Importantes avances en Suiza para acabar la investigación con peces

Un nuevo proyecto de 4 años auspiciado por la National Science Foundation busca sustituir los ensayos de toxicidad en animales vivos por cultivos de células y métodos computacionales.

12 agosto 2022

Nuevo ejemplo del progreso incesante en relación a la investigación alternativa para sustituir la experimentación con animales. Esta vez se trata de una apuesta enmarcada en el Programa de Investigación Estatal de Suiza, que a través de la Fundación Nacional de Ciencia finanza proyectos que tienen como trasfondo el objetivo claro de reemplazar o al menos reducir el uso de especies vivas para ensayos de laboratorio. La nueva investigación, que se desarrolla en el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuáticas (EAWAG) en cooperación con la Universidad de Utrecht, cuenta con un presupuesto de 1 millón de Francos Suizos (1.030.000 euros) y tendrá una duración de cuatro años. La iniciativa, coordinada por la bióloga Kristin Schrimer, jefa del Departamento de Toxicología Ambiental de EAWAG, y Bernhard Truffer, profesor de la Universidad de Utrecht, se llevará a cabo en paralelo a otros 23 proyectos.

La investigación aprobada

EAWAG, como centro líder en la investigación acuática, lleva ya muchos años implicada en el desarrollo de los métodos alternativos. En 2021 consiguió que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un referente mundial para establecer estándares e impulsar nuevas políticas de base, publicara en medio de una guía de prácticas ambientales positivas, un modelo suyo de ensayo como referencia en el campo de la toxicología. Se trataba simplemente del cultivo in vitro, con pequeños recipientes dentro del laboratorio, de células de una especie de trucha de río muy usada en los experimentos. Se reproducía parte del tejido de las branquias, órgano que guarda una función respiratoria en todos los animales que pueblan el medio acuático. Su importancia, yendo más allá de la mera captación de oxígeno, es fundamental, puesto que se trata del primer contacto que el individuo tiene con el medio. Por ahí pasan todas las sustancias que después se adentran en el organismo, hecho que es elemental, y permite deducir, y diagnosticar lo que puede sucederle al pez en su conjunto cuando toca, inhala o ingiere un determinado elemento. 

Innovación y fiabilidad

Con esta base ya aceptada y en marcha, la investigación se centra ahora en poder complementar los datos provenientes del tejido branquial, con otras observaciones. Para evaluar con una precisión más elevada qué efectos tendrá una sustancia química en un organismo, los científicos proponen la combinación de métodos in vitro y computacionales.

En primer lugar, debe reportarse aquello que sucede en otros órganos. Con esta finalidad, y de igual manera que se hizo con las branquias, es preciso de reproducir otros tejidos a pequeña escala como lo son el nervioso o el intestinal. Una vez hallados los modelos, y a base de comprobaciones repetidas, introducir la sustancia que se desea investigar en el cultivo y ver las modificaciones que provoca.

Las reacciones observadas en cada uno de los órganos, van a ser, en paralelo, inseridas en un modelo informático centralizado. Un programa que contiene muchos datos biológicos y también capacidad para reproducir al pez en su completa estructura y en tres dimensiones. Una metodología que ha de hacer posible lanzar nuevas predicciones con un grado de fiabilidad y precisión muy elevado.

Menos animales vivos

Este ejemplo de Suiza está basado en la trucha de río, pero puede extrapolarse cuando avance a muchos otros organismos. Hay que recordar que las pruebas de toxicología, en las cuales muchos animales son forzados a ingerir o a contactar con elementos químicos de consecuencias ignoradas, son las más crueles, y originan daños muy severos y muertes innecesarias. En el último informe de estadísticas a nivel europeo, publicado en el mes de julio y relativo a 2019, se constata como los ensayos en los peces decrecen tímidamente (un 8% en comparación con 2018). Sin embargo, sigue siendo el segundo grupo de animales más utilizado (2.574.857 usos), solo por detrás de los ratones (5.515.089). Esto representa un porcentaje del 24,27% del total de animales sometidos a experimentos en el Viejo Continente. Unas cifras muy elevadas que investigaciones como la de Suiza, han de contribuir a reducir.

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Baja solo un 1% el uso de animales en experimentación en Europa

La Comisión Europea publica las estadísticas relativas al año 2019, con un descenso prácticamente nulo.

12 agosto 2022

Puntual con las fechas, el informe relativo al uso de animales en experimentación en el seno de la Unión fue publicado el pasado 15 de julio. Se trata de los datos recopilados a lo largo de 2019 constatándose, una vez más, lamentablemente, el escaso progreso, e incluso, una cierta regresión en algunos de los campos experimentales. Todo ello, a pesar de los esfuerzos realizados, de los nuevos pronunciamientos políticos que se han llevado a cabo acerca de la voluntad de reducir el sufrimiento, del avance exponencial de la ciencia alternativa y de la presión continua que hacen los grupos y organizaciones de defensa de los animales, en el ámbito continental.

