Garnier se une a Leaping Bunny

La multinacional de cosméticos incorpora el sello internacional Leaping Bunny que certifica que no experimenta ni testa en animales ninguno de sus ingredientes

10 marzo 2021

Después de meses de trabajo a primeros de marzo la compañía francesa, fundada en 1904 en el municipio de Blois (región de Centre-Vall del Loire, cerca de París) recibió el visto bueno para poder certificar todos sus productos bajo el sello Leaping Bunny. Aunque la imagen tardará aún unos meses en hacerse visible en sus productos, los requisitos ya están comprobados. La incorporación y el compromiso de esta multinacional, miembro del Grupo L’Oréal, que es referente en la comercialización de productos para el cuidado del cabello, de la piel, o de la protección solar, con presencia en más de 120 países, es un paso firme y un ejemplo para la difusión del respeto hacia los animales. Aunque, en parte, esos cambios resulten ser también beneficiosos y sean planificados como estrategia de marketing empresarial, garantizan, sin lugar a dudas, un avance hacia un mundo libre de crueldad.

El certificado Leaping Bunny, creado en 1996 por un total de 8 organizaciones internacionales, exige a las marcas el poder comprobar de manera exhaustiva, toda la cadena de ingredientes utilizados en la confección de sus productos. Este sello garantiza la trazabilidad de toda una empresa, y no sólo de uno o varios de sus productos acabados. Para obtenerlo, Garnier también tuvo que inspeccionar y presentar un informe relativo a sus 500 proveedores, que suministran cerca de 3.000 ingredientes, acreditando que éstos no realizan ningún test en animales. La marca se compromete, así mismo, a no comercializar sus productos en lugares que exijan previamente pruebas en ratones, conejos, ratas o cobayas, que son las especies más usadas, y permite poder ser auditada, cada año y de manera independiente, por inspectores ajenos a su círculo de influencia. Con la incorporación de este peso pesado de la industria cosmética, Leaping Bunny, que cuenta ahora mismo con un total de 2.100 compañías certificadas, da un paso más muy importante.

Relación de empresas certificadas bajo el sello Leaping Bunny: https://www.leapingbunny.org/shopping-guide

La Sala de Recurso de ECHA vuelve a posicionarse a favor de las alternativas a la experimentación con animales

La decisión ofrece una nueva oportunidad para salvar de muerte y sufrimiento severo a 12.600 ratas y conejos.

Marzo 2021

La Sala de Recurso de la Agencia Europea de Químicos (ECHA) falló de nuevo a favor de un recurso presentado por un grupo de empresas que manejan un tipo de sustancias conocidas como Zinc Dialquil Ditiofosfatos. Se trata de aditivos que se usan como parte de fluidos hidráulicos, unas mezclas líquidas de variantes propiedades que tienen la función de lubricar, mantener, separar y depurar la más diversa amalgama de sistemas de ingeniería mecánica.

Por la posible toxicidad de algunos de estos componentes y siguiendo el mandato del reglamento REACH, que entró en vigor el 1 de junio de 2007 y que fue el responsable de la propia puesta en marcha de la Agencia Europea de Químicos, la ECHA se guarda la posibilidad de obligar a la realización de nuevas pruebas o de tests adicionales cuando hay dudas sobre la seguridad de ingredientes o productos. Sucedió así mismo en este caso que contamos. La Agencia ordenó a este grupo de empresas a hacer 2 nuevos tipos  de investigaciones para comprobar la viabilidad de 13 de estas sustancias. Las pruebas, estudios de toxicidad en dosis repetidas a 90 días y evaluaciones de desarrollo prenatal, implicaban la utilización de 12.600 animales en total, entre ratas y conejos. El método empleado hubiera consistido, para resumir, en la introducción repetida en dosis variables de elementos potencialmente tóxicos a los animales mediante un tubo que se les coloca en la garganta.   

El recurso presentado

Las empresas alegaron que estas pruebas eran innecesarias. Se trataba de sustancias nuevas sí, pero “similares”, es decir, que podían compararse con aditivos parecidos ya testados previamente, sin tener que someter a largos y dolorosos sufrimientos a miles de animales. Las compañías, con la ayuda de otros actores como Cruelty Free Europe, el lobby europeo que lucha en contra de la experimentación con animales y del cual ONG ADDA forma parte, presentaron un recurso a la Sala de Recursos de ECHA, que forma parte de la misma Agencia pero que funciona de manera independiente. A finales de febrero la decisión fue clara: ECHA debe conceder a las empresas, por lo menos, la posibilidad de argumentar la validez de su propuesta, que se basa en releer las pruebas ya existentes en sustancias similares para evitar así un nuevo proceso largo y poco ético.

Casos recientes similares

La fuerza de la novedad radica en la suma de casos recientes que refuerzan un principio básico del reglamento REACH. El que dice claramente que los animales sólo deben utilizarse para el test de productos como último recurso y cuando no haya alternativas validadas al respecto para hacerlo. En este mismo blog podéis consultar la sentencia que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea emitió al respecto del caso de la empresa ESSO Rafinage, a quien la ECHA había obligado, a pesar de la existencia probada de alternativas, a testar una sustancia nueva en conejos para comprobar su posible toxicidad prenatal.

