España es el tercer país de la UE que más experimenta con animales

23 octubre 2020

  • Entre 2015 y 2019 se han llevado a cabo más de 9 millones de experimentos con decenas de especies en la Unión Europea
  • Los expertos afirman que los avances en métodos alternativos permitirán terminar con esta práctica tarde o temprano.

“La experimentación con animales va a ir desapareciendo poco a poco”. Drástica y segura, Carmen Méndez, la presidenta y portavoz de la Asociación de Defensa de Derechos Animales (ADDA), vislumbra el final de la práctica más pronto que tarde y “por una razón muy sencilla”, tal y como afirma ella misma al otro lado del teléfono: “Ya no es por la moral ni por acabar con el sufrimiento animal… Es que ni siquiera es un método efectivo”. No obstante, España realizó en 2018 hasta 836.096 experimentos con animales. Son más que los que se contaron en 2017, cuando se llevaron a cabo 725.833, una cifra que le valió el tercer puesto en la lista de los países de la Unión Europea que más lo hacen, solo por detrás de Alemania y Francia, en cuyos laboratorios se producen 1,8 millones.

No se trata, sin embargo, de un podio meritorio o gratificante. El 22 de diciembre de 2010, la Unión Europea emitió una Directiva —la 22/63/2010— en la que alentaba a los países miembros de forma muy reiterada a que dedicasen medios a la búsqueda y la aplicación de “métodos alternativos de experimentación” y aunque entre 2015 y 2017 en la UE se experimentó con animales en más de 9 millones de ocasiones, la presidenta de ADDA celebra que “la situación es mucho mejor ahora que hace veinte o treinta años”. Sobre todo, insiste en que “es natural que progresivamente se vaya reduciendo”, habida cuenta de que se ha demostrado que la experimentación con animales “no es efectiva para poner solución a las enfermedades de los humanos”. Una rata no es un humano de 75 kg, resuelve.

Su postura se ampara en un estudio del grupo alemán Doctors Against Animal Experiments que afirma que “más del 90% de los medicamentos que resultan efectivos en animales fracasan en las fases clínicas posteriores en los humanos”. Tal y como reza el estudio, en muchas ocasiones los medicamentos que sí han funcionado con ratones, perros, vacas o cerdos no son útiles para los humanos porque “simplemente no generan la reacción esperada o provocan efectos secundarios”. Aunque hay países que encabezan la lucha contra esta especie de maltrato animal, Méndez evita señalar a uno en concreto en el que pudiera reflejarse España para avanzar en el cese de la actividad —”lo que hay que hacer es trabajar en la dirección que señala Europa e invertir en I+D+I para hallar métodos alternativos”—. De todos modos, sí elogia el caso de Holanda, un país que se ha comprometido a prohibir, en los próximos años, prácticamente toda experimentación animal.

El futuro pasa por los ‘organoides’

Europa apunta con el dedo a las alternativas que pueden poner solución al sufrimiento animal que provocan dichas prácticas, que todavía en la actualidad son el pan de cada día en industrias como la farmacológica, la médica, la cosmética, la armamentística o la biogenética. Por el momento, el camino que, según los expertos consultados, se descubre como el más prometedor pasa por la creación de una suerte de órganos en miniatura denominados organoides que se generan a partir de células madre. Sustituir los animales por elementos artificiales “no solo sería positivo moralmente”, desliza la portavoz de ADDA, que cree que si fuera simplemente por ayudar a los animales nadie movería un dedo, “sino que también sería más efectivo”. Hasta ahora, continúa, “hemos perdido la oportunidad de poner solución a muchas enfermedades por confiar en un método, el de la experimentación animal, que se ha demostrado erróneo”.