Las cifras generales:

Desde el pasado año, la estadística que se publica incluye a los 28 estados miembros contabilizados hasta ahora, más Noruega, que no forma parte todavía propiamente de la Unión, pero sí del Espacio Económico Europeo, a través del cual participa de algunos programas y actividades. Este hecho dificulta la rigurosa comparación con períodos anteriores, y es por ello necesario especificar, en cada caso, que es lo que se relata exactamente. De esta forma, e incluyendo al país nórdico, en 2019 la cifra total de usos de animales en experimentación fue de 10.608.764, por los 10.804.854 de 2018. Una  reducción menor al 2%, casi invisible,  que además resulta en lo contrario, en aumento de la misma proporción, si sacamos al estado escandinavo de los números totales que son base del informe.

Los países que más animales utilizaron fueron: Reino Unido (2.304.461), Alemania (2.202.592), Francia (1.865.403), Noruega (1.281.595) y España (817.742).

A estos números hay que añadir los animales sometidos a una modificación genética. Datos nuevos que la Comisión contabiliza desde 2018, y que han mantenido una pauta estable y pocas esperanzas de una reducción notable a corto plazo. A lo largo de 2019 se usaron en Europa 1.218.922 animales para este fin. Con cambios de cromos estudiados en los genes, y por mera conveniencia de la industria, se inducen malformaciones, afecciones y hasta algún tipo de cáncer a este número elevado de individuos, con la excusa del progreso en la investigación inmaculada. Son, a fin de cuentas, animales que padecen de profundos sufrimientos, y que mueren muy a menudo sin,  tan siquiera, haber sido utilizados.

¿Qué animales se usan en experimentación?:

Destaca como nota positiva este año, especialmente, el descenso en el número de perros sometidos, (reducción de un 20%, desde los 25.722 de 2018 a los 20.641 de 2019) así como de primates y de peces (un 8% menos). De otra parte, y desgraciadamente, ha aumentado la utilización de reptiles (105%), de anfibios (58%), de cefalópodos como sepias o pulpos (297%), de gatos (25%), de hurones (23%) y de pájaros (10%).  La inmensa mayoría de los animales son criados en Europa, pero en casos particulares como el de los monos todavía casi la totalidad (un 88%) viene de las granjas y otros centros extranjeros, sobretodo de África y de Asia, donde las normas y controles brillan, en muchas ocasiones, por su ausencia. 

¿En qué ensayos se usan?:

Los experimentos en los que se usan animales sirven en gran mayoría a tres ámbitos distintos: investigación básica (45%), ciencia aplicada (27%) y ensayos regulatorios (17%). Sobresale y destaca este año el aumento de las pruebas asociadas a nuevos conceptos como son la “Protección del Medio Ambiente” o la “Preservación de especies”, derivados de políticas proteccionistas reforzadas en el 2020 (Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad, Estrategia de la Granja a la Mesa o el Pacto Verde Europeo), y que probablemente seguirán incrementándose en los ejercicios venideros. Un concepto que preocupa, porque como señalan los lobbies animalistas, es absurdo preservar especies si se las maltrata.  

En cuestión de sufrimiento bajan pero escasamente los indicadores de severidad. E igualmente todavía se reportan 607.370 individuos (un 5% del total), como “no recuperados”, o sea muertos, por motivos del experimento.

A pesar de las alternativas:

Aunque haya avances significativos en la biotecnología, webs de métodos no animales publicadas y en constante actualización, además de las reiteradas recomendaciones de organismos europeos como puede ser ECVAM (Centro Europeo de Validación de Métodos Alternativos), continúan siendo intolerables y excesivas las cifras de uso de animales en los ámbitos de producción de anticuerpos.

Los próximos informes

Desde los años 90 la Comisión Europea viene informando de las cifras de uso de animales para fines científicos. En un principio, bajo los auspicios de la ley de 1986 (Directiva 86/609/CEE), y, a partir del 2010, apoyándose en las bases de la nueva norma (2010/63/UE), que es la que aún rige. Un histórico de informes que hay que tener siempre en consideración, para proceder a contrastar los resultados unido a la adhesión paulatina y progresiva de nuevos estados miembros (que eran 12 en 1991 y que son 27 actualmente). Dichos reportes eran trianuales hasta 2017 y de 2018 en adelante se publican anualmente. El próximo ejercicio dejará de contabilizarse el Reino Unido con motivo del Brexit. Todos estos factores incrementan la complejidad de poder analizar con exactitud la comparativa con los datos anteriores.

