Una destacada investigación consigue minimizar el cáncer a partir de organoides

Un estudio del Instituto de Investigación Biomèdica de Barcelona halla por medio de métodos alternativos, un anticuerpo que actúa de manera específica contra la expansión de los tumores.

3 mayo 2022

Organoides humanos (Foto: iStock)

J.G.- Después de ocho años de investigación un equipo multidisciplinar liderado por el doctor Eduard Batlle, responsable del laboratorio de cáncer colorectal del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona, ha encontrado el anticuerpo específico que actúa eficazmente contra las células madre tumorales en procesos cancerígenos de esófago, cabeza, cuello y estómago. La novedad es que lo ha hecho a través de un biobanco de 500 organoides, diminutos mini-órganos derivados de células de pacientes cultivadas in vitro. Esto indica, por lo tanto, que se han logrado una vez más resultados relevantes en la medicina sin valerse de animales como método primario.   

El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Cancer el pasado 25 de abril, es parte de un esfuerzo de cooperación internacional, realizado en conjunto con la compañía holandesa MERUS, que se encarga ahora de extrapolar las conclusiones a través de ensayos clínicos humanos. De momento ya ha realizado 7, y todos ellos muestran sin ninguna excepción la completa o parcial reducción de los tumores en pacientes afectados, que tienen edades comprendidas entre los 55 y los 70 años. La metástasi, la expansión de células cancerosas hacia otros órganos, también se ha evitado en el conjunto de ellos. La investigación ha contado igualmente con el apoyo de: el Institut d’Oncologia de la Vall d’Hebron, el Institut Català d’Oncologia, el Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge y de la empresa catalana Xenopat.   

Las pruebas con animales

Para ver si un anticuerpo que es, en esencia, una proteína fabricada por el sistema inmunológico, se adhiere, funciona ante un patógeno (virus o bacteria) determinado u otra célula defectuosa del propio organismo, la “ciencia” se ha valido hasta ahora de animales,  sobretodo de ratones. Algunos son forzados a una modificación genética, para predisponerlos a que puedan padecer la enfermedad que quiere investigarse. Otros son directamente inyectados con el cuerpo extraño que es objeto del estudio, que puede provocarles leves o severas consecuencias y efectos secundarios. Ocurre que el metabolismo, la fisiología, de un pequeño roedor, dista mucho de la humana pues las reacciones que acontecen en su cuerpo son difícilmente extrapolables a nosotros. La inercia, la comodidad o la exigencia de pruebas regulatorias hechas mediante animales son las causas de que esta metodología, cruel e ineficaz, siga siendo mayoritaria en nuestros días.

El proceso alternativo

Sin embargo, la experimentación con organoides, y en especial en el terreno de la medicina oncológica, ya se abre camino a pasos agigantados. El bio-banco del Institut de Recerca Biomèdica, consta de más de 500 mini-órganos derivados tanto de pacientes sanos como de otros ya enfermos o afectados por tumores. Y es precisamente aquí, sobre dichos tejidos cancerosos, que se ha usado en esta ocasión el método de prueba-error para ver a lo largo de una primera fase, qué anticuerpos se unían a las proteínas de las células madre tumorales, aquellas que cuentan con el potencial de propagar internamente el tumor. Una vez halladas las sustancias del sistema inmune con capacidad para destruir la acción base del cáncer, se ha tenido especial cuidado en identificar cuáles de ellas no causaban: ni efectos secundarios, ni toxicidad, ni dañaban, mucho menos, a las células benignas.

Resultado: una nueva proteína que en caso de superar la fase clínica en humanos puede distribuirse como fármaco adecuado para combatir tipos de cáncer de distinto origen. El nuevo anticuerpo ha sido bautizado como MCLA-158, y lleva el nombre comercial de Petosemtamab. Este hallazgo tiene una gran importancia no únicamente para evitar la innecesaria crueldad hacia los animales, sino también por el avance tan significativo que supone para la ciencia y la salud humana, en conjunto, todo ello de un valor incalculable .           

Enlace de interés:

Artículo: Nature Cancer (25 abril 2022)

Premio pionero de métodos alternativos para la investigación en “anticuerpos” libre de animales

La ECEAE (la European Coalition to End Animal Experiments) concede dos galardones por valor de 10.000 euros a la empresa Abcalis GmbH y otro, también de 10.000 euros, a la Geneva Antibody Facility, un centro dependiente de la Universidad de Ginebra.

El ADDA ha participado presencialmente en la ceremonia celebrada en Bruselas el pasado día 30 de marzo de 2022.

30 marzo 2021

Bruselas 30/03/2022 (De izquierda a derecha): Pierre Cosson (Responsable Geneva Antibody Facility),Tilly Metz (Diputada del Grupo de los Verdes del Parlamento Europeo) y Esther Wanzel (Representante de Abcalis GmbH).

J.G.- Por primera vez, y única por el momento en Europa, se ha otorgado unos premios para los métodos alternativos en el campo de los anticuerpos. Ha sido una iniciativa impulsada por la ECEAE, el lobby europeo del cual participa Ong ADDA junto a otras 17 organizaciones europeas y que lucha para poner fin a la vivisección. La Coalición ha empeñado para ello:  presupuesto, materiales y dedicación, porque la materia es compleja y poco conocida. Y sobre todo,  porque  implica anualmente el sufrimiento de 1 millón de animales en el viejo continente, Mayormente se utilizan ratones, cabras, conejos, burros, caballos y ovejas como instrumentos meramente productivos al servicio de una “ciencia” que aún sigue atrapada en el pasado.