El animal de laboratorio por excelencia

Pero entretanto, mientras los distintos países no dan los pasos definitivos y por mucho que el estado de la cuestión sea el mejor en mucho tiempo, un gran número de ejemplares continúa padeciendo y muriendo en todo el mundo y, en concreto, en España. El 5,13% de los procedimientos que se aplican a los animales, sin ir más lejos, son tan duros que no permiten su recuperación, es decir, que los llevan a la muerte. Un 8,21%, por otra parte, son severos; un 34,97%, moderados y algo más de un 50% son leves. Por situar un poco los datos, algo más del 65% de las pruebas en nuestro país se realizan con ratones, el animal de laboratorio por excelencia, aunque Méndez aclara que se utilizan “muchas más especies”. En el informe que elaboró el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con datos del 2017 aparecen hasta 37, entre ellas los perros, gatos, cerdos, vacas o cabras.

Carmen Méndez no echa las campanas al vuelo, porque “por mucho que hayamos avanzado en estos últimos años”, la experimentación con animales todavía es una realidad. Al Gobierno le pide más recursos destinados a la investigación y a la formación de nuevos investigadores, pero es cierto que una de las cosas que más le preocupan, desliza como colofón, “son los lobbies”, unos grupos de poder que, según afirma, podrían retrasar el cambio.

Fuente de información: INFOLIBRE

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Cuatro proyectos científicos sobre el virus COVID-19 que experimentan sin animales

La ONG de Londres ANIMALFREE RESEARCH, en colaboración con la empresa de biotecnología, también británica, Kirkstall ltd., lanzó en mayo 2020 una convocatoria general para presentar propuestas con el fin de impulsar la nueva tecnología de órganos en chip.

28 agosto 2020

J. G.- El objetivo final sigue firme. Avanzar hacia una ciencia más fiable, rigurosa y libre de todo sufrimiento animal innecesario. Cincuenta años de trabajo avalan la trayectoria de Animal Free Research, una organización con sede en Londres que debe insistir una vez más ante la inercia enfermiza de la comunidad científica:

La investigación tradicional con animales no ha logrado dar a los científicos las respuestas que necesitan para tratar enfermedades humanas. La situación actual de pandemia pone de relieve la imperiosa necesidad de sustituir el tiempo y el dinero que se invierte en una investigación engañosa por unas técnicas mucho más precisas basadas en la biología humana y en las nuevas tecnologías.”

En colaboración con la biotecnológica Kirkstall Ltd., fundada en 2006 en Rotherham (Sheffield), se lanzó un concurso donde diversas empresas presentaron sus proyectos para avanzar hacia una ciencia 100% respetuosa y extrapolable. Cuatro de esos equipos de investigación, tres del Reino Unido y uno de Estados Unidos, han recibido finalmente una subvención. Resumimos a continuación los objetivos principales de cada uno de esos trabajos, que tienen en común el ensayo de una metodología más precisa y la profundización sobre la naturaleza y las consecuencias de la nueva enfermedad, COVID-19, que se ha extendido a nivel mundial.

IMPERIAL COLLEGE LONDRES (Dra. Carolina Herrera)

  A través del sistema de órganos en chip se induce a las células una infección por SARS-CoV-2. Se detecta así como actúa el virus al entrar en el sistema respiratorio. Se contabilizan las células afectadas y se observa cómo reaccionan a partir de aquí, los glóbulos rojos y las defensas que circulan hacia el resto del cuerpo. En este proyecto, que sustituye la experimentación en monos, hámsters y hurones, se intenta también encontrar alguna medicina eficaz para combatir esos primeros síntomas de inflamación.

UNIVERSIDAD DE COVENTRY (Dr. Mark Turner)

A través del sistema Quasi Vivo, que reúne en miniatura diferentes órganos como si de un cuerpo humano se tratara, se investiga la correlación entre obesidad o Diabetes tipo 2 y enfermedades. Se sabe que una persona obesa es más propensa a enfermar y a padecer afectaciones víricas, pero hace falta saber exactamente por qué. Por medio de este método, que sustituye tradicionales experimentos con ratas, ratones y monos, se observa el comportamiento sistémico de un cuerpo obeso y su reacción al entrar en contacto con el nuevo virus SARS-CoV-2. 

JOHN HOPKINS SCHOOL OF PUBLIC HEALTH (BALTIMORE, EU, Dr. Baishakhi Ghosh).

