11 marzo 2021
En el año 2013 el Reglamento de cosméticos de la Unión Europea puso fin a la rutinaria dependencia de utilizar animales para los productos cosméticos, incentivando con ello, el desarrollo de métodos alternativos que no implican crueldad y resultan más eficaces. Con ello también se estableció un precedente de referencia para la puesta en marcha de iniciativas similares en todo el mundo.
Transcurridos ocho años se ha evidenciado como ciertos ingredientes de esta industria continúan siendo probados en animales amparándose en la legislación sobre productos químicos industriales conocida como Reglamento sobre registro, evaluación, autorización y restricción de productos químicos (REACH) que, según recientes decisiones adoptadas por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) -confirmadas por su Consejo de Apelación-, considera admisibles dichas pruebas en animales, aunque se trate de ingredientes utilizados exclusivamente en cosméticos.
Este doble enfoque contraviene y socava gravemente el Reglamento europeo sobre cosméticos y motiva que organizaciones europeas de defensa animal de las que forma parte ONG ADDA, decidan instar a las autoridades comunitarias para que no autoricen nuevas solicitudes para experimentar en animales garantizando que los productos cosméticos y todos sus ingredientes sean testados mediante métodos alternativos.
En el mes de diciembre de 2020 se dirigió una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respaldada por 463 marcas de la industria cosmética y por varias organizaciones de defensa de los animales. En dicha carta las empresas firmantes remarcaban su capacidad para garantizar la seguridad de los consumidores y de los trabajadores que participan en la producción de productos cosméticos mediante métodos que no involucran a los animales, destacando el hecho de que muchos de los ingredientes que ahora la ECHA obliga a volver a comprobar, cuentan ya con un largo historial de seguridad. Por su parte, los grupos de defensa de los animales, destacaban el amplio apoyo de la ciudadanía europea que insta a las autoridades, los legisladores y el Parlamento Europeo a poner fin a las pruebas que utilizan animales.
Kerry Postlewhite, directora de asuntos públicos de CRUELTY FREE EUROPE considera que: «La suspensión inmediata de los requisitos de pruebas de animales para ingredientes utilizados exclusivamente en cosméticos permitiría a la industria demostrar que también puede garantizar la seguridad de sus productos mediante métodos y enfoques modernos, absolutamente libres de animales. Esto es del interés de todos. Esperamos que la Comisión y la ECHA respondan positivamente«.
Carmen Méndez, presidenta de ONG ADDA miembro de Cruelty Free Europe manifiesta: “Con la prohibición en el año 2013 de testar en animales los productos cosméticos, Europa asumió un compromiso ético y de desarrollo tecnológico muy significativo que se debe poder mantener sin ceder a las presiones de la industria química”.
La necesidad de hacer un frente común sobre este hecho se hace más imperativa teniendo en cuenta la próxima aprobación de la nueva Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad de la Unión Europea que, enmarcada dentro del Pacto Verde Europeo, persigue la estrategia de seguridad del medio ambiente y del consumidor que podría poner en riesgo la vida de miles de animales en el caso de volver a exigir nuevos tests de los ingredientes ya utilizados en cosméticos y en otros productos cotidianos.
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