En Estados Unidos ya no son obligatorios los ensayos animales para validar nuevos medicamentos

Una reciente ley abre la puerta para aprobar fármacos a través de los métodos alternativos.

18 enero 2023

Redacción.- La FDA, la Agencia norteamericana de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration), aprobó una nueva normativa, que quedó sellada y firmada, junto con otras renovaciones legislativas, por el presidente del país, Joe Biden, a finales de diciembre en el Senado. Esta nueva legislación, largamente solicitada por las organizaciones que defienden el respeto y bienestar de los animales, sustituye a la anterior normativa en vigor desde 1938.

Con la aprobación de este nuevo redactado se faculta al organismo gubernamental a prescindir de la obligatoriedad de las pruebas previas con animales que, bajo la etiqueta de mayor “seguridad y eficacia” se ha venido aplicando desde hace 84 años. Con esta nueva decisión se modifica el antiguo procedimiento y se abren amplias posibilidades para otros nuevos métodos científicos disponibles liberados de la rutinaria crueldad.

Aun no siendo obligatorio, la nueva legislación hacia la transición de los métodos sustitutivos sin animales, es una resolución histórica y un cambio en la regulación científica que permite, a partir de su aprobación, la opción de comercializar fármacos a través de las nuevas y más predictivas tecnologías sin la obligada implicación de los animales.

Un referente para Europa

Mientras la Unión Europea todavía exige, en una cuarta parte de los casos, emplear animales antes de poder probar, en los ensayos previos, cualquier nuevo medicamento  con pacientes y personas voluntarias, Estados Unidos ha dado un histórico y progresista paso que puede servir de referente a las nuevas solicitudes que, el propio Parlamento europeo ya dirigió a la Comisión en septiembre del 2021 con el mandato de trazar una hoja de ruta con objetivos y medidas bien concretas orientadas a suprimir los experimentos con animales.                                              

Los grupos animalistas y las coaliciones a las cuales pertenece Ong ADDA (Cruelty Free Europe y la European Coalition to End Animal Experiments), junto a otras destacadas entidades europeas, pondrán de relieve el significado de este cambio de paradigma aprobado en los EE.UU.  Se avecinan posibles modificaciones positivas en lo referente a la regulación de productos químicos, una reiterada demanda ahora también reforzada por la exitosa ECI (Iniciativa Ciudadana Europea de Cosméticos) en la que han trabajado los grupos animalistas de los 27 países miembros de la UE para lograr cambios en las leyes que siguen vigentes desde el 2013.

Éxito para animales, industria y salud humana

Los estudios más recientes han determinado que en un 92% el número de fármacos probados en los animales, han fallado a posteriori en pruebas clínicas humanas. El alto índice de fracasos ha sido constatado por los efectos tóxicos o secundarios que no pudieron se constatados durante las pruebas de laboratorio, en las especies de animales utilizadas que tienen una fisiología tan diversa y distinta a la humana. A ello, se le suma el hecho de que una parte de este 8% que logra ser aprobado, recetado y comercializado deba, finalmente, después de su consumo ser retirado del mercado por sus efectos adversos.

En contraste a estos resultados derivados de las pruebas con animales se destacan positivamente las pruebas efectuadas con organoides, modelos 3D o cultivos, en los cuales se ha llegado a reportar una eficiencia del 87% en el diagnóstico de la toxicidad de una sustancia.

En esta misma tendencia figura el hecho de que, en reiteradas ocasiones, diversas empresas de la misma industria farmacéutica, manifiesten su queja por el innecesario coste económico que les suponen los ensayos que todavía, en la actualidad, se exigen en Europa y gran parte del mundo, con al menos dos especies de animales, antes de lanzar cualquier nuevo producto al mercado.

Frente a tanta crueldad inútil, el dinero, el sufrimiento y un aumento en la calidad de la salud humana están en juego. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) recopila las estadísticas que incluyen los experimentos realizados sobre gatos, perros, cerdos, hámsteres u ovejas, excluyendo de los datos precisamente a los animales más utilizados como son las ratas y los ratones. A pesar de esta omisión de datos, se estima que Estados Unidos emplea cada año a más de 50 millones de animales para sus ensayos. Sin duda su nueva regulación abre una nueva puerta a la esperanza.  

Enlaces de interés:

Novísimo premio público en España para el fomento de las alternativas a la experimentación con animales

El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 abrirá un concurso anual con dotaciones de 60.000 y 40.000 euros.