La COVID 19 afecta especialmente al sistema respiratorio y es evidente que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar infecciones víricas. Se quiere observar aquí por medio de la recreación de un tejido humano, cómo afecta la inhalación de cigarrillos al pulmón y en qué grado este hecho predispone a la persona en cuestión a padecer una infección más grave por causa del SARS-CoV-2 en concreto, o de cualquier otro patógeno. Estas pruebas, o mejor dicho, torturas, son generalmente realizadas en monos.

LIVERPOOL SCHOOL OF TROPICAL MEDICINE (Dra. Samantha Donnellan).

En este proyecto se desarrolla un modelo 3D para poder seguir una co-infección por dos patógenos que son transportados a través del aire: la tuberculosis y el SARS-CoV-2. Con este nuevo método se busca investigar más a fondo qué ocurre en el cuerpo humano durante la entrada conjunta de esa bacteria y de ese virus. El objetivo es que una vez establecido el patrón, el modelo pueda ser utilizado para estudiar otras enfermedades y buscar nuevos medicamentos para combatirlas. Esta técnica innovadora sustituye las pruebas que día a día infligen en laboratorios de todo el mundo un sufrimiento cruel e innecesario a miles de ratas y monos.

Un 71% de los españoles está en contra de que se experimente con animales en la ciencia y llaman al cambio

17 julio 2020

Un 71% de los españoles encuestados para el estudio ‘Cruelty Free Europe’, un lobby de presión europeo en contra de la experimentación con animales, está en contra de que se siga experimentando con animales en la ciencia y llaman a los políticos a que pongan entre sus prioridades un cambio en este sentido y a tomr medidas y objetivos con el fin de acabar con esta práctica.

El estudio fue realizado vía internet por la consultoría británica’ Savant ComRes’ entre el 9 y el 19 de junio y, según explica la organización, contó con la participación de un total de 5.653 adultos repartidos por doce estados miembros de la Unión Europea, entre ellos España.

Del documento se desprende que, el país está un punto por encima de la media europea (un 70%) en este pensamiento. No están tan igualdados los porcentajes, sin embargo, en otras cuestiones.

Así, un 69%, (cinco puntos por debajo de la media europea) de los españoles opina que los tests destinados a la venta de productos cosméticos son absolutamente inaceptables, más después del veto general a esta práctica alcanzado e integrado legalmente a partir del 11 de marzo de 2013 por la política comunitaria; y un 71% de los españoles (frente al 76% en el conjunto de la encuesta en Europa), considera que los experimentos destinados a la comercialización de productos de limpieza del hogar deberían ser expresamente prohibidos por la Unión.

España es, además, el país que menos está de acuerdo en que la UE invierta más recursos en desarrollar investigaciones y métodos alternativos, más fiables científicamente y exentos de todo maltrato. Por países, están a favor de esa cuestión un 85% de los encuestados en Portugal, un 84% en Croacia, un 80% en Polonia y Rumanía, un 79% en Italia, un 76% en Alemania, un 75% en Francia y un 72% en España.

INCUMPLIMIENTO DE LA DIRECTIVA EUROPEA

Un 71% de los españoles está en contra de que se experimente con animales en la ciencia y llaman al cambio

Desde la organización explican que, pese a la directiva europea vigente en relación a la protección de los animales utilizados para fines científicos, los últimos estudios demuestran que el maltrato y por lo tanto el incumplimiento en este ámbito sigue siendo muy marcado. El informe oficial más reciente elaborado por la Comisión Europea constata como, entre 2015 y 2017 tuvieron lugar en Europa un total de 30 millones de experimentos con animales supuestamente destinados a la investigación.

Todo ello a pesar de que se haya recalcado en distintos estudios y de manera reiterada que más del 90% de las sustancias testadas en animales no son válidas posteriormente, por toxicidad o ineficacia, cuando se prueban en humanos», explican los responsables del trabajo.