Referencias:

Artículo de este mismo Blog: “Sentencia favorable de la U.E. en contra de la experimentación con animales”

La “Estrategia de Químicos, ECHA”, de la UE, implica hacer ensayos con animales en detrimento del reglamento REACH

La nueva estrategia europea de químicos para la sostenibilidad no recoge ningún compromiso para poner fin a la experimentación con animales.

19 octubre 2020

Es reciente. Vio la luz el pasado 14 de octubre y es la hoja de ruta a seguir en materia de registro, evaluación y comercialización de sustancias químicas dentro de la Unión Europea. La nueva Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad (EU Chemicals Strategy for Sustainability) es un acuerdo enmarcado dentro del Plan “Green Deal” adoptado en 2019 y que pretende acabar antes de 2050, por ejemplo, con la emisión de gases de efecto invernadero o con la polución del aire. La estrategia mencionada tiene que llevarla a cabo la ECHA, la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos, que es la que controla la materia desde la entrada en vigor del Reglamento REACH (1907/2006 de 18 de diciembre de 2006). Dicho reglamento establece muy claramente en su artículo 25 la siguiente consideración: “Con el fin de evitar los ensayos con animales, para los fines del presente Reglamento se realizarán ensayos con animales vertebrados sólo como último recurso. También es necesario tomar medidas para limitar la duplicación de otros ensayos”.

Pues bien, en la nueva estrategia no hay mención alguna ni plan concreto para lograr ese objetivo, como así Cruelty Free Europe, lobby europeo que lucha para poner fin a la experimentación con animales, del cual Ong ADDA forma parte, ha venido reclamando con insistencia a los responsables políticos. El nuevo texto sólo menciona que los animales “son aún usados sistemáticamente para hacer pruebas en el campo de la química en Europa”. Y no establece ningún compromiso más allá del genérico:  “fomentar la investigación, las innovaciones digitales y la capacidad de análisis de datos para sustituir los experimentos con animales”.

Los últimos datos de 2018 indican que en Europa, a pesar de las intenciones que claramente exponen los distintos reglamentos en vigor, los animales usados para la experimentación en materia de químicos seguían creciendo. 2,2 millones fueron sometidos en concreto a las torturas que suponen las pruebas para permitir a las empresas inscribir nuevos materiales o mezclas de ellos en el registro oficial REACH.

Katy Taylor, Directora de Ciencia de Cruelty Free Europe, lamenta este nuevo retroceso: “La financiación destinada a alternativas por la Comisión Europea y la ECHA es insignificante y la incorporación formal de nuevos métodos inaceptablemente lenta. Si no se hace nada para fomentar la inversión, la nueva estrategia de químicos comportará, de nuevo, la muerte y el sufrimiento de millones de animales.” Y constata así mismo, el incumplimiento de las expectativas. “Espérabamos que esta, como pilar central del plan de sostenibilidad de la Unión Europea, hubiera sido una estrategia proactiva y ambiciosa para alejarse de la experimentación con animales. Lamentablemente no hay señales de eso”.

La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, en comparación, sí ha dado, recientemente, un paso adelante del que ahora se aleja Europa. Se trata de la publicación de un nuevo reglamento que permite a los investigadores renunciar a probar productos químicos en la piel de los animales en determinadas circunstancias.

La justicia europea ratifica no experimentar con animales

El Tribunal de Justicia de la UE, tajante contra la experimentación en cosméticos

Diciembre 2016

Redacción. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha rechazado con fecha 21 de septiembre de 2016 los argumentos presentados por la Federación Europea de Ingredientes Cosméticos, EFCI, que pretendían eludir lo que establece el vigente reglamento sobre productos cosméticos en la UE, que prohíbe la experimentación con animales de los productos cosméticos y sus ingredientes, así como la comercialización en la UE de cosméticos experimentados en animales.

El caso fue presentado el año 2015 por la EFCI, un poderoso lobby que representa a la mayoría de los fabricantes de ingredientes para cosméticos en Europa. Dicha federación, apoyada por el gobierno francés, argumentó que las compañías de cosméticos deberían poder vender en la UE productos cosméticos que contienen ingredientes experimentados en animales en terceros países, como por ejemplo China o bajo otra normativa europea, como el Reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias y mezclas químicas).

Según el tribunal europeo, el acceso al mercado de la UE está condicionado a la observancia de la prohibición de la experimentación con animales de los productos cosméticos. Además, la consecución del objetivo del reglamento sobre cosméticos se vería seriamente comprometido si las prohibiciones establecidas en la legislación de la UE pudieran ser eludidas mediante la realización de la experimentación con animales en terceros países.

La entidad británica Cruelty Free International y la Federación Europea Contra la Experimetación AnimalECEAE, —representada en España por Ong ADDA—, que presentaron en su día en la Corte europea sus argumentos contra los intentos de la EFCI de debilitar la histórica prohibición de los ensayos en animales de los cosméticos en la UE, aplauden la decisión del tribunal, que hará más difícil a las empresas la venta en la UE de cosméticos y sus productos derivados, que han sido experimentados con animales provenientes de otras parte del mundo. Solicitan también a las administraciones competentes que se aseguren de que las prohibiciones establecidas en la legislación europea se cumplan rigurosamente para evitar el sufrimiento y la muerte de los animales (fondo documental CFI).

Fuente información: ADDA DEFIENDE LOS ANIMALES (revista número 53)