Qué son los anticuerpos?

Los anticuerpos o inmunoglobulinas, son técnicamente glicoproteínas, uniones de proteínas e hidratos de carbono, fabricadas por las células pertenecientes al sistema inmunitario. Las poseen, en mayor o menor grado y con las lógicas diversidades de composición y forma, las especies vivas que se sirven de ellas para combatir a todos los antígenos (virus, bacterias y otros patógenos externos y desconocidos que desencadenan afecciones y enfermedades). Sencillamente hablando, son el pequeño ejército entrenado que la evolución biológica ha adaptado y mejorado en los organismos básicos para la vida, mantener salud y pervivencia de la especie. Las inmunoglobulinas pueden ser  monoclonales o policlonales, en función de si responden exclusivamente a uno o a varios antígenos. Tienen forma de y griega y poseen un tramo diferenciado que permite la unión con los agentes infecciosos. Esta propiedad ha hecho que desde hace más de un siglo se hayan convertido en un medio básico empleado en la investigación y en el diagnóstico de enfermedades y también, en la elaboración de tratamientos y vacunas.      

¿Cómo se producen?

Para producir los anticuerpos se introduce el antígeno que se desea investigar a un animal, con el fin de que el sistema inmune de éste desarrolle en pocos días las inmunoglobulinas que serán posteriormente extraídas a través del suero. Éstas se hibridan con células de mieloma (unidades que se acumulan en la médula ósea y forman tumores), obteniendo como resultado los llamados hibridomas, que permiten una durabilidad mayor.

Los métodos alternativos     

No obstante, estos anticuerpos producidos en los animales tienen dos inconvenientes. El primero es claramente ético por el daño que se inflige a los distintos individuos que, casi siempre, sufren gravemente o hasta mueren y el segundo viene dado por la poca especificidad y vida útil que poseen. Todo ello sin contar que ningún cuerpo reacciona igual ante una enfermedad contraída en un estado de naturalidad, ante otra inducida en condiciones restrictivas y alejadas de un natural entorno. La precisión falla y el método, que no ha sido revisado o cuestionado es, al menos discutible.

La tecnología observó este vacío desde hace ya 40 años, y hoy en día es capaz de producir los anticuerpos en distintas formas, con métodos no invasivos y sin la necesidad de utilizar animales. El llamado Phage Display, donde un virus bacteriófago es usado para atraer la inmunoglobulina específica preparada para eliminarlo, es la vía más utilizada actualmente y permite, a posteriori, la reproducción a gran escala y la modificación genética con el fin de optimizar las cualidades deseadas.

Los proyectos premiados

Esther Wanzel, la galardonada, en nombre de la empresa Abcalis GmbH, una compañía fundada hace tres años con sede en la ciudad de Braunschweig (Alemania), recogió el primer premio, otorgado en concepto del trabajo que dedica a la producción de anticuerpos libres de animales y a su difusión en el ámbito científico, por medio de un catálogo accesible y de un servicio de elaboración en función de la demanda. El segundo galardón fue entregado al profesor Pierre Cosson, del departamento que trabaja en dicho campo en la Universidad Suiza de Ginebra. Este grupo ha impulsado la base de datos ABCD, que contiene más de 24.000 entradas, y ha creado la revista Antibody Reports, un punto de encuentro de profesionales de este ámbito que comparte  artículos sobre producción concreta de anticuerpos a partir de métodos alternativos.   

Representación de la U.E. El evento quiso subrayar la recomendación elaborada por ECVAM (el Centro Europeo de Validación de Métodos Alternativos, dependiente de la UE), que en mayo de 2020 constataba como ya no se precisan animales para producir los anticuerpos. Un informe que contó con detractores, como lo fue la respuesta inmediata publicada por la Confederación Española de Sociedades Científicas, que concluía que una parte de los métodos alternativos todavía no está suficientemente validada. “¿Es que acaso han pasado por validación, las prácticas que se hacen de rutina con los animales?” exclamaba en la primera parte de la ceremonia Tilly Metz, diputada por el grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo. Joâo Barroso, miembro del ECVAM, abogaba por  más presupuesto y por la necesidad de elaborar un plan concreto con acciones y objetivos definidos. A dicha finalidad, España, por ahora, no ha invertido hasta el momento ni un euro.  

ENLACES DE INTERÉS:

INFORME DE ECVAM (2020): “EURL ECVAM Recommendation on Non-Animal-Derived Antibodies”: https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/bitstream/JRC120199/jrc120199pdf.pdf

ARTÍCULO COSCE (Confederación Española de Sociedades Científicas) DE OPOSICIÓN A LA RECOMENDACIÓN DE ECVAM: “Non-animal-derived monoclonal antibodies are not ready to substitute current hybridoma technology” (5/10/2020, Nature Methods): https://www.nature.com/articles/s41592-020-00977-5

SITIO WEB DE ABCALIS: www.abcalis.com

SITIO WEB DEL GENEVA ANTIBODY FACILITY: https://www.unige.ch/medecine/antibodies/

Semana de acción contra el comercio de primates desde Isla Mauricio

10.000 macacos salen cada año de Mauricio y 4.000 de ellos llegan a Europa para ser usados, mayormente, en laboratorios de experimentación.

13 organizaciones europeas, entre ellas Ong ADDA, presionan para evitar el sufrimiento de miles de monos.