Para la directora de Ciencia de Cruelty Free Europe, Katy Taylor, «no es bueno que se siga insistiendo por defecto en las pruebas desactualizadas y poco fiables con animales en un intento de desarrollar tratamientos contra enfermedades humanas y protección contra productos químicos tóxicos para las personas y para el medio ambiente».

«La Unión Europea debe crear un marco que incentive nuevos y modernos enfoques sin animales y que resulten efectivos para la protección de sus ciudadanos y del medio ambiente», explica. A su juicio, los objetivos y plazos para eliminar las prácticas insostenibles y reemplazarlas por otras de mejores ya existen en algunas políticas de la Unión Europea, como es el caso de aquellas referentes a emisiones de carbono, residuos o reciclaje.

En Cruelty Free Europe participa la ONG española ADDA, cuya presidenta, Carmen Méndez, ha señalado que «España, como miembro de la Unión Europea, debe ser receptiva a los cambios de la sociedad y a los avances que ofrece la ciencia actual». Así, cree que el país «debe participar y contribuir en el desarrollo y la implementación de las técnicas alternativas que sustituyan los ineficaces y crueles experimentos con animales».

Fuente de información: Europa press -Ciencia Plus

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La experimentación con animales no es el camino

El “Institut de Bioenginyeria de Catalunya” ha participado en un estudio europeo que demuestra la eficacia de un nuevo fármaco para detener la infección, en su estadio inicial, por COVID-19. La investigación ha sido publicada a principios de abril en la revista norteamericana CELL, especializada desde hace 46 años en biología molecular, y se está probando ya en 200 pacientes. La noticia no tendría más relevancia para ONG ADDA que la lógica satisfacción general por los más que probables beneficios sanitarios que puede suponer. Pero este caso va mucho más allá, porque forma parte y corrobora la correcta dirección de una larga lucha contra aberraciones científicas y prácticas éticas y morales injustificables, que por inercia y beneficio económico se han prolongado hasta nuestros días y todavía no remiten.

Coronavirus

Hablamos de la lucha contra la experimentación con animales. Porque este nuevo fármaco no ha sido probado en ratones, ni en conejos, ni en primates. Ha sido investigado mediante pequeños cultivos de células, reproducciones de órganos humanos a pequeña escala, de menos de un milímetro, surgidos a partir de células madre, que son, para entendernos, las originales, aquellas que comienzan la multiplicación y se convierten en cualquier tejido. Estos «Miniórganos«, alimentados en placas de Petri mediante la inyección artificial de nutrientes, no sólo emulan el funcionamiento que tienen dentro del cuerpo humano con bastante precisión, sino que además son personalizados, porque derivan de uno u otro paciente en concreto. El avance que esto significa es enorme. Por un lado se hace camino hacia una medicina personalizada, fiable y mucho más adaptada a la velocidad que requieren soluciones que deben ser urgentes en casos como el actual. Por otro, no representa un método invasivo, ya que no hace daño a nadie. A las personas se les extrae, tan sólo, una célula. A los animales se les deja de utilizar como ratas de laboratorio que alimentan una suculenta economía y una ciencia absolutamente sesgada. En efecto, a pesar de que humanos y ratones, o que humanos y chimpancés puedan compartir un tanto por ciento muy elevado de sus genes, las conexiones internas, los sistemas inmunitarios, las fisiologías respectivas, responden a patrones muy diferentes y en ningún caso comparables. (Ver artículo escrito por el profesor Pietro Croce, publicado en la revista ADDA Defiende los Animales, nº5, 1991). Sólo un dato ilustrativo: entre el 92% y el 95% de todos los medicamentos que se muestran efectivos en animales fracasan en las fases clínicas posteriores probadas en pacientes humanos. Y sin embargo, con datos de la Unión Europea, 11 millones de animales siguen siendo utilizados, y muchos de ellos sacrificados, cada año.

