Importantes avances en Suiza para acabar la investigación con peces

Un nuevo proyecto de 4 años auspiciado por la National Science Foundation busca sustituir los ensayos de toxicidad en animales vivos por cultivos de células y métodos computacionales.

12 agosto 2022

Nuevo ejemplo del progreso incesante en relación a la investigación alternativa para sustituir la experimentación con animales. Esta vez se trata de una apuesta enmarcada en el Programa de Investigación Estatal de Suiza, que a través de la Fundación Nacional de Ciencia finanza proyectos que tienen como trasfondo el objetivo claro de reemplazar o al menos reducir el uso de especies vivas para ensayos de laboratorio. La nueva investigación, que se desarrolla en el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuáticas (EAWAG) en cooperación con la Universidad de Utrecht, cuenta con un presupuesto de 1 millón de Francos Suizos (1.030.000 euros) y tendrá una duración de cuatro años. La iniciativa, coordinada por la bióloga Kristin Schrimer, jefa del Departamento de Toxicología Ambiental de EAWAG, y Bernhard Truffer, profesor de la Universidad de Utrecht, se llevará a cabo en paralelo a otros 23 proyectos.

La investigación aprobada

EAWAG, como centro líder en la investigación acuática, lleva ya muchos años implicada en el desarrollo de los métodos alternativos. En 2021 consiguió que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un referente mundial para establecer estándares e impulsar nuevas políticas de base, publicara en medio de una guía de prácticas ambientales positivas, un modelo suyo de ensayo como referencia en el campo de la toxicología. Se trataba simplemente del cultivo in vitro, con pequeños recipientes dentro del laboratorio, de células de una especie de trucha de río muy usada en los experimentos. Se reproducía parte del tejido de las branquias, órgano que guarda una función respiratoria en todos los animales que pueblan el medio acuático. Su importancia, yendo más allá de la mera captación de oxígeno, es fundamental, puesto que se trata del primer contacto que el individuo tiene con el medio. Por ahí pasan todas las sustancias que después se adentran en el organismo, hecho que es elemental, y permite deducir, y diagnosticar lo que puede sucederle al pez en su conjunto cuando toca, inhala o ingiere un determinado elemento. 

Innovación y fiabilidad

Con esta base ya aceptada y en marcha, la investigación se centra ahora en poder complementar los datos provenientes del tejido branquial, con otras observaciones. Para evaluar con una precisión más elevada qué efectos tendrá una sustancia química en un organismo, los científicos proponen la combinación de métodos in vitro y computacionales.

En primer lugar, debe reportarse aquello que sucede en otros órganos. Con esta finalidad, y de igual manera que se hizo con las branquias, es preciso de reproducir otros tejidos a pequeña escala como lo son el nervioso o el intestinal. Una vez hallados los modelos, y a base de comprobaciones repetidas, introducir la sustancia que se desea investigar en el cultivo y ver las modificaciones que provoca.

Las reacciones observadas en cada uno de los órganos, van a ser, en paralelo, inseridas en un modelo informático centralizado. Un programa que contiene muchos datos biológicos y también capacidad para reproducir al pez en su completa estructura y en tres dimensiones. Una metodología que ha de hacer posible lanzar nuevas predicciones con un grado de fiabilidad y precisión muy elevado.

Menos animales vivos

Este ejemplo de Suiza está basado en la trucha de río, pero puede extrapolarse cuando avance a muchos otros organismos. Hay que recordar que las pruebas de toxicología, en las cuales muchos animales son forzados a ingerir o a contactar con elementos químicos de consecuencias ignoradas, son las más crueles, y originan daños muy severos y muertes innecesarias. En el último informe de estadísticas a nivel europeo, publicado en el mes de julio y relativo a 2019, se constata como los ensayos en los peces decrecen tímidamente (un 8% en comparación con 2018). Sin embargo, sigue siendo el segundo grupo de animales más utilizado (2.574.857 usos), solo por detrás de los ratones (5.515.089). Esto representa un porcentaje del 24,27% del total de animales sometidos a experimentos en el Viejo Continente. Unas cifras muy elevadas que investigaciones como la de Suiza, han de contribuir a reducir.