9 diciembre 2021

Bajo el nombre “Stop the cruel Mauritius trade in monkeys for research” la asociación francesa One Voice y la británica Action for primates comandaron una semana (del 6 al 11 de diciembre) de reivindicaciones conjuntas para detener el tráfico de macacos desde el archipiélago tropical de Mauricio. En la acción participaron, además de Ong ADDA, Doctors Against Animal Experiments (Alemania), la Associazione Svizzera Abolizione Vivisezione (ATRA), la Ligue Suisse Contre l’Experimentation Animale (LSCV), la checa Svobodazvirat, Pro Anima (Francia), Oltre la Sperimentazione Animale (Italia), Animal Rights (Bélgica), la austríaca Bund der Tierversuchsgegner (IBT), la ECEAE como coalición y la catalana Stop Camarles.

Se trata de una nueva ola de presión para tratar de revertir el consentimiento que el gobierno de Mauricio ha dado hasta ahora a dicha actividad. El pasado mes de abril, sin ir más lejos, el ejecutivo otorgó un permiso de ampliación a la Biosphere Trading Ltd, una de las granjas de cría de primates más importantes del país. Una concesión que permitía expandir, de 800 a 7.500, el número de animales en cautividad, y que daba el visto bueno para que la empresa capturara a más de 1.000 macacos de su hábitat salvaje. La campaña se ha basado en la difusión a medios, en publicaciones a través de las redes sociales, en protestas frente a las embajadas y en envíos de correos electrónicos, tanto a cargos del Gobierno como a los dirigentes de las tres compañías aéreas que actualmente contribuyen al transporte de primates hacia Europa y Norteamérica: Air France, Safe Air (Kenya) y la española Wamos Air.

Los datos de Mauricio

Cada año salen de la isla principal del archipiélago índico alrededor de 10.000 macacos. Unas cifras que han ido aumentando exponencialmente en los últimos tres años. Fueron 7.739 en 2019, 10.827 en 2020 (un 40% más) y en lo que va de 2021, con datos contados desde enero hasta septiembre, son ya 10.810 (un 58% de incremento respecto al mismo tramo del año anterior). Mauricio pues se ha convertido en el mayor exportador de monos hacia Europa. Desde 2016 ha vendido animales a 7 países: España, Francia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Canadá y Estados Unidos. Si nos fijamos en los datos de 2021, vemos que de los 10.810 macacos comerciados hasta el momento, 7.276 han sido destinados a Estados Unidos, y 1.913, en una deshonrosa segunda posición, al estado español. Precisamente Camarney SL, la razón social del centro de Camarles (Tarragona), figura entre las dos instalaciones de cría y suministro donde acaban una mayor parte de estos animales. La otra es Silabe (Simian Laboratory Europe) situada en la población francesa de Niederhausbergen, en Alsacia.

Las consecuencias para los primates

El pasado 14 de noviembre trascendió la noticia de que varios monos fueron encontrados muertos en el vuelo EB998 que hacía el trayecto entre Camboya y Houston (Estados Unidos) y que transportaba 720 macacos de cola larga. Para ejemplificar lo que pueden llegar a sufrir estos primates, que comparten más de un 90% de la genética con los humanos y que son almacenados en bodegas de carga y encerrados en cajas claustrofóbicas, hay que añadir que el vuelo mencionado duró un total de 24 horas, a las que hay que sumar 6 horas más de escala en Tbilisi y el tiempo que haya transcurrido en el anterior y el posterior traslado desde el centro de cría hacia el aeropuerto de origen, y desde la pista de llegada hacia el laboratorio de destino. Un transcurso durante el cual los animales carecen de ventilación, y han de soportar altas temperaturas y ruidos ensordecedores. La ansiedad y el estrés les provocan infecciones, enfermedades, y como se constata también en demasiadas ocasiones, un fatal desenlace.

El primer eslabón de sufrimiento es la separación de su hábitat original y su entorno social. Los macacos de cola larga, que son los mayormente utilizados en ensayos experimentales, alcanzan la edad adulta a los 4 años, dependiendo durante ese período de sus madres. Los que son destinados a las granjas y a la exportación, son separados de ellas a los 15 meses, con las graves consecuencias físicas y emocionales que este acto cruel conlleva para ambos. Posteriormente malviven  en establos sobre suelos duros, apartados de su hábitat y, con frecuencia, aislados. El transporte en aislamiento afecta negativamente a un ser sociable. Después de este periplo son sometidos a pruebas de toxicidad, que en un 92% de los casos, fracasan los resultados. El final de sus días lo pasan soportando inyecciones, por vía intravenosa o subcutánea, tubos introducidos en su estómago y químicos que resultan mortales al momento o,  los dejan en estados deplorables, unido al sufrimiento que supone obligarlos a vivir aislados y separados de su grupo y privados de luz natural.

¿COMO PUEDO AYUDAR YO? ACCIONES POSIBLES PARA DIFUNDIR ESTA CAMPAÑA

PETICIONES PARA FRENAR EL TRÁFICO DE MACACOS:

Convocatoria a nuevo premio para fomentar la investigación en anticuerpos libre de animales

El Galardón, con una dotación de 10.000 euros, se entregará entre Marzo y Abril de 2022 en una ceremonia presencial en Bruselas.

Pueden aplicar y presentar su candidatura tanto investigadores individuales como entidades, centros científicos y universidades que tengan su actividad dentro del continente europeo, hasta el próximo 15 de enero.