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Estadísticas del uso de animales en experimentacion (2019)

Rescatados 4.000 beagles en un centro de investigación de Estados Unidos

11 agosto 2022

Según un plan aprobado la semana pasada por un juez federal de Estados Unidos, 4.000 beagles serán transferidos por la Sociedad Protectora de Animales del país a sociedades protectoras de animales donde podrán ser adoptados. Los canes se encuentran en un centro de investigación en Cumberland, Virginia, donde se realizaron varias inspecciones que evidenciaron más de 70 violaciones de bienestar animal en las instalaciones de la organización Envigo.

Tras las inspecciones, los beagles serán rescatados del criadero. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos revisó los registros de mortalidad y encontró hasta 300 muertes de cachorros por causas desconocidas desde el día 1 de enero de 2001 hasta el 22 de julio de 2021. Desde las instalaciones del centro de investigación tampoco se tomaron medidas para evitar muertes similares. 

Según una moción presentada el pasado mes de junio, los agentes federales ya han incautado casi 500 canes de raza beagle, tal y como informa la CNN. La Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (HSUS, por sus siglas en inglés) se encargará del traslado de los perros que se dará durante un periodo de sesenta días. 

Inotiv, Inc., la empresa matriz del centro de investigación Envigo, emitió un comunicado tras el fallo en el que asegura que «implementará un plan de cierre ordenado» de las instalaciones de Virginia. Los senadores Mark Warner y Tim Kaine comunicaron que «después de meses de defensa, nos alienta saber que casi 4.000 perros de Envigo se librarán de toda una vida de sufrimiento y, en cambio, se dirigirán a hogares amorosos». 

«También nos complace saber que Inotiv cerrará sus instalaciones de Cumberland y que ningún otro perro estará sujeto a las terribles condiciones y la inexcusable angustia que sufren tantos perros y cachorros en las instalaciones», añadían los senadores del estado, que aseguraron que «seguiremos trabajando en el Senado para evitar el maltrato de animales inocentes en Virginia y la nación».

La directora ejecutiva y fundadora de Homeward Trails Animal Rescue Sue Bell, declaró para la CNN que su equipo se hizo cargo de 36 canes de entre uno y seis años de edad de los 446 beagles que fueron entregados a principios de año, añadiendo que fueron adoptados en tan solo tres semanas. «Esperamos sacar entre 200 y 250 beagles de la propiedad el 19 de julio», comunicó Bell. 

«Las víctimas sobrevivientes de Envigo pronto tendrán la oportunidad de tener lo que todo perro merece: la libertad de disfrutar de la vida, del amor y del respeto por su individualidad como miembros de un hogar familiar», declaraba Daphna Nachminovitch, vicepresidenta sénior de Investigaciones de Crueldad de PETA.

Fuente de información La Vanguardia

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Baja un 15% el uso de animales en experimentación en el Reino Unido durante el 2020

EL PROPIO GOBIERNO ATRIBUYE EL DESCENSO, SIN EMBARGO, A LOS DOS CONFINAMIENTOS PROVOCADOS POR LA SITUACIÓN SANITARIA DERIVADA DEL COVID-19

1 septiembre 2021

Las cifras de animales utilizados para fines científicos en el Reino Unido se sitúan por primera vez desde 2004 por debajo de los 3 millones. Los datos, que recogen estadísticas de Inglaterra, Gales y Escocia (no de Irlanda del Norte), pasan en total de los 3,4 millones de procedimientos experimentales realizados en 2019 hasta los 2,88 de este 2020 (lo que supone un 15% menos). Unas cifras alentadoras que, no obstante, el propio Gobierno se ha encargado de matizar y ha atribuido claramente a la inactividad provocada por los dos confinamientos que han obligado a parar también laboratorios. Es por este motivo, y por otros datos que siguen preocupando, que tres organizaciones históricas en defensa de los animales, Cruelty Free International, Animal Free Research y la proteccionista escocesa One Kind, han lanzado una nueva petición para pedir al Gobierno estatal que adopte un plan de acción específico para promocionar de una vez por todas la ciencia alternativa y para abandonar la era de la experimentación con animales.

Las tres organizaciones han querido llamar la atención hacia esta temática recreando una fotografía de protesta que en 1919 reunió en la plaza del Parlamento a 3 mujeres de la British Union for the Abolition of Vivisection (el embrión de la actual Cruelty Free International), mientras en la cámara se debatía una nueva ley para la protección de los perros. Para esta puesta en escena contemporánea fueron las actrices Evanna Lynch, Lucy Watson y Lesley Nicol, conocidas por sus apariciones en series y películas populares, quienes se encargaron de sujetar los carteles de protesta en el mismo escenario y de dar visibilidad a un problema que como hemos repetido muchas veces no es sólo de maltrato, sino de enquistamiento en una ciencia anticuada y poco fiable.   