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Baja solo un 1% el uso de animales en experimentación en Europa

La Comisión Europea publica las estadísticas relativas al año 2019, con un descenso prácticamente nulo.

12 agosto 2022

Puntual con las fechas, el informe relativo al uso de animales en experimentación en el seno de la Unión fue publicado el pasado 15 de julio. Se trata de los datos recopilados a lo largo de 2019 constatándose, una vez más, lamentablemente, el escaso progreso, e incluso, una cierta regresión en algunos de los campos experimentales. Todo ello, a pesar de los esfuerzos realizados, de los nuevos pronunciamientos políticos que se han llevado a cabo acerca de la voluntad de reducir el sufrimiento, del avance exponencial de la ciencia alternativa y de la presión continua que hacen los grupos y organizaciones de defensa de los animales, en el ámbito continental.

Las cifras generales:

Desde el pasado año, la estadística que se publica incluye a los 28 estados miembros contabilizados hasta ahora, más Noruega, que no forma parte todavía propiamente de la Unión, pero sí del Espacio Económico Europeo, a través del cual participa de algunos programas y actividades. Este hecho dificulta la rigurosa comparación con períodos anteriores, y es por ello necesario especificar, en cada caso, que es lo que se relata exactamente. De esta forma, e incluyendo al país nórdico, en 2019 la cifra total de usos de animales en experimentación fue de 10.608.764, por los 10.804.854 de 2018. Una  reducción menor al 2%, casi invisible,  que además resulta en lo contrario, en aumento de la misma proporción, si sacamos al estado escandinavo de los números totales que son base del informe.

Los países que más animales utilizaron fueron: Reino Unido (2.304.461), Alemania (2.202.592), Francia (1.865.403), Noruega (1.281.595) y España (817.742).

A estos números hay que añadir los animales sometidos a una modificación genética. Datos nuevos que la Comisión contabiliza desde 2018, y que han mantenido una pauta estable y pocas esperanzas de una reducción notable a corto plazo. A lo largo de 2019 se usaron en Europa 1.218.922 animales para este fin. Con cambios de cromos estudiados en los genes, y por mera conveniencia de la industria, se inducen malformaciones, afecciones y hasta algún tipo de cáncer a este número elevado de individuos, con la excusa del progreso en la investigación inmaculada. Son, a fin de cuentas, animales que padecen de profundos sufrimientos, y que mueren muy a menudo sin,  tan siquiera, haber sido utilizados.

¿Qué animales se usan en experimentación?:

Destaca como nota positiva este año, especialmente, el descenso en el número de perros sometidos, (reducción de un 20%, desde los 25.722 de 2018 a los 20.641 de 2019) así como de primates y de peces (un 8% menos). De otra parte, y desgraciadamente, ha aumentado la utilización de reptiles (105%), de anfibios (58%), de cefalópodos como sepias o pulpos (297%), de gatos (25%), de hurones (23%) y de pájaros (10%).  La inmensa mayoría de los animales son criados en Europa, pero en casos particulares como el de los monos todavía casi la totalidad (un 88%) viene de las granjas y otros centros extranjeros, sobretodo de África y de Asia, donde las normas y controles brillan, en muchas ocasiones, por su ausencia. 

¿En qué ensayos se usan?:

Los experimentos en los que se usan animales sirven en gran mayoría a tres ámbitos distintos: investigación básica (45%), ciencia aplicada (27%) y ensayos regulatorios (17%). Sobresale y destaca este año el aumento de las pruebas asociadas a nuevos conceptos como son la “Protección del Medio Ambiente” o la “Preservación de especies”, derivados de políticas proteccionistas reforzadas en el 2020 (Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad, Estrategia de la Granja a la Mesa o el Pacto Verde Europeo), y que probablemente seguirán incrementándose en los ejercicios venideros. Un concepto que preocupa, porque como señalan los lobbies animalistas, es absurdo preservar especies si se las maltrata.  

En cuestión de sufrimiento bajan pero escasamente los indicadores de severidad. E igualmente todavía se reportan 607.370 individuos (un 5% del total), como “no recuperados”, o sea muertos, por motivos del experimento.