24 noviembre 2021

Primer premio europeo para fomentar el desarrollo y el uso de métodos alternativos en la producción de anticuerpos. Se estima que más de 1 millón de animales, en especial ratones, conejos y primates, son utilizados cada año en Europa para este fin mediante experimentos que les causan dolor agudo, sufrimiento e incluso la muerte. Unas pruebas que además son absolutamente innecesarias porque ya hace años que existen alternativas mucho más precisas y avisos específicos de la comunidad científica al respecto. Para fomentar el uso de estos métodos alejados de toda crueldad y para cambiar la inercia de una ciencia todavía anclada, en su mayor parte, en el pasado, la ECEAE (European Coalition to End Animal Experiments) impulsa este reconocimiento que tendrá una dotación económica específica de 10.000 euros. ADDA, como miembro, junto a otras 17 organizaciones continentales, de la también llamada simplemente Coalición (fundada en 1990), colaborará asimismo en la difusión de esta iniciativa que al final tiene dos grandes objetivos: avanzar hacia una ciencia más precisa y defender, de nuevo, a los que más padecen, que son en este caso los animales que viven una vida angustiosa en los laboratorios.      

Los anticuerpos son proteínas fabricadas por el sistema inmune, que se pegan a los antígenos, moléculas extrañas o tóxicas, como podría ser la proteína de una bacteria ajena. Su misión principal es la de ahuyentarlas, y evitar o reducir así la proliferación de enfermedades. Por definición los anticuerpos pueden ser monoclonales (copiados a partir de una sola célula específica) o policlonales (derivadas de múltiples células inmunes). Como son capaces de engancharse, detectar y atacar antígenos específicos, resultan una herramienta muy utilizada en la microbiología, la medicina y la investigación de nuevas terapias. Se aplican tanto para la identificación y el aislamiento de moléculas como para el diagnóstico de enfermedades y la confección de varios tratamientos o vacunas. Su obtención a partir de animales implica la introducción de agentes patógenos en su organismo, con el riesgo consiguiente que esto puede generar. Es además un sistema más lento y con unas proteínas resultantes más diversas y alejadas de un patrón común. Un sistema que por ende es ilegal, si nos guiamos taxativamente por el texto de la Directiva Europea sobre la Protección de los Animales para Fines Científicos (Directiva UE 2010/63), que expone claramente que cuando existe un método alternativo a los animales, simplemente estos deben dejar de utilizarse.

Y sí lo hay. Hace años que, por ejemplo, la tecnología basada en fagos filamentosos (filamentos de material genético viral introducidos en varios microorganismos) permite ya la obtención de un largo número de anticuerpos de alta calidad. Uno de sus productos es, por ejemplo, el Adalimumab, un tratamiento que identifica una determinada biomolécula y que permite aliviar síntomas o afecciones inflamatorias tan comunes como la artritis, la psoriasis o la afectación intestinal de Crohn. Esta metodología permite la creación de anticuerpos altamente específicos, que actúan de manera mucho más eficaz ante agentes infecciosos, y que tienen una vida útil mucho más larga y estable.

Las advertencias científicas    

Todos estos datos los refleja el informe que ECVAM (European Center for the Validation of Alternative Methods) lanzó ya en mayo de 2020. Se trata de una nueva recomendación de una institución que trabaja para orientar las políticas comunes en el ámbito de la tecnología alternativa en investigación. Pues bien, las conclusiones, avaladas por su Comité Científico (ESAC) y supervisadas por su Foro de Partes Interesadas (ESTAF), son claras y rotundas: la experimentación con animales para obtener anticuerpos debería detenerse de manera inminente porque no hay ningún motivo científico que avale su continuación. A través de ejemplos y argumentos basados en experimentos, el texto alude a la existencia de una sólida evidencia que demuestra que los anticuerpos no derivados de animales no presentan desventajas generales o sistemáticas con respecto a propiedades tales como afinidad, estabilidad / vida útil y especificidad.

QUIERES PRESENTARTE AL PREMIO? ESTOS SON LOS REQUISITOS:

Criterios de aplicación:

  • La solicitud debe centrarse en el desarrollo innovador y / o en la aplicación de anticuerpos libres de animales con fines médicos o de investigación.
  • Puede ser para proyectos en curso o completados.
  • El proyecto no debe contener experimentos con animales o productos derivados de animales como suero de ternero fetal (FCS), albúmina de suero bovino (BSA), leche en polvo, etc.
  • Los solicitantes deben tener su base en el continente europeo, y pueden presentarse aunque no formen parte propiamente de Estados miembros de la Unión Europea.
  • Asimismo deben estar preparados para aceptar el premio en un evento que tendrá lugar en Bruselas entre marzo y abril de 2022 y  para realizar una breve presentación. Los gastos del viaje quedarán cubiertos por la organización.

Premio:

El premio tiene una dotación de 10.000 euros y puede otorgarse tanto a un investigador individual como a un consorcio de investigadores, a un departamento universitario, una empresa o cualquier otro centro dedicado a la labor científica.

Documentos a presentar (En inglés):

  • Una descripción del proyecto que contenga: el título, el resumen, los antecedentes, los objetivos de la investigación, los procedimientos metodológicos, la planificación temporal y los hitos del proyecto (para proyectos en curso) o los resultados (para proyectos completados). La descripción del proyecto debe centrarse en el desarrollo o la aplicación de anticuerpos libres de animales, y debe incluir una declaración expresa para evidenciar que no se realizó ningún tipo de experimento en animales ni se utilizaron tampoco materiales derivados de ellos, incluidos tampones, medios celulares, reactivos de transferencia, etc. (Hasta 6 páginas).
  • Una descripción de la motivación del solicitante para desarrollar y / o utilizar anticuerpos libres de animales (1 página).
  • Un currículum vitae del solicitante con una lista de publicaciones.