Nuestra asociación se congratula de este nuevo paso y empuja con la esperanza de que un día ya cercano los animales puedan dejar por fin de ser utilizados y torturados inútilmente en los laboratorios. ADDA, fundada en 1976, declarada de Utilidad Pública en 1981, decana en España en la lucha por el bienestar de los animales y de la naturaleza, es la única representante en el estado de organizaciones europeas como ECEAE o Cruelty Free Europe, los dos lobbys de presión que, en el marco comunitario, luchan para acabar con estas prácticas crueles y para avanzar en la difusión de los nuevos métodos alternativos.

Hace tiempo que entre otras muchas luchas, ONG ADDA divulga y se ocupa en concreto de frenar el auge de la experimentación con animales. El pasado verano, mucho antes de esta noticia y de la aparición de este nuevo tipo de coronavirus, presentó el doblaje en castellano de un vídeo ilustrativo de estas nuevas técnicas de investigación. Un vídeo producido por la Organización alemana, miembro también de la ECEAE, Doctors Against Animal Experiments (Äerzte Gegen Tierversuche). Un vídeo titulado «Avances Científicos Sin experimentación Animal» al cual se puede acceder desde la web de la asociación o a través de la plataforma Vimeo.

ADDA presentó, asimismo, el pasado diciembre un extenso blog que recomendamos, especializado con una amplia y resumida documentación vinculada con las técnicas alternativas, donde se recogen todos los razonamientos científicos y éticos que avalan su utilización y que descartan el uso de animales.

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Identificado un fármaco en fase clínica capaz de bloquear los efectos de la Covid-19

En este estudio internacional han participado investigadores del Instituto de Bioingeniería de Catalunya

3 abril 2020

Investigadores del Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC) junto a un equipo internacional de científicos han identificado un fármaco que bloquea el virus SARS-CoV-2 en las primeras fases de la infección. Utilizando cultivos celulares y orgánulos, réplicas en miniatura de órganos reales desarrolladas a partir de células humanas, han comprobado que este fármaco es capaz de reducir hasta 5000 veces la cantidad de virus presente en el tejido.

Estos resultados prometedores, publicados en la revista Cell, han hecho que la compañía biotecnológica que ha desarrollado el fármaco, Apeiron Biologic, anunciara ya ayer que comenzará de manera inminente un ensayo clínico con 200 pacientes con fases avanzadas de Covid-19 en Europa.

El fármaco, llamado APN01, ya existía: había sido desarrollado para la epidemia de SARS del 2003, causada por un coronavirus muy similar al que está detrás de la actual pandemia de Covid-19, que hasta el 3 de abril ha provocado más de un millón de casos y ocasionado la muerte a más de 53.000 personas en todo el planeta. En 2003, el APN01 ya había sido probado en un ensayo clínico de fase I-II para comprobar su toxicidad y eficacia.

Este fármaco lo que hace es bloquear el mecanismo de entrada del virus en las células humanas. Este mecanismo fue descubierto por investigadores de la Universidad Columbia Británica (Canadá), coautores de este nuevo trabajo, que entonces hallaron que la proteína S del virus (dispuesta sobre la superficie y que le da el aspecto de corona) se une a un receptor de la célula humana llamado ACE2 (por sus siglas en inglés, enzima convertidora de angiotensina).

Ese receptor no está en todas las células humanas, sino que se expresa en pulmón, corazón, vasos sanguíneos, riñones e intestino, que son precisamente los tejidos afectados por la Covid-19.

Para comprobar si en este nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, éste era también el mecanismo de infección, los investigadores usaron muestras de tejidos de pacientes con Covid-19, a partir de las que aislaron e infectaron en el laboratorio células humanas y también, y ahí es donde entra el grupo de la investigadora Icrea Núria Montserrat del IBEC, orgánulos de riñón humanos.

El hecho de que el receptor ACE2 se exprese fuertemente en riñones y que se pueda hallar ARN del SARS-CoV-2 en la orina es lo que llevó a los investigadores a usar los orgánulos de riñón como modelo.