Datos engañosos

Más allá del descenso en las cifras totales de este 2020, hay que recalcar que con mucho margen y seguido sólo por Francia y Alemania, el Reino Unido sigue siendo el país líder a nivel europeo en cuanto al uso de animales para experimentación. Si uno se fija en las estadísticas de los últimos 10 años, observa además que el decremento tampoco es tan alentador porque la tendencia a la disminución es solamente de un irrisorio 1% anual en el número de ensayos. Es evidente que este mantenimiento de la tendencia aún no va acompañado de políticas públicas decididas de promoción de nuevos métodos alternativos y que no existe todavía ninguna apuesta valiente para abandonar un modelo científico obsoleto y erróneo. 

Del informe publicado este pasado mes de julio se subrayan además otros datos importantes. La mitad de los procedimientos que envuelven animales se dan para mantener especies Genéticamente Modificadas, a las que se inoculan patologías u otros defectos génicos con los que deberán convivir todas sus vidas. La otra mitad son experimentos concretos, de los cuales, un 53%, pertenece al ámbito de la investigación básica. Este hecho es doblemente grave puesto que dicho campo no conlleva ningún requerimiento legal o de seguridad que obligue a experimentar con animales.

Por otro lado e incomprensiblemente, sigue aumentando el uso de especies protegidas de manera expresa y concreta en la legislación. Así, este 2020, se ha incrementado un 3% el uso de perros, un 11% el uso de gatos y conejos, y un 3% (un 29% si lo comparamos con los números de 2010) de caballos. También creció en un 77% el uso de algunos tipos de primates como son los macacos Rhesus. En este apartado hace falta considerar que muchos de ellos, lejos de derivar de centros propios controlados por el mismo Gobierno, siguen siendo importados directamente desde África y desde Asia, cosa que aviva y sigue dando carta blanca al tráfico internacional.

Por último, es cierto que la severidad de los experimentos disminuye por un lado, pero aumenta por el otro. Los ensayos que se considera que infligen un sufrimiento entre moderado y severo representan sólo un 28% del total, un 4% menos que en 2019. Suben, en esta línea también, dos puntos, hasta un 14%, los animales a los cuales no se llega a causar ni un daño leve. Pero por el contrario, se incrementan un 2% (del 5% de 2019 al 7% actual) los casos de “No recuperación”, es decir, aquellos en los que los animales mueren directamente a causa del dolor provocado en los laboratorios. (J.G.)

ECVAM publica una nueva guía técnica con 568 métodos alternativos para investigar enfermedades neurodegenerativas

7 mayo 2021

LA TASA DE ERROR EN LA INVESTIGACIÓN ACTUAL PARA TRATAR EL ALZHEIMER, HECHA EN SU MAYOR PARTE CON RATONES, ALCANZA EL 99%

Ya está disponible para consultar el tercer informe técnico que EURL ECVAM, el laboratorio de referencia a nivel europeo para la validación de Métodos Alternativos, ha presentado para ser usado como herramienta de base tanto a nivel científico, como también político o de la ciudadanía. Se trata de la continuación de una serie que empezó el pasado mes de septiembre con la recopilación de alternativas a la experimentación con animales en el ámbito de las enfermedades respiratorias, y que debe abarcar en su final a 7 campos diferentes de afectaciones, tales como el cáncer o las disfunciones cardiovasculares. En este caso, el informe detallado describe 568 métodos alternativos que pueden ser usados para la investigación de enfermedades neurodegenerativas, un terreno donde el Alzheimer o el Parkinson toman su mayor protagonismo. Para hacer posible esta clasificación, los autores revisaron 13.000 trabajos publicados en el período comprendido entre los años 2013 y 2018.

La guía muestra una vasta metodología que consiste en cultivos de células (Métodos in vivo), modelos biológicos de datos y simulaciones hechas por computación (Métodos in silico), y también ejemplos de medicina personalizada, con extracción y cultivo de células particulares de pacientes (los llamados Métodos ex vivo). Los modelos más innovadores y que ofrecen una variedad de oportunidades más amplia son aquellos que permiten la posibilidad de conectar diversos órganos mediante un sistema multifluídico, que simula la circulación sanguínea humana (Sistemas de multiórganos, o multiórganos en chip), y también los modelos de replicación de tejidos a partir de células pluripotentes inducidas, eso es, células madre modificadas que tienen la capacidad particular de especializarse y multiplicarse permanentemente para formar nuevas unidades biológicas de un órgano en concreto.

