La justicia europea ratifica no experimentar con animales

El Tribunal de Justicia de la UE, tajante contra la experimentación en cosméticos

Diciembre 2016

Redacción. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha rechazado con fecha 21 de septiembre de 2016 los argumentos presentados por la Federación Europea de Ingredientes Cosméticos, EFCI, que pretendían eludir lo que establece el vigente reglamento sobre productos cosméticos en la UE, que prohíbe la experimentación con animales de los productos cosméticos y sus ingredientes, así como la comercialización en la UE de cosméticos experimentados en animales.

El caso fue presentado el año 2015 por la EFCI, un poderoso lobby que representa a la mayoría de los fabricantes de ingredientes para cosméticos en Europa. Dicha federación, apoyada por el gobierno francés, argumentó que las compañías de cosméticos deberían poder vender en la UE productos cosméticos que contienen ingredientes experimentados en animales en terceros países, como por ejemplo China o bajo otra normativa europea, como el Reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias y mezclas químicas).

Según el tribunal europeo, el acceso al mercado de la UE está condicionado a la observancia de la prohibición de la experimentación con animales de los productos cosméticos. Además, la consecución del objetivo del reglamento sobre cosméticos se vería seriamente comprometido si las prohibiciones establecidas en la legislación de la UE pudieran ser eludidas mediante la realización de la experimentación con animales en terceros países.

La entidad británica Cruelty Free International y la Federación Europea Contra la Experimetación AnimalECEAE, —representada en España por Ong ADDA—, que presentaron en su día en la Corte europea sus argumentos contra los intentos de la EFCI de debilitar la histórica prohibición de los ensayos en animales de los cosméticos en la UE, aplauden la decisión del tribunal, que hará más difícil a las empresas la venta en la UE de cosméticos y sus productos derivados, que han sido experimentados con animales provenientes de otras parte del mundo. Solicitan también a las administraciones competentes que se aseguren de que las prohibiciones establecidas en la legislación europea se cumplan rigurosamente para evitar el sufrimiento y la muerte de los animales (fondo documental CFI).

Fuente información: ADDA DEFIENDE LOS ANIMALES (revista número 53)

Un vídeo muestra el terrible maltrato a monos, perros y gatos en un laboratorio alemán

La imágenes muestran a los animales maltratados para hacerles pruebas agresivas, atados a máquinas que parecen de tortura o moribundos en celdas llenas de sangre

16 octubre 2019

La asociación protectora de animales Cruelty Free International ha denunciado el laboratorio de Farmacología y Toxicología (LPT) en Hamburgo (Alemania) por la brutal situación a la que están sometidos monos, perros, gatos y otros animales.

La asociación ha logrado grabar de forma encubierta y difundir un vídeo con imágenes que pueden herir la sensibilidad de los espectadores. Se puede ver a monos amarrados por el cuello en una especie de aparatos metálicos de tortura, perros encerrados en jaulas llenas de su propia sangre, trabajadores que los manipulan con violencia para controlarlos y someterles a pruebas con fármacos.

Cruelty Free International dice que las condiciones “violan claramente” los requisitos mínimos de bienestar animal de la UE y pide el cierre de la instalación.

La publicación de las imágenes ha hecho que asociaciones en defensa de los animales den el grito de alarma para cerrar el laboratorio de los horrores de Hamburgo. “Esto no se puede tolerar, y estamos pidiendo que se cierre este laboratorio y que las autoridades alemanas realicen una investigación completa”, explica Kate Willett, de Humane Society International.

Soko Tierschutz, una organización benéfica que hace campaña por los derechos de los animales, denuncia que las imágenes demuestran una “horrenda mezcla de sufrimiento y crueldad” y que sus prácticas violan la legislación alemana y de la UE.

Es impensable que esto esté sucediendo en un país que tiene la protección animal en su constitución”, dijo Friedrich Mülln de la organización animalista alemana. “Hacemos un llamamiento al gobierno alemán para que tome medidas inmediatas para cerrar LPT y poner fin a estas pruebas de envenenamiento crueles y anticuadas.

Después de que se difundieran las imágenes, las autoridades de la región de Harburgo verificaron in situ las instalaciones del laboratorio y confirmaron algunas de las denuncias hechas por los animalistas eran ciertas. “Descubrimos que las jaulas eran demasiado pequeñas, tal como afirmaron los activistas”, explicó el portavoz de la autoridad local.

La Oficina Estatal de Protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria de Baja Sajonia ya ha presentado cargos ante el Fiscal en Luneburg por presuntas violaciones contra las leyes de protección animal.

Envenenamientos y condiciones deplorables

LPT es un laboratorio de propiedad familiar en el que se realizan pruebas de toxicidad para compañías farmacéuticas, industriales y agroquímicas de todo el mundo con el fin de que sus productos cumplan con los requisitos de los gobiernos y de las autoridades reguladoras.

Las pruebas que ahí se les realiza suponen envenenar a los animales para poder saber qué cantidad de una sustancia química o droga puede causar daño y así determinar la dosis adecuada. Para ello, según explica Cruelty Free International, “ Los animales son inyectados o se les hace comer o inhalar cantidades crecientes de una sustancia para medir los efectos tóxicos que pueden ser graves e incluyen vómitos, hemorragias internas, dificultad respiratoria, fiebre, pérdida de peso, letargo, problemas de la piel, insuficiencia orgánica e incluso la muerte . No se proporcionan anestésicos ni alivio del dolor”.

La imágenes que demuestran las terribles prácticas fueron posibles gracias a un activista que consiguió infiltrarse como trabajador en el centro desde diciembre de 2018 hasta marzo de 2019. Este asegura que fue testigo de pruebas en perros de raza beagle, monos macaco, gatos y conejos y que estos fueron mantenidos en condiciones horribles.

Según los informes de Cruelty Free International, los Beagles tenían tubos colocados forzadamente en sus gargantas y les daban fármacos, y a menudo sangraban después de los experimentos. A tenor de las declaraciones del denunciante, los monos fueron quienes más sufrían las pruebas. Los mantenían confinados en pequeñas jaulas, muchos de ellos se volvían locos y andaban en círculos. Aseguran que había muchos a los que les inyectaban sustancias hasta 13 veces al día.

Michelle Thew, directora ejecutiva de Cruelty Free International declaró que “nuestra investigación ha descubierto un terrible sufrimiento animal, una atención inadecuada, malas prácticas e infracciones de las leyes europeas y alemanas. Hacemos un llamamiento para que se cierre el Laboratorio de Farmacología y Toxicología (LPT ). También solicitamos una revisión exhaustiva del uso de animales en las pruebas de toxicidad en Europa, incluido el Reino Unido. Cada investigación, sin falta, muestra una historia similar de miseria y de desprecio de la ley”.

Fuente de información: La Vanguardia

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