“Teníamos muchas preguntas acerca de cómo el virus entra en la célula, si utilizaba mecanismos distintos a la hora de infectar células de riñones, pulmones o corazón. Los orgánulos nos han permitido averiguar que el mecanismo es el mismo y probar una molécula en un contexto humano, porque son células humanas del propio tejido infectado de los pacientes, pero a una velocidad muy superior a la de un ensayo con personas”, explica a La Vanguardia Montserrat.

El fármaco solo se ha podido probar en las fases iniciales de la infección, porque los orgánulos solo se pueden mantener en cultivo como máximo 15 días, pero los investigadores confían en que el fármaco antiviral también podría ser eficaz en fases más avanzadas que, es de hecho, lo que tratará de probar el ensayo que comenzará en las próximas semanas en Europa.

El siguiente paso será, en lugar de infectar cultivos celulares y orgánulos con virus aislados de una muestra de pacientes, trabajar directamente con muestras de tejidos infectados. En este sentido, el IBEC colabora con el Hospital Clínic de Barcelona y otros centros españoles para obtener esas muestras de Covid-19.

También utilizarán los orgánulos para estudiar qué ocurre en personas diabéticas, que tienen un peor pronóstico, o en condiciones de hipoxia o falta de oxígeno, ocasionada por infecciones más agresivas. “Intentaremos ver si el fármaco funciona igual a igual dosis. Incluso podríamos intentar conectar los orgánulos de riñón, pulmón, para ver el efecto sistémico”, señala Montserrat.

Imagen de microscopía confocal de un organoide de riñón generado in vitro a partir de células madre pluripotentes humanas que han sido diferenciadas durante 20 días usando cultivos tridimendionales
Imagen de microscopía confocal de un organoide de riñón generado in vitro a partir de células madre pluripotentes humanas que han sido diferenciadas durante 20 días usando cultivos tridimendionales (IBEC)

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La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU (EPA) se compromete a poner fin a los ensayos con animales

27 enero 2020

El pasado septiembre, la Agencia de Protección Ambiental (EPA en inglés) de Estados Unidos anunció un plan para reducir y con el tiempo eliminar su dependencia de los ensayos en animales para evaluar el peligro de los productos químicos. Actualmente, la EPA realiza, o requiere que las compañías químicas realicen ensayos en conejos, ratones, ratas y peces para evaluar la toxicidad química. La EPA se ha comprometido a una reducción del 30 por ciento en su financiamiento y solicitudes de estudios de toxicología que involucran mamíferos para 2025, y poner fin a casi todos esos estudios en 2035 (después de 2035, los ensayos de seguridad química en mamíferos requerirán la aprobación, caso por caso, de la EPA). Para lograr estos objetivos, la EPA ha otorgado $ 4,5 millones a cinco universidades para ayudar a desarrollar nuevos métodos sin animales, como las pruebas in vitro o el modelado y simulación por computadora. Estos métodos alternativos a menudo requieren menos recursos, pueden evaluar más productos químicos en un tiempo más corto y son tan buenos o mejores para predecir la toxicidad en comparación con los modelos animales actuales.

Avances científicos sin experimentación Animal: Mini órganos y mini órganos en chip.

15 noviembre 2019

Ong ADDA presenta en España el video traducido al castellano y producido por la organización alemana “Doctors Against Animal Experiments” que explica cómo se pueden sustituir los experimentos con animales por técnicas alternativas.

Hace una década, en 2009, surgieron las primeras publicaciones que describían, por primera vez, el cultivo de mini órganos derivados de cultivos tridimensionales de células humanas; los llamados organoides. Desde entonces, se ha progresado mucho en estas técnicas que han abierto nuevas vías para las aplicaciones biomédicas y multitud de enfoques innovadores en la investigación, como los sistemas de órganos en un chip y la medicina personalizada.

ADDA, como representante en España de la Coalición Europea para la Abolición de los Experimentos con Animales (siglas en inglés ECEAE), quiere dar a conocer a los estudiantes españoles, y al público en general, este video de carácter científico y didáctico que explica, de forma sencilla, estas nuevas tecnologías de las que disponen los investigadores.