15 enero 2023

J. G.- En contraste con lo que ya aplican los Gobiernos en otros países miembros de la U.E, o de aquello que, en Italia especialmente, se fomenta desde algunas universidades, en un marco general comunitario cada vez más favorable al reemplazo y a la innovación, no existía todavía en España ninguna herramienta para difundir los métodos sin animales empleados para la investigación. Dicha circunstancia acaba de cambiar. Lo hace en forma reducida si lo comparamos con lo que ya existe en otros sitios, pero significa un paso enorme si se tiene en perspectiva que es pionero y que abre alentadoras esperanzas para una fructífera futura multiplicación.

El 23 de diciembre, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, aprobó la Orden DSA/1360/2022, por la cual se establecen las bases reguladoras de estos nuevos galardones destinados a reconocer a los proyectos más innovadores en experimentación alternativa. Un edicto publicado el 6 de enero en el BOE, el Boletín Oficial del Estado que entró ya en vigor y por lo tanto rige desde el día 7 del presente mes.

Dotación y bases

Sin fecha concreta todavía para este concurso público que se financiará a partir de fondos derivados de los Presupuestos Generales del Estado, debe publicarse durante este nuevo año, la convocatoria que será la primera, se publicitará por diferentes medios y se podrá consultar a través de la sede digital del Ministerio. Podrán presentarse tanto las empresas como las personas, que ya estén desarrollando o hayan concluido un plan innovador y eficiente de investigación alternativo. Un proyecto que ha de ser totalmente sin animales, o que de manera especial, cuente con un diseño preciso para reducir su número y su sufrimiento. La filosofía pues se enmarca en el famoso principio de las Tres Erres (Replace, Reduce, Refine: Reemplazar, Reducir y Refinar) formulado en 1959 por los biólogos ingleses William Russel y Rex Burch en su libro “The Principle of Humane Experimental Technique”. Una máxima erigida como base de las distintas reclamaciones y plasmada en las recientes leyes redactadas como la que rige en la materia a nivel europeo, la Directiva 2010/63/UE, relativa a la protección de los animales utilizados para fines científicos.

Mediante un jurado presidido por el titular de la Dirección General de los Derechos de los Animales, e integrado por  tres profesores universitarios de comprobado prestigio y distinguido en el ámbito de la investigación, se valorarán en igualdad de condiciones las propuestas recibidas. De esta deliberación saldrá un primer premio dotado con 60.000 euros, un segundo de 40.000 y algunas menciones honoríficas, si es necesario, para poner de relieve el mérito de los planteamientos de otros concursantes que, no obstante, no serán retribuidos. El jurado, asimismo, guarda la capacidad de declarar desierto el galardón y también de designar a más de un proyecto para alguna de las dotaciones. La entrega tendrá lugar en una gala presencial organizada y difundida por el mismo ente administrativo.

Sistema de puntuación

Quienes opten tendrán tiempo suficiente, tres meses exactos a partir de la publicación del premio, para presentar los documentos requeridos: la solicitud de la inscripción cumplimentada, el currículo profesional en formato europeo, y la memoria explicativa del proyecto, que ha de incluir resumen, objetivos, metodología, experiencia de los investigadores y también aquellos documentos relativos que se consideren de interés. Se ponderará con mayor nota, 30 puntos, el impacto que tendrá la nueva práctica para el reemplazo (20 puntos), el refinamiento (5) y la reducción (5). También se valorará la innovación que aporte (25 puntos), la viabilidad y aplicabilidad del nuevo método alternativo (20), la calidad científico-técnica del mismo (15), y la experiencia del solicitante o del equipo de investigación (10). Cabe hacer memoria que en España cada año se usan más de 800.000 animales, entre los cuales roedores, peces, gatos, perros, conejos, cobayas, monos o hurones, en experimentación regulatoria de productos comerciales, o para indagar comportamientos, medicinas, armas o algunas enfermedades. El fomento de los métodos alternativos, como lo son organoides, órganos en chip, cultivos celulares o modelos computacionales, ya muy avanzados pero aún muy poco conocidos, es crucial  para frenar la inercia secular del uso innecesario de otros seres en ensayos que provocan un gran sufrimiento y también lo es para el progreso de la ciencia y la mejora en la salud humana.