Todos estos métodos permiten trabajar en dos campos paralelos: la descripción y el tratamiento. Tenemos que pensar que, entre otros datos, las enfermedades neurodegenerativas afectan actualmente a 8 millones de personas en Europa, una cifra que prevé doblarse en los próximos 30 años. Que se gastan anualmente 160 millones de euros para invertir en la atención de implicados y familias. Y que aún así, conocemos muy poco. La investigación actual se realiza básicamente con ratones que son modificados genéticamente para que puedan padecer la agregación proteica en las neuronas que caracteriza estos tipos de patologías. Y sí, los pequeños roedores son capaces de desarrollar proteínas beta amiloides, asociadas a dichas enfermedades,  pero no otros componentes igualmente significativos como son las fibras intracelulares Tau. Tanto así es la falta de precisión en investigaciones con pequeños animales que se calcula que el 99% de estas en los casos relativos a la afectación de Alzheimer no son después en absoluto extrapolables. De hecho, el último medicamento de tratamiento sintomático para esta enfermedad fue aprobado en el lejano 2003.

No existen todavía remedios concretos ni para el parkinson, ni para el alzheimer, ni para otros tipos de demencia, sólo parches y algunas cirugías para aliviar unos síntomas ya manifiestos. Simplemente recomendaciones de prácticas que pueden prevenir un mal mayor, como son el ejercicio físico, una dieta equilibrada o la abstención de estimulantes como el tabaco o el alcohol. Son afectaciones que se asocian a la edad. Sin embargo, tampoco son sinónimos ni se comprende el por qué y el cuándo de su aparición. Una vez más, los experimentos con animales parecen quedar muy lejos de una solución, que pasa sí, por guías de trabajo como esta, repletas de métodos que habrá que comprobar, pero que indudablemente son potencialmente más precisos, más extrapolables, y a parte, no conllevan sufrimiento alguno a animales inocentes, tan sintientes como lo podemos ser nosotros mismos.

24 de abril: Día Mundial del Animal de laboratorio.

Cada año millones de animales de diferentes especies son sometidos a numerosos y crueles experimentos que, en muchos casos aportan dudosos resultados.

Las entidades animalistas pedimos una vez más a los gobiernos y a los científicos, que dediquen más recursos económicos y esfuerzos para desarrollar métodos alternativos sin animales, y de resultados más fiables, que actualmente se encuentran todavía enfrentados a los intereses de los procedimientos rutinarios.

Ong ADDA es la representante en España de la Coalición Europea contra la Experimentación Animal, ECEAE y de Cruelty Free Europa.

La imagenes de los ensayos en Vivotecnia agitan el debate…

18 abril 2021

¿Maltratos en los laboratorios? Las imágenes de cómo operaba Vivotecnia ponen en evidencia una cadena de fallos, horrorizan a los defensores del bienestar animal y reabren el debate sobre el uso de seres vivos en la experimentación.

Las imágenes de la actividad que se efectuaba en el laboratorio de Vivotecnia de Madrid han dado la vuelta al mundo y han provocado una ola de indignación. Conejos, perros, ratones y cerdos son manejados sin contemplaciones y forzados a pruebas contra su voluntad en medio de una aparente rutina que no se interrumpe ni cuando los animales aparecen agonizantes. Son escenas tan crudas que el observador apenas ha tenido tiempo de retirar la mirada cuando la visión del sufrimiento animal da paso inmediato a la náusea.

Con estas imágenes en la cabeza, los veterinarios de la Comunidad de Madrid han entrado esta semana en las instalaciones del laboratorio para inspeccionarlo y comprobar el estado de los animales que sobreviven.

La Comunidad de Madrid decidió paralizar las actividades en el centro, mientras el asunto ha entrado en los juzgados. La grabación lleva la firma de Cruelty Free International, una organización dedicada a la defensa de los animales que, junto a ADDA (Asociación para la Defensa de los Derechos de los Animales), ha presentado denuncia al juzgado.

Carmen Méndez, presidenta de la asociación ADDA, sostiene que la realidad que muestra el vídeo no es un hecho aislado. Y vaticina que la aparición de grabaciones similares de otros centros dependerán de la “conciencia, la ética y la profesionalidad” que muestren otros profesionales, vistas las reacciones sociales provocadas.

“No sé si esto que hemos visto pasa mucho o poco. Pero lo que hemos constatado es que en todas las instalaciones que son herméticas y sin posibilidad de ser vistas, se producen abusos con los animales”, dice Méndez. Según ella, es algo que se repite no solo “en los laboratorios de experimentación, sino también en mataderos o en la cadena de transporte” de animales. 

Carlos Contreras, abogado que representa a las entidades denunciantes, cree también que “es probable que en el día a día de los laboratorios en España haya situaciones que impliquen delitos con animales;; no creo que sea un hecho tan aislado”.