Plazo para aplicar: 15 de enero de 2022

Persona de contacto:

  • Dr. Dilyana Filipova
  • E-mail: filipova@aerzte-gegen-tierversuche.de

ENLACES Y DOCUMENTOS RELACIONADOS:

Enlace a la web oficial del premio (ECEAE): https://www.eceae.org/antibodies.html

Documento resumen de la iniciativa: https://www.eceae.org/images/campaigns/eceae_prize_for_animal-free_antibodies.pdf

En las posteriores aplicaciones clínicas en los humanos, fallan un 92 % de los medicamentos que han sido previamente testados con animales.

Un reciente estudio de BIO (Biotechnology Innovation Organisation) actualiza los datos al respecto, que son ahora un 2% más preocupantes que en el año 2016.

16 noviembre 2021

J.G.- Los nuevos fármacos o remedios que salen al mercado tienen que superar una serie de pasos reglamentarios antes de poder ser comercializados. Según su naturaleza y las normas existentes deben superar  las pruebas de seguridad, en relación a su eficacia y su toxicidad o a los posibles efectos secundarios que conlleven. El proceso se divide en dos estadios bien diferenciados. El primero, una fase preclínica, donde principalmente son los animales y más concretamente los ratones, los monos, las ratas y los perros, los que sirven como material para ensayos y que derivan en afectaciones graves, agudos sufrimientos e incluso su muerte. En el segundo, unos pocos humanos son seleccionados para confirmar los resultados positivos obtenidos en la fase anterior.

Un estudio actualizado indica ahora que el 92% de las pruebas de esta segunda fase, simplemente fracasan. Resulta que, solo un 7,9% de las conclusiones extraídas de las pruebas que mayormente se realizan todavía en animales son verificadas y por lo tanto extrapolables cuando son investigadas en un cuerpo humano. Los fármacos urológicos son los que presentan la más alta tasa de error, ya que sólo un 3,6% de ellos consiguen ser aprobados. En esa fallida clasificación le siguen, con promedios bajísimos de validación, los medicamentos y remedios destinados a afectaciones cardiovasculares (5%), oncológicas (5%) y neurológicas (6%). El informe calcula además que el proceso de regulación de un nuevo medicamento se alarga, por término medio, unos 10 años y medio.

Son los datos extraídos de un nuevo análisis (Clinical Development Success Rates and Contributing Factors 2011 – 2020) que ha llevado a cabo este año la Biotechnology Innovation Organisation, asociación con sede en Washington que representa a empresas, instituciones y centros de enseñanza relacionados con la biotecnología. Este lobby, claramente enfocado a la investigación en nuevos métodos, comprende en su mayoría a compañías estadounidenses, pero también a otras de hasta 30 países distintos, entre los cuales India, Holanda, Irlanda, Canadá, China, Suiza o Francia. El informe, que se puede consultar en el enlace adjunto, hace referencia a los datos del período 2011-2020 y llega 5 años después del último, que en 2016 recogía las cifras relativas a la década que va de 2006 a 2015. Y sí, pues la tasa de fallo general ha aumentado casi un 2% a pesar del avance en el conocimiento de nuevas herramientas biotecnológicas. En el año 2016, el error se calculaba en un 90,4%, mientras que este año 2021 se eleva hasta el 92,1%.

Aparte del maltrato y de la falta de respeto general que representan los experimentos con los animales, se constata una vez más que apenas sirven esos para investigar, ni menos para detectar  afectaciones y reacciones futuras de sustancias concretas dentro del metabolismo humano. La nueva resolución europea adoptada el pasado 16 de septiembre para establecer un Plan de Acción con el objetivo de avanzar hacia una ciencia más fiable y libre de crueldad, debería servir para corregir definitivamente estos datos constatados.

Enlace al resumen del informe y al link para acceder a la totalidad del contenido:

https://www.bio.org/blogs/how-long-does-it-take-get-drug-approved

El camino hacia un futuro libre de animales en experimentación

En Occitania un tribunal del municipio de Clarmont e Montferrand (Auvernia-Ródano-Alpes) prohíbe la ampliación de unas instalaciones dedicadas a la cría de perros (Beagles) destinados posteriormente a laboratorios y centros de investigación.

14 noviembre 2021

J.G.- El proyecto de ampliación para un centro de cría de perros de la raza Beagle en el municipio de Gatnat, en la comuna de Clarmont e Montferrand (Clermont – Ferrand, en francés) ha sido anulado por el tribunal administrativo de la región. Este hito fue posible gracias a la insistencia y a los recursos presentados por France Nature Environnement y One Voice, una asociación que, como ADDA, forma parte del lobby de presión europeo Cruelty Free Europe.

El proyecto, liderado por la sociedad americana Marshall Bio Ressources, contemplaba una extensión de sus instalaciones de 3.600 metros cuadrados, que irían destinados a la cría de esta raza de perros que es más dócil y por lo tanto también más manipulable y ampliamente usada en experimentación.

El revés judicial fija un precedente importante. Sin embargo, la empresa, muy cuestionada por otros proyectos que ha venido impulsando en el Reino Unido, tiene vía libre para seguir con su actividad en el recinto actual. One Voice y France Nature Environnement seguirán presionando para acabar con un negocio que para nada sigue los preceptos de la Directiva Europea (Directiva 2010/63/UE) de Reducción, Refinamiento y Sustitución de animales en ensayos científicos y de impulso de los métodos alternativos.