A pesar de las alternativas:

Aunque haya avances significativos en la biotecnología, webs de métodos no animales publicadas y en constante actualización, además de las reiteradas recomendaciones de organismos europeos como puede ser ECVAM (Centro Europeo de Validación de Métodos Alternativos), continúan siendo intolerables y excesivas las cifras de uso de animales en los ámbitos de producción de anticuerpos.

Los próximos informes

Desde los años 90 la Comisión Europea viene informando de las cifras de uso de animales para fines científicos. En un principio, bajo los auspicios de la ley de 1986 (Directiva 86/609/CEE), y, a partir del 2010, apoyándose en las bases de la nueva norma (2010/63/UE), que es la que aún rige. Un histórico de informes que hay que tener siempre en consideración, para proceder a contrastar los resultados unido a la adhesión paulatina y progresiva de nuevos estados miembros (que eran 12 en 1991 y que son 27 actualmente). Dichos reportes eran trianuales hasta 2017 y de 2018 en adelante se publican anualmente. El próximo ejercicio dejará de contabilizarse el Reino Unido con motivo del Brexit. Todos estos factores incrementan la complejidad de poder analizar con exactitud la comparativa con los datos anteriores.

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Estadísticas del uso de animales en experimentacion (2019)

Rescatados 4.000 beagles en un centro de investigación de Estados Unidos

11 agosto 2022

Según un plan aprobado la semana pasada por un juez federal de Estados Unidos, 4.000 beagles serán transferidos por la Sociedad Protectora de Animales del país a sociedades protectoras de animales donde podrán ser adoptados. Los canes se encuentran en un centro de investigación en Cumberland, Virginia, donde se realizaron varias inspecciones que evidenciaron más de 70 violaciones de bienestar animal en las instalaciones de la organización Envigo.

Tras las inspecciones, los beagles serán rescatados del criadero. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos revisó los registros de mortalidad y encontró hasta 300 muertes de cachorros por causas desconocidas desde el día 1 de enero de 2001 hasta el 22 de julio de 2021. Desde las instalaciones del centro de investigación tampoco se tomaron medidas para evitar muertes similares. 

Según una moción presentada el pasado mes de junio, los agentes federales ya han incautado casi 500 canes de raza beagle, tal y como informa la CNN. La Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (HSUS, por sus siglas en inglés) se encargará del traslado de los perros que se dará durante un periodo de sesenta días. 

Inotiv, Inc., la empresa matriz del centro de investigación Envigo, emitió un comunicado tras el fallo en el que asegura que «implementará un plan de cierre ordenado» de las instalaciones de Virginia. Los senadores Mark Warner y Tim Kaine comunicaron que «después de meses de defensa, nos alienta saber que casi 4.000 perros de Envigo se librarán de toda una vida de sufrimiento y, en cambio, se dirigirán a hogares amorosos». 

«También nos complace saber que Inotiv cerrará sus instalaciones de Cumberland y que ningún otro perro estará sujeto a las terribles condiciones y la inexcusable angustia que sufren tantos perros y cachorros en las instalaciones», añadían los senadores del estado, que aseguraron que «seguiremos trabajando en el Senado para evitar el maltrato de animales inocentes en Virginia y la nación».

La directora ejecutiva y fundadora de Homeward Trails Animal Rescue Sue Bell, declaró para la CNN que su equipo se hizo cargo de 36 canes de entre uno y seis años de edad de los 446 beagles que fueron entregados a principios de año, añadiendo que fueron adoptados en tan solo tres semanas. «Esperamos sacar entre 200 y 250 beagles de la propiedad el 19 de julio», comunicó Bell. 

«Las víctimas sobrevivientes de Envigo pronto tendrán la oportunidad de tener lo que todo perro merece: la libertad de disfrutar de la vida, del amor y del respeto por su individualidad como miembros de un hogar familiar», declaraba Daphna Nachminovitch, vicepresidenta sénior de Investigaciones de Crueldad de PETA.

Fuente de información La Vanguardia

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