El vídeo, dice Carlos Contreras, muestra «conductas grotescas» de los operarios, insultos antisemitas, mofas, bofetadas y animales sin sedación. «Lo que más llama la atención es que se cause un sufrimiento innecesario, no solo físico en el tratamiento lesivo de los animales, sino también psicológico. Son conductas que no serían aprobadas por ningún comité ético, que se enmarcan fuera de la ley de experimentación animal», recalca. 

Reiteración de fallos en los controles

Carmen Méndez (ADDA) sostiene que el suceso deja en evidencia una “reiteración de fallos en los controles” en toda cadena, lo que, en sí mismo, cuestiona no solo el trabajo de los operarios, sino también los supervisores, técnicos e incluso el comité ético de la empresa encargado de velar y supervisar que se cumple la ley y garantizar que se atenúa al máximo el sufrimiento del animal.

La directiva europea y su adaptación al derecho español exige numerosos requisitos para trabajar con animales en experimentación. El personal tiene que estar formado y capacitado. El investigador, para abordar cualquier proyecto, debe justificar el empleo de un animal y la ausencia de otros métodos alternativos que permitan evitar su uso. Toda esa tarea debe ser validada por un comité ético y refrendada por otro comité independiente. “Esto no es tan fácil como tener una idea y empezar a pinchar ratones. Desde que piensas en un experimento hasta que lo ponen en práctica pasan varios meses. Tienes que convencer a mucha gente”, dice Montoliu.

La tarea de investigación debe regirse por el criterio de las llamadas 3 R, centrado en lograr la reducción del uso de animales en experimentación, el reemplazamiento (incluyendo los métodos alternativos si están disponibles) y un refinamiento en el trato para prevenir el sufrimiento animal. ¿Se están cumpliendo estos objetivos? En los laboratorios y centros de investigación y docencia se realizaron en el 2019 un total de 817.742 pruebas con seres vivos, segun el tercer informe del acuerdo de transparencia de Cosce sobre el uso de animales en la experimentación. Aunque es una cifra elevada, la suma supone una reducción del 42% respecto al 2009.

Carmen Méndez, presidenta de ADDA

«Hay mucho doctor Mengele suelto todavía. El doctor Mengele hacía esto con los judíos”, explica escandalizada Carmen Méndez, presidenta de ADDA al comentar el vídeo de Vivotecnia que su organización ha llevado al juzgado. En el “documental”, sorprende la deshumanización de los operarios, que trabajan de una manera que parece rutinaria, maquinal, como si ejecutaran movimientos consabidos, lo que para los defensores de los animales podría ser la prueba de la reiteración de los procedimientos con que venían actuando.
La difusión de las imágenes es parte de una campaña que pone el foco en “el trato cruel” que reciben los animales de laboratorio. “Los animales son sometidos a pruebas muy severas que se ven agravadas por el trato abusivo y despiadado que se observa en las imágenes; no se les proporciona anestésicos; hay burlas y golpes; a un conejo lo tiran y le dañan la columna vertebral; lo que vemos es un menosprecio absoluto a la ética y el dolor. Muchas de estas prácticas están prohibidas”, añade.
En las pruebas de toxicidad aguda, los lotes de animales son obligados a ingerir sustancias tóxicas para comprobar la dosis letal que les provoca la muerte; “y una vez que en el plazo determinado el 50% de los animales ha muerto, también se procede al sacrificio del resto” para examinar los resultados, relata.
Los animales que no son sometidos a pruebas tan severas pueden llegar a ser reutilizados en otros experimentos, y los otros esperan “su turno”.
¿Lo que pasa en este laboratorio es el peaje que debemos pagar por el “avance de la ciencia”? “No es asumible este argumento; sería un chantaje moral. No todo el maltrato animal que se produce gira en torno a los experimentos para la medicina y la salud humana porque este argumento enmascara muchos otros aspectos y campos de la experimentación con animales”, dice Carmen Méndez. Los defensores de los animales sienten como una victoria que se prohibiera la utilización de animales para la investigación en cosmética. “Pero los animales se siguen usando en la investigación de productos de la limpieza, productos químicos, industria del armamento o en muchos pesticidas que, nada tienen que ver con nuestra salud”, dice Méndez, que lanza otro debate. “No es ético ni demasiado científico que a los animales se le produzcan enfermedades inducidas artificialmente, enfermedades que ellos no tendrían por sí mismos; numerosos evidencias avalan que los resultados de estas pruebas no pueden ser extrapolables al hombre. Cada especie es diferente”, esgrime.

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Fuente de Información: La Vanguardia

Denuncia conjunta presentada por Cruelty Free Internacional y Ong ADDA

12 abril 2021

En la mañana de hoy, 12 de abril de 2021, Cruelty Free internacional y la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal, ADDA miembro de Cruelty Free Europe, han presentado una denuncia contra el laboratorio de Vivotecnia ante la Fiscalía de Madrid por hechos que pueden ser constitutivos de delito de maltrato animal.