Los Beagles son utilizados para multitud de experimentos. Pruebas de toxicidad (envenenamiento), mutagenicidad (daño genético), teratogenia (defectos de nacimiento), carcinogenicidad (aplicación de sustancias cancerígenas), daño genético embrionario o fetal y toxicocinética (para estudiar la absorción, metabolización, distribución y excreción de sustancias químicas diversas).

Ya se puede aplicar para la segunda edición del premio Geoffrey Deckers

El galardón concede 6.000 euros para proyectos comprometidos con el fin de la experimentación con animales.

Las candidaturas pueden presentarse hasta el próximo 30 de noviembre.

13 noviembre 2021

Cruelty Free Europe, el lobby europeo que lucha para poner fin a la experimentación con animales y del cual ADDA forma parte, organiza por segundo año consecutivo el premio Geoffrey Deckers. Se trata de de una beca de 6.000 euros que va dirigida a aquellas organizaciones pequeñas o medianas, que cuentan con menos capacidad financiera, con tal de que éstas puedan impulsar proyectos de investigación o difusión en pro de un objetivo inequívoco: avanzar hacia el fin de los ensayos con animales, ya sean estos realizados con fines científicos o utilizados como modelo en los centros educativos.

Al premio, que se concederá como siempre en una gala presencial el día 13 de enero (día que coincide con la fecha de cumpleaños de Geoffrey), pueden optar aquellas organizaciones que cuenten con unos ingresos anuales inferiores a los 100.000 euros, que tengan su sede en Europa y que estén comprometidas con un trabajo no violento ni discriminatorio para avanzar hacia una ciencia más precisa y poner fin al sufrimiento de millones de animales en experimentos.

Todas aquellas asociaciones que así lo deseen, deben mandar, antes del 30 de noviembre, un correo con toda la información requerida a info@crueltyfreeeurope.org. El formulario de inscripción, así como toda aquella información adicional sobre el proyecto, puede hallarse y descargarse en el siguiente enlace: https://crueltyfreeeurope.org/geoffrey-deckers-award

La junta de Cruelty Free Europe valorará todas las candidaturas recibidas, en función sobre todo de su efectividad y compromiso, y anunciará públicamente la que resulte ganadora en el evento de entrega del 13 de enero. La organización premiada deberá justificar en un informe, antes del 30 de octubre de 2022, todas las acciones que ha podido realizar con el dinero concedido.  

El premio de 2021

Los primeros 6.000 euros, otorgados el pasado año, fueron destinados a la organización bosniana EcoVegAnimals (EVA). En 2020 esta asociación obtuvo un gran éxito en conseguir el compromiso de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Sarajevo de acabar con el uso de animales vivos en sus programas educativos. Con la financiación del premio, EVA impulsó una gran campaña de difusión y organizó, los pasados 12 y 13 de noviembre, una conferencia sobre innovación y nuevos métodos alternativos, aquellos que han de permitir sustituir la inercia secular del uso de ratones, peces, ratas o cobayas para la docencia.

La figura de Geoffrey

Geoffey Deckers dedicó su vida a la protección y la defensa de los animales. Miembro de Cruelty Free Europe y por lo tanto también compañero de reuniones de los representantes de Ong ADDA en el continente, fundó en 1998 la organización holandesa Een Dier Een Vriend (Un animal, un amigo). Impulsó campañas a nivel nacional pero també otras de carácter europeo e internacional. Uno de sus grandes éxitos fue acabar en los Países Bajos, en el año 2006, con el uso de chimpancés para la investigación biomédica. Geoffrey Deckers falleció repentinamente en el mes de junio de 2020.  

La testigo protegida del caso Vivotecnia acusa al laboratorio de manipular ensayos con animales

La técnico de veterinaria que grabó el presunto maltrato animal que se hizo público hace cinco meses declara ante el juez sobre las pruebas que recabó entre 2018 y 2020

23 septiembre 2021

Oculta hasta ahora en las sombras, la mujer que grabó las imágenes que mostraron el supuesto maltrato animal en el laboratorio Vivotecnia salió este miércoles a la luz, cinco meses después, para responder a las preguntas de la juez en calidad de testigo protegido. Contestó un sinfín de cuestiones sobre cuándo y qué vio exactamente, quién estaba implicado directamente y a quién avisó antes de ponerse a recabar pruebas. Ella era la única que podía esclarecer los detalles más relevantes de una investigación que se está llevando a cabo en el Juzgado de Colmenar Viejo, bajo secreto de sumario desde abril, cuando el escándalo estalló gracias a un vídeo de ocho minutos grabado por ella entre 2018 y 2020 y editado y publicado por la ONG Cruelty Free International (CFI). En él se mostraba cómo diferentes trabajadores maltratan supuestamente a los animales con los que experimentaban.

Llegó nerviosa, pero lo hizo a lo grande, desvelando una bomba más: en el laboratorio, aseguró, no solo había un “maltrato reiterado” hacia los animales, sino que además se manipulaban los resultados de los ensayos para aprobar estudios que después pasaban a una segunda fase de experimentación con seres humanos.

Todos los focos apuntaban hacia Carlota Saorsa, el seudónimo por el que se conoce a la persona que firma el vídeo con el que empezó su particular batalla de David contra Goliat, la de una persona anónima contra una empresa que tiene como principal negocio los encargos de estudios de la industria farmacéutica.

