de animales en Europa de una vez por todas «.

DECLARACIONES Sra. Carmen Méndez (Presidenta de ONG ADDA):

España, como miembro de la Unión Europea, debe ser receptiva a los cambios de la sociedad y a los avances que ofrece la ciencia actual. Debe participar y contribuir en el desarrollo y la implementación de las técnicas alternativas que sustituyan los ineficaces y crueles experimentos con animales” .

MUESTRA:

Savant ComRes ha encuestado 5.653 adultos de más de 18 años a través de internet entre el 9 y el 19 de junio de 2020. La muestra se reparte en 12 países europeos y ha tratado de ser representativa del tamaño y las condiciones demográficas específicas de los diferentes estados. En concreto se han encuestado por países 1.223 personas en Alemania, 1.071 en Francia, 891 en Italia, 680 en España, 560 en Polonia, 279 en Rumania, 250 en Holanda, 174 en Bélgica, 155 en la República Checa y en Portugal, 108 en Dinamarca y 107 en Croacia. Se ha prestado especial atención en tomar muestras de todos los perfiles de edad, sexo y territorios. Savant ComRes es miembro del British Polling Council y se rige por sus propias reglas.