Por todo ello pedimos tu colaboración para detener este sufrimiento.


Más información: Cruelty Free International

Las organizaciones de defensa de los animales solicitan a la Comisión Europea que se cumpla con la prohibición de no experimentar productos cosméticos en animales

11 marzo 2021

En el año 2013 el Reglamento de cosméticos de la Unión Europea puso fin a la rutinaria dependencia de utilizar animales para los productos cosméticos, incentivando con ello, el desarrollo de métodos alternativos que no implican crueldad y resultan más eficaces. Con ello también se estableció un precedente de referencia para la puesta en marcha de iniciativas similares en todo el mundo.

Transcurridos ocho años se ha evidenciado como ciertos ingredientes de esta industria continúan siendo probados en animales amparándose en la legislación sobre productos químicos industriales conocida como Reglamento sobre registro, evaluación, autorización y restricción de productos químicos (REACH)  que, según recientes decisiones adoptadas por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) -confirmadas por su Consejo de Apelación-, considera  admisibles dichas pruebas en animales, aunque se trate de ingredientes utilizados exclusivamente en cosméticos.

Este doble enfoque contraviene y socava gravemente el Reglamento europeo sobre cosméticos y  motiva que organizaciones europeas de defensa animal de las que forma parte ONG ADDA, decidan instar a las autoridades comunitarias para que no autoricen nuevas solicitudes para experimentar en animales garantizando que los productos cosméticos y todos sus ingredientes sean testados mediante métodos alternativos.

En el mes de diciembre de 2020 se dirigió una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respaldada por 463 marcas de la industria cosmética y por varias organizaciones de defensa de los animales. En dicha carta las empresas firmantes  remarcaban su capacidad para garantizar la seguridad de los consumidores y de los trabajadores que participan en la producción de productos cosméticos mediante métodos que no involucran a los animales, destacando el hecho de que muchos de los ingredientes que ahora la ECHA obliga a volver a comprobar, cuentan ya con un largo historial de seguridad. Por su parte, los grupos de defensa de los animales, destacaban el amplio apoyo de la ciudadanía europea que insta a las autoridades, los legisladores y el Parlamento Europeo a poner fin a las pruebas que utilizan animales.

Kerry Postlewhite, directora de asuntos públicos de CRUELTY FREE EUROPE considera que: «La suspensión inmediata de los requisitos de pruebas de animales para ingredientes utilizados exclusivamente en cosméticos permitiría a la industria demostrar que también puede garantizar la seguridad de sus productos mediante métodos y enfoques modernos, absolutamente libres de animales. Esto es del interés de todos. Esperamos que la Comisión y la ECHA respondan positivamente«.

Carmen Méndez, presidenta de ONG ADDA miembro de Cruelty Free Europe manifiesta: “Con la prohibición en el año 2013 de testar en animales los productos cosméticos, Europa asumió un compromiso ético y de desarrollo tecnológico muy significativo que se debe poder mantener sin ceder a las presiones de la industria química”.  

La necesidad de hacer un frente común sobre este hecho se hace más imperativa teniendo en cuenta la próxima aprobación de la nueva Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad de la Unión Europea que, enmarcada dentro del Pacto Verde Europeo, persigue la estrategia de seguridad del medio ambiente y del consumidor que podría poner en riesgo la vida de miles de animales en el caso de volver a exigir nuevos tests de los ingredientes ya utilizados en cosméticos y en otros productos cotidianos.

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España: continúan las pruebas de pirógenos y aumentan los daños severos en los experimentos con animales.

14 diciembre 2020

El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación hace públicos los datos anuales a que obliga la Directiva Europea sobre la protección de los animales utilizados para fines científicos (DIRECTIVA 2010/63/UE), una orden transpuesta a nivel estatal mediante el Real Decreto (53/2013).

A pesar de las repetidas evidencias, a pesar de la insistencia y a pesar de las constantes peticiones, el estado español sigue realizando pruebas, con el mismo número y volumen, en todo tipo de animales. La cifra total de usos en experimentación, correspondientes al año 2019, es de 817.742 tests realizados. Eso significa una escasa disminución de 18.354 experimentos con respecto a 2018. Reducción engañosa puesto que, sin saber exactamente el motivo, Castilla y León ha dejado de informar, de al menos la mitad de las pruebas realizadas. Significa que en el caso de incluir esta información se igualarían, o superarían, las estadísticas del ejercicio anterior. Es la conclusión que se extrae del Informe sobre usos de animales en experimentación y otros fines científicos, incluyendo la docencia en 2019, hecho público a principios de diciembre de 2020 por el Ministerio.