Como testigo protegida en esta fase de instrucción, Saorsa respondió durante cuatro horas desde un cuartel de la Guardia Civil. A varios kilómetros de allí, en Colmenar Viejo, los abogados de todas las partes implicadas, el fiscal de Medio Ambiente y la juez intentaron desgranar cada detalle a través de una videoconferencia con la imagen de ella bloqueada.

No solo le preguntaron por el vídeo de ocho minutos que se publicó en abril, también por otros 80 fragmentos, más de una hora y media extra de contenido, que la ONG entregó después, donde se pueden ver imágenes de animales desangrándose, enfermos, tratados con violencia, vejados y siendo parte de procedimientos dolorosos sin anestesia pese a ser obligatoria, según la legislación vigente. A algunos, de hecho, les llegan a realizar una necropsia cuando todavía siguen vivos.

La historia de la imagen del perro de raza Beagle que aparece en el vídeo publicado por los medios de comunicación y que se encuentra junto a un charco de sangre encierra un trasfondo aún más preocupante. Según contó Saorsa, esa imagen la grabó después de que llegara un día a trabajar a las ocho de la mañana y lo viera desangrándose en el suelo de una sala. Avisó a sus superiores para que le atendieran, pero hasta las cinco de la tarde nadie se preocupó por el animal. Cuando lo revisaron, le practicaron la “eutanasia compasiva” y fue sustituido por otro perro para continuar con el estudio en el que participaba. Pero el cambio de individuo no se registró en ningún sitio. En los datos finales del estudio aparecía anotado que el mismo animal había empezado y terminado el experimento, sin que se registraran las consecuencias adversas de los fármacos.

Burlas por protestar

Ese ejemplo sirve para entender cómo funcionaba el laboratorio, según su relato. La consigna de los responsables de la empresa era clara: debían eutanasiarse el menor número de animales, pese a las enfermedades que desarrollaban, y se llegó a ocultar la sintomatología adversa desarrollada.

La técnico de veterinaria apuntó directamente a la cúpula de Vivotecnia, a quien responsabiliza de las imágenes que almacenó como pruebas de un delito en el que estaban implicados casi todos los trabajadores. Solo una persona, aparte de ella, levantó la voz y mostró claramente su disconformidad. El resto participaba de una u otra manera de esa cultura. Tanto es así, que cuando alguien se quejaba y alertaba de que se incumplía la normativa, recibía burlas de sus propios compañeros.

Diferentes científicos consultados que investigan con animales explican que buena parte del control en los laboratorios recae sobre los comités de ética internos porque se hacen pocas inspecciones en España por parte de las comunidades autónomas, competentes en esta materia. Estos comités controlan y vigilan cuestiones, como que se limite el número de animales a los estrictamente necesarios, el manejo del dolor, el alojamiento o la eutanasia.

Saorsa insistió este miércoles de nuevo en que los trabajadores no tenían conocimiento de la existencia de ese órgano y que no tenían a nadie a quien dirigirse para denunciar lo que pasaba. Por eso elevó verbalmente las quejas a sus superiores, que hicieron oídos sordos, más preocupados en imprimir un ritmo de trabajo alto para asumir más y más encargos.

Las personas investigadas en la causa todavía no han prestado declaración. Por ahora Andrés König, el director general de Vivotecnia, y cuatro trabajadores están en el foco de la polémica por posible maltrato animal, un delito castigado con penas de entre tres meses y un año de prisión. La empresa se enfrenta a una sanción de entre 601 y 100.000 euros.

Pese a eso, el Gobierno regional cree que se han adoptado medidas cautelares suficientes para asegurar el bienestar de los animales y por eso el 1 de junio levantó la suspensión temporal. La empresa opera con normalidad. Como si nada hubiera pasado.

Leer noticia: El País

Iniciativa Ciudadana Europea para que se cumpla la prohibición de poner fin a los experimentos con animales en cosméticos.

22 septiembre 2021

Cinco organizaciones internacionales, varias marcas de la industria cosmética y más de 100 asociaciones, entre ellas ONG ADDA, nos hemos unido para impulsar la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) y alcanzar el millón de firmas necesarias para su validación.

La Unión Europea continúa permitiendo pruebas con animales para certificar la seguridad de ingredientes utilizados en la confección de productos cosméticos, a pesar de que la regulación de 2009, prohibiese su utilización y, también, posteriormente la venta y comercialización de productos cosméticos previamente testados con animales.

La principal causa de este doble enfoque que socava gravemente el Reglamento y que ha significado un retroceso legislativo se debe a que la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA), exige repetir nuevas pruebas en animales para ingredientes que los consumidores ya han utilizado de forma segura durante muchos años.

Este grave retroceso está significando continuar comprobando en diferentes especies de animales si los productos causan irritación en la piel o en los ojos, si provocan fiebre, si son tóxicos, entre otros. Todos estos experimentos causan daños, sufrimientos y agonías constantes a especies como conejos, ratones o cobayas. El dolor y la angustia pueden llegar a ser severos, e incluso irreversibles. La mayoría de los animales mueren como consecuencia directa de las pruebas que se les hacen o sufren lesiones graves impidiendo que puedan ser recuperados.

Es necesario que este sufrimiento de los animales termine por el bien de ellos, por una ciencia ética más relevante y, también, por la mayor y mejor protección de los ciudadanos y el medio ambiente.