Enlace de interés:

Paso adelante en la investigación con organoides para combatir enfermedades cerebrales

Investigadores del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla demuestran que estos modelos son más eficaces y prácticos que los tests con animales.

1 enero 2023

Los cultivos celulares pueden reemplazar la mayoría de aquellos ensayos que se desarrollan todavía en animales. Es una constatación tratada ya ampliamente en este blog, pues su estudio y crecimiento ha resultado exponencial dentro del mundo de la biomedicina los últimos años. Los avances, sin embargo, se suceden día tras día, y progresivamente se hace más urgente y evidente la necesidad de dejar de infligir un sufrimiento absurdo a otras especies.

Esta vez la positiva y esperanzadora novedad provino de un equipo de investigadores andaluces de la Red de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas, en cooperación con el grupo de Neurociencia Aplicada del Instituto de Biomedicina de Sevilla. Los científicos han diseñado, a partir de un banco de células madre pluripotentes, aquellas que tienen la capacidad de convertirse en otras semejantes o en tejidos específicos, organoides cerebrales que han servido como base para poder ensayar terapias novedosas en la cura de ciertas enfermedades. En un tiempo de entre uno y dos meses, estos cultivos in vitro se han tornado en diminutos órganos, con tejidos diferentes identificados, que cumplen perfectamente las mismas funciones que a mayor escala desempeñan los presentes en el cerebro de un ser humano.

Modelo perfecto para la investigación

Es el primer paso para investigar nuevas terapias. Los nuevos minitejidos servirán de base viva y en 3 dimensiones para probar la eficacia de nuevos medicamentos o remedios avanzados. Son minicerebros que además han sido elaborados sin infligir sufrimiento alguno a ningún animal, y que son perfectamente comparables con los de cualquier humano y hasta tienen la capacidad de poder ser en poco tiempo personalizados. Los minicerebros diseñados en Sevilla han demostrado ser, a parte, eficaces de igual forma o hasta más que los roedores, especialmente ratones, que suelen usarse para comprobar la viabilidad y la seguridad de tratamientos contra las enfermedades neurológicas. Se trata en definitiva de moldes más rápidos, sencillos, y específicos, que pueden acelerar los tratamientos y dar pasos de gigante para mejorar nuestra salud, y servir de fundamento en la batalla contra graves afecciones como el cáncer o el alzheimer. Es el resultado de este nuevo estudio, publicado en un número especial de la Revista Animals que se centra únicamente en casos de biomedicina alternativos a la clásica investigación con animales.  

Medicina regenerativa sin sufrimiento animal

Otra vez, enésima en el mundo de la biomedicina, vuelve a concluir la ciencia que cualquier especie viva es poco comparable con un ser humano, y que por muchos retoques, inyecciones y cambios de genes, un ratón, un hurón o un conejo disponen de una anatomía y un metabolismo que funcionan con pautas muy diferentes a aquellas que rigen en una persona. Concluir y trasladar pues las reacciones que suceden en el cuerpo de estos animales hacia un escenario clínico futuro humano es poco menos que una lotería o una imprecisión mayúscula.

La importancia que acarrean las terapias en la medicina regenerativa hacen de este nuevo estudio una pieza básica y crucial para avanzar. Se trata de un mundo aún con múltiples interrogantes que va acaparando progresivamente el interés a causa de su enorme potencialidad y funcionalidad. Afecciones que no tienen un remedio todavía, pueden reducir sus consecuencias o sanarse por completo introduciendo al organismo células embrionarias (las que tiene un embrión originario a los pocos días de su formación) o células madre adultas programadas para poder convertirse en otras que sirvan para regenerar tejidos que han sido dañados.

Estas grandes posibilidades van ceñidas, no obstante, a otros riesgos que hay que comprobar con anterioridad. Por este motivo las autoridades requieren de ensayos de regulación con tal de cerciorarse de que estos tratamientos no conllevarán efectos secundarios ni inmunológicos adversos. Estas pruebas, hasta ahora, se han venido realizando mayormente en ratones inducidos con alteraciones específicas, hecho que provoca ya de entrada un sufrimiento inherente a estos animales que suelen tener por ende, y científicamente hablando, un fin trágico e innecesario. Además de ser más rápidos y comparables, los innovadores organoides cerebrales pueden sustituir de ahora en adelante el sufrimiento de miles de especies inocentes.           

Enlace de interés: Artículo científico sobre la investigación publicado en la revista “Animals”. Leer artículo aquí