Se destaca especialmente un dato grave; aumentan los tests de pirógenos, lo que significa, la inducción de productos (patógenos o materiales) para comprobar si estos provocan o no una reacción febril en el organismo. En 2018, estas pruebas realizadas mayoritariamente con conejos llegaron a las 8.802 y en 2019 fueron 8.827. El incremento es pequeño (25 más) pero los números resaltan de manera especial cuando se ve que la cifra significa casi un cuarto del total de los tests contabilizados para el mismo período en la Unión Europea (35.172). Todo ello, a pesar del foco específico que recientemente han puesto los lobbys de presión continental en el asunto, porque los experimentos de pirogenicidad pueden ya realizarse de manera más que validada en métodos alternativos, como son, por ejemplo, los modelos de células humanas cultivadas in vitro. No usar alternativas validadas contradice, en consecuencia, la legislación europea y el reglamento español que la transpone, publicado en el año 2013.    

Prueba de pirogenicidad: Los conejos permanecen inmovilizados durante horas,  inyectándoles la sustancia de prueba en la vena de sus orejas y comprobando  su temperatura a través de las sondas que les introducen profundamente en el recto. (foto iStock)

Otro punto a considerar es el daño que los diferentes experimentos infringen a los animales. La norma divide esta catalogación en 3 grados distintos: “leves”,  “moderados”, o “severos”, y añade también la categoría “sin recuperación” que hace referencia a la muerte definitiva y que se produce, en gran parte, en pruebas tóxicas como pueden serlo los dramáticos experimentos de letalidad realizados con Toxina Botulínica (Test L50 de Botox). Es cierto que las pruebas de toxicidad totales presentan un ligero descenso (de 103.087 en 2018 a 97.536 en 2019), pero el total de casos graves se acrecienta. Mientras bajan las afecciones leves y moderadas, la cifra de casos severos se eleva de 52.818 a 60.162, y la tasa de no supervivencia, “sin recuperación”, alcanza los 55.091 casos, por los 38.163 del año 2018.

Hay que destacar, también, que los experimentos relacionados con la investigación básica (comportamiento, fisiología, etc.) descienden ligeramente (de 395.708 a 373.108) mientras que aquellos destinados a investigación aplicada (enfermedades concretas, tratamientos, etc.) presentan un notable incremento (218.568 en 2018 y 282.744 en 2019). A pesar de que el informe asegura que en la mayoría de los casos el sufrimiento de los animales no pasa de moderado, los experimentos dedicados a investigación oncológica o al tratamiento de enfermedades respiratorias son susceptibles de originar más angustia y dolor que aquellos que buscan sólo dirimir aspectos biológicos o de comportamiento. Es remarcable en este último apartado, el aumento exponencial de pruebas que se derivan de la necesidad de negocio de las explotaciones industriales ganaderas o de acuicultura. Hay dos marcadores que evidencian otro perjuicio a los ya dañinos efectos contaminantes y de respeto hacia los animales que conllevan las explotaciones intensivas. El primero, el número de tests destinados al comportamiento, etología o biología animal en granjas que utilizan mayormente, pollos de engorde, gallinas ponedoras, conejos y peces, que pasó de los 89.654 en 2018 a los 90.094 en 2019. Asimismo, las pruebas para comprobar el “bienestar animal” en recintos de cría intensiva se multiplicaron por 10: de las 5.186 realizadas en 2018 se pasó a las 54.316 del pasado ejercicio.

En cuanto a las especies, cabe resaltar que baja ligeramente el número de mamíferos involucrados en experimentos (especialmente roedores, cerdos, conejos, vacas y primates)  y que sube en especial la cifra de peces, cefalópodos, anfibios, réptiles y aves de corral utilizados. Preocupantes son también las cifras de procedencia de dichos animales torturados aún en pleno siglo XXI a pesar de la evidencia científica reiterada y de los métodos alternativos validados existentes. Durante el último ejercicio, en este sentido, aumentaron en 15.178 los animales procedentes de establecimientos no registrados. Y lo hicieron de 3 a 328 los nacidos en recintos de fuera de la Unión Europea, que quedan habitualmente regulados por legislaciones mucho menos exigentes.

Hay que especificar que los datos del informe, que habrá que comparar ahora con los equivalentes publicados de otros países europeos, se basan en el número total de experimentos y no en el número total de animales utilizados. Significa que existen animales que repiten y que se contabilizan como “reutilizados”, aunque no se especifica el número de veces que lo han sido, por lo cual es imposible hacer el cálculo total de individuos involucrados. Recalcar que sigue sin haber constancia alguna de inversión por parte del estado español, para investigar e incentivar los métodos alternativos.