El BOTOX y la Campaña de la Coalición Europea para la supresión de los Experimentos con Animales, ECEAE.

La ECEAE  entrega 164.770 firmas en Ámsterdam  solicitando a la Agencia Europea de Medicamentos que cese la utilización de animales (ratones) en la elaboración del BOTOX.

30 abril 2023

Redacción. –  Centenares de miles de ratones continúan siendo sometidos cada año, en Europa a los crueles ensayos de Botox. Los test utilizados LD-50 (Dosis letal), siguen realizándose con estos roedores hasta provocarles la muerte, a pesar que, desde hace 12 años puede ser sustituida por métodos alternativos y que, compañías como Allergan, Merz e Ipsen, ya optaron, a partir de 2011, para testar los efectos negativos de la Toxina Botulinica, la sustancia que elabora la bacteria Clostridium botulinum y que tiene aplicaciones tanto médicas como cosméticas. El envenenamiento debido a una dosis excesiva de esta sustancia tiene como consecuencia el botulismo, un padecimiento que comporta una parálisis muscular progresiva que deriva habitualmente en muerte por un fallo en la función respiratoria. No obstante, utilizado en las porciones adecuadas, se emplea como remedio para las afectaciones neurológicas y en el ámbito cosmético es utilizado para reducir temporalmente las arrugas en la cara.

Reunión con la EMA en Ámsterdam

Hace tiempo que la ECEAE (European Coalition to End Animal Experiments), que es un lobby europeo del cual, desde su inicio, forma parte Ong ADDA, presiona a los diferentes estamentos para lograr que se excluya esta prueba con animales, de las regulaciones europeas que todavía lo siguen permitiendo. A las campañas anuales dedicadas específicamente a la “Semana del Botox”, que, han venido sucediéndose y denunciando esta situación durante los últimos, se ha sumado la cantidad de 164.770 firmas. Otra acción que muestra claramente la oposición ciudadana a la continuidad de unos experimentos absolutamente innecesarios y crueles.

Ante la falta de decisión por parte de la Farmacopea Europea (EDQM, European Directorate for the Quality of Medicines and Health Care), que es la institución encargada del proceso de validación de los fármacos que se comercializan, para parar definitivamente este proceso, la ECEAE ha recurrido a la Agencia Europea de Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) teniendo lugar una reunión el pasado 20 de abril en su sede de Ámsterdam. En representación a la Coalición Europea, asistió la Dra. Corina Gericke (Doctors Against Animal Experiments, de Alemania), Emeline Gougeon (Pro Anima, Francia) y Jenn Scanell (de la irlandesa Irish Anti Vivisection Society).

En principio, ya ha sido posible lograr el compromiso para que esta petición sea visibilizada y debatida en próximas reuniones. La EMA lo introducirá en su agenda en el mes de mayo dentro del contexto de la búsqueda de sistemas alternativos que reduzcan la utilización de animales. Su gran influencia puede ser el motor de cambios más estructurales que han de hacer posible avanzar, finalmente, hacia la plena supresión de los experimentos de toxicidad tan crueles y dolorosos para los animales.

Cifras estimadas

La falta de transparencia no permite, todavía, hacer un cálculo preciso del número exacto de animales que se usan en las pruebas del Botox: ni reportar aquellas que están vinculadas de forma directa con ensayos de regulación para cosmética. Se estima, sin embargo, que en Europa se realizan unas 500.000 pruebas anuales para el Botox. Irlanda encabeza la cruel clasificación con 82.000 experimentos llevados a cabo en el año 2021. En España se calcula que se usaron durante las mismas fechas alrededor de 23.000 ensayos destinados a probar la dosis de toxina botulínica.

ENLACES

Informe completo sobre el uso de animales con fines científicos en la Unión Europea en 2020: https://circabc.europa.eu/ui/group/8ee3c69a-bccb-4f22-89ca-277e35de7c63/library/10ad28d6-e17e-4367-b459-20883402cfcc/details?download=true

Se mantienen las cifras de experimentación con animales en Europa

La Comisión Europea publica los nuevos datos oficiales que hacen referencia a 2020

18 abril 2023

7.938.064 animales fueron sometidos a ensayos en el 2020 dentro del marco comunitario. La cifra es más baja que en el 2019 (8.579.439 sin contar al Reino Unido), sin embargo el tema tiene trampa y algunos matices. De entrada, este informe, publicado por primera vez en primavera, se refiere a un año marcado por las restricciones, en que parte de la actividad, también la de los laboratorios, fue distinta. Asimismo el documento deja aparte al Reino Unido, que precisamente en 2020 oficializó el Brexit y mantiene desde entonces un estatus diferente fuera de la Unión. La estadística lanzada el pasado 31 de marzo, por lo tanto, cuenta solo lo que han reportado los actuales 27 estados miembro más Noruega. El país escandinavo no integra la Unión pero comparte actividades y campañas dentro del Espacio Económico Europeo.

Igualmente se ha de ver que la presentación de datos ha contado con variables diferentes a lo largo de los años, cosa que hace muy difícil su comparación. En los primeros reportes de la década de los 90 los países que integraban la Unión Europea eran 12, y a medida que se progresaba en las publicaciones iban aumentando paulatinamente. Los animales no usados en experimentos pero empleados para crear y mantener líneas genéticas de ensayos, comenzaron solo a incluirse en 2018. Y por si esto fuera poco los informes hasta 2017 tuvieron carácter trianual.

Otra cosa que cabe diferenciar es la cifra de “animales empleados” o de “usos”. El primer término es claro, y el segundo incluye las veces distintas que un mismo individuo se utiliza reiteradamente para experimentos. Como hay muchos animales que repiten, y que son de esta manera sometidos a sufrimientos mayores, la segunda cifra será siempre superior a la primera. En este caso concreto, si decimos que se emplearon 7.938.064  animales en 2020, debemos tener en cuenta que el número de usos, que también desglosa la estadística, fue al final de 8.753.304.

Datos generales

Añadiendo esto y teniendo en consideración que en el presente año dejan de sumarse los muchos experimentos realizados en el Reino Unido, que en el 2019 fueron un total de 2.304.461, no se puede hablar de un decremento, sino más bien de una estabilización que tiende muy tímidamente hacia la baja. Y el papel de España sigue siendo preocupante. Es el cuarto país en usos de animales (732.831) solo por detrás de las cifras que emanan de Alemania (1.897.640), Francia (1.643.787) y de Noruega (1.422.041). Ocupa también la cuarta posición en la utilización de monos. Fueron en total 475, por los 3.996 de Francia, los 2.031 de Alemania y los 504 que se emplearon en Italia. Sometió también a pruebas de laboratorio a 789 perros del conjunto de 14.096 usados en Europa. 

Por lo que hace referencia al daño ocasionado a los distintos individuos no se está muy cerca del “Refine” que indican las 3R que manda la Directiva 2010/63/UE. Todavía aquello leve no supone mayoría. Un 37% de animales siguen sufriendo unas consecuencias moderadas, un 10% severas y un 4% no se recupera.

Y en términos generales la investigación de base continúa suponiendo en objetivos la parte mayoritaria (38%), seguida de cerca por las pruebas de ciencia aplicada (29%) y las que sirven meramente a la regulación (16%). En cuanto a los tipos de animales los ratones (48,9%) y los peces (27,6%) siguen en cabeza, mientras que los cefalópodos notaron un descenso originado muy probablemente por las circunstancias de confinamiento.  

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