Ong ADDA como representante en España de la Coalición Europea para poner fin a los experimentos con animales y Cruelty Free Europe nos hemos asociado con PETA, Human Society Internacional, Eurogrup for Animals, y las dos multinacionales The Body Shop y DOVE han decidido impulsar la campaña de recogida de firmas bajo el lema: “Save cruelty free cosmetics” “Europe without animal testing”, proponiendo a la Comisión Europea:

  • Frenar las nuevas demandas de experimentos con animales, cumpliendo y protegiendo las regulaciones que lo prohibieron en 2009 y 2013.
  • Cambiar la legislación de la ECHA (Agencia Europea de Químicos) garantizando la seguridad, la salud humana y el medio natural, protegiendo y fortaleciendo la prohibición de la experimentación con animales para cosméticos.
  • Modernizar la ciencia y aprobar una propuesta legislativa que establezca e implemente una hoja de ruta clara y un plan concreto para poner fin, progresivamente, a la experimentación con animales.

ÚNASE A ESTA INICIATIVA CIUDADANA EUROPEA POR EL BIEN DE LOS ANIMALES, LAS PERSONAS Y EL PROGRESO DE LA CIENCIA.

Más información: PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA INICIATIVA CIUDADANA  EUROPEA (ICE)  “SAVE CRUELTY FREE COSMETICS”.

Baja un 15% el uso de animales en experimentación en el Reino Unido durante el 2020

EL PROPIO GOBIERNO ATRIBUYE EL DESCENSO, SIN EMBARGO, A LOS DOS CONFINAMIENTOS PROVOCADOS POR LA SITUACIÓN SANITARIA DERIVADA DEL COVID-19

1 septiembre 2021

Las cifras de animales utilizados para fines científicos en el Reino Unido se sitúan por primera vez desde 2004 por debajo de los 3 millones. Los datos, que recogen estadísticas de Inglaterra, Gales y Escocia (no de Irlanda del Norte), pasan en total de los 3,4 millones de procedimientos experimentales realizados en 2019 hasta los 2,88 de este 2020 (lo que supone un 15% menos). Unas cifras alentadoras que, no obstante, el propio Gobierno se ha encargado de matizar y ha atribuido claramente a la inactividad provocada por los dos confinamientos que han obligado a parar también laboratorios. Es por este motivo, y por otros datos que siguen preocupando, que tres organizaciones históricas en defensa de los animales, Cruelty Free International, Animal Free Research y la proteccionista escocesa One Kind, han lanzado una nueva petición para pedir al Gobierno estatal que adopte un plan de acción específico para promocionar de una vez por todas la ciencia alternativa y para abandonar la era de la experimentación con animales.

Las tres organizaciones han querido llamar la atención hacia esta temática recreando una fotografía de protesta que en 1919 reunió en la plaza del Parlamento a 3 mujeres de la British Union for the Abolition of Vivisection (el embrión de la actual Cruelty Free International), mientras en la cámara se debatía una nueva ley para la protección de los perros. Para esta puesta en escena contemporánea fueron las actrices Evanna Lynch, Lucy Watson y Lesley Nicol, conocidas por sus apariciones en series y películas populares, quienes se encargaron de sujetar los carteles de protesta en el mismo escenario y de dar visibilidad a un problema que como hemos repetido muchas veces no es sólo de maltrato, sino de enquistamiento en una ciencia anticuada y poco fiable.   

Datos engañosos

Más allá del descenso en las cifras totales de este 2020, hay que recalcar que con mucho margen y seguido sólo por Francia y Alemania, el Reino Unido sigue siendo el país líder a nivel europeo en cuanto al uso de animales para experimentación. Si uno se fija en las estadísticas de los últimos 10 años, observa además que el decremento tampoco es tan alentador porque la tendencia a la disminución es solamente de un irrisorio 1% anual en el número de ensayos. Es evidente que este mantenimiento de la tendencia aún no va acompañado de políticas públicas decididas de promoción de nuevos métodos alternativos y que no existe todavía ninguna apuesta valiente para abandonar un modelo científico obsoleto y erróneo. 

Del informe publicado este pasado mes de julio se subrayan además otros datos importantes. La mitad de los procedimientos que envuelven animales se dan para mantener especies Genéticamente Modificadas, a las que se inoculan patologías u otros defectos génicos con los que deberán convivir todas sus vidas. La otra mitad son experimentos concretos, de los cuales, un 53%, pertenece al ámbito de la investigación básica. Este hecho es doblemente grave puesto que dicho campo no conlleva ningún requerimiento legal o de seguridad que obligue a experimentar con animales.

Por otro lado e incomprensiblemente, sigue aumentando el uso de especies protegidas de manera expresa y concreta en la legislación. Así, este 2020, se ha incrementado un 3% el uso de perros, un 11% el uso de gatos y conejos, y un 3% (un 29% si lo comparamos con los números de 2010) de caballos. También creció en un 77% el uso de algunos tipos de primates como son los macacos Rhesus. En este apartado hace falta considerar que muchos de ellos, lejos de derivar de centros propios controlados por el mismo Gobierno, siguen siendo importados directamente desde África y desde Asia, cosa que aviva y sigue dando carta blanca al tráfico internacional.

Por último, es cierto que la severidad de los experimentos disminuye por un lado, pero aumenta por el otro. Los ensayos que se considera que infligen un sufrimiento entre moderado y severo representan sólo un 28% del total, un 4% menos que en 2019. Suben, en esta línea también, dos puntos, hasta un 14%, los animales a los cuales no se llega a causar ni un daño leve. Pero por el contrario, se incrementan un 2% (del 5% de 2019 al 7% actual) los casos de “No recuperación”, es decir, aquellos en los que los animales mueren directamente a causa del dolor provocado en los laboratorios. (J.G.)