No cabe duda de que se necesitan sistemas de modelos humanos si queremos obtener datos relevantes para la medicina, la farmacología y la toxicología. Los organoides humanos y otros modelos de cultivos de células humanas tridimensionales, combinados con las tecnologías de órganos en un chip y los experimentos in silico (simulaciones en computadoras) además de resultar muy prometedores, proporcionan mejores soluciones y resultados más fiables para el estudio de las enfermedades humanas. Poner fin a la experimentación con animales es posible y está cada vez más cerca.

El video se puede visionar en VIMEO y en YOUTUBE

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El 95,22% de los animales utilizados para investigación en 2018 sufrieron dolor

Durante el pasado año se utilizaron 836.096 seres vivos con estos fines, 33.120 más que en 2017, siendo los ratones (62%), los peces (10,6%), y las aves de corral (9,5%) los más usados.

12 noviembre 2019


El año pasado se utilizaron en España 836.096 animales para la investigación científica y la docencia, de los cuales un 95,22% sufrieron alguna clase de dolor. La cifra se mantiene estable y siempre por debajo del millón desde 2010, cuando se usaron 1.344.986 animales con fines científicos.

Según el último informe sobre el uso de animales en experimentación que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha remitido a la Comisión Europea, de los 836.096 animales utilizados, aumentando en 33.120 el número de ejemplares utilizados respecto a 2017. El 98,3% se emplearon por primera vez y el 1,6% fueron reutilizados siguiendo los requisitos y condiciones que exige la Unión Europea (UE).

La mayoría de los animales utilizados fueron ratones (62%), peces (10,6%),aves de corral (9,5%), ratas (6,3%), pez cebra (4,3%), conejos (2,69%) y cerdos (1,43%). De acuerdo con el informe, en 2018 el uso de mamíferos no ha variado sustancialmente con respecto a años anteriores, y el de anfibios se mantiene estable, si bien se aprecia una variación en el número de peces «relativamente elevado» en comparación con otros años.

El informe destaca el aumento del número de cefalópodos utilizados para investigación desde los 20 que se usaron en 2017 hasta los cerca de 4.000 del año pasado, que sirvieron para desarrollar varias líneas de investigación de enfermedades y para mejorar el conocimiento de su biología y su reproducción.

La mayoría de los animales se utilizaron para hacer estudios sobre protección medioambiental, para preservar la biodiversidad o para estudiar la biología o etiología de ese animal, y en algunos casos para proyectos de estudios relacionados con el sistema nervioso (ciervos) o el reproductor (muflón).

El informe especifica el grado de dolor, estrés o sufrimiento experimentado por los animales en la investigación y desvela que el 52% de ellos padeció dolor leve y el 36% dolor moderado (435.810 animales y 300.199, respectivamente). Sin embargo, 60.398 animales padecieron un sufrimiento «severo» (el 7,22% del total) y 39.689 no recobraron la conciencia después de ser utilizados en algún estudio con anestesia general (el 4,75%).

Además, de los 836.096 animales usados el año pasado, 529.652 (el 66%) no fueron alterados genéticamente y 300.000 habían sido alterados genéticamente -con o sin algún fenotipo patológico- para investigación específica de una enfermedad.

Dada la especial sensibilidad ante el uso de primates, la estadística incluye un apartado con información específica sobre el uso y procedencia de los 274 ejemplares utilizados en 2018. El 72% del total (198 primates) habían nacido en África, 73 en Asia y tres en un establecimiento registrado de la Unión Europea.

En ningún caso se emplearon primates capturados en la naturaleza, dado que para los animales nacidos en libertad la captura y el transporte es algo angustioso, sino que todos los primates utilizados habían nacido en cautividad, y en su mayor parte procedían de colonias autosostenidas, en las que los animales se crían en comunidad pero son mantenidos y están acostumbrados a los seres humanos.

De los animales usados el año pasado, el 48% se dedicaron a investigaciones básicas para conocer la estructura y funcionamiento de los organismos vivos, y el 27,4% a la investigación aplicada, que incluye el desarrollo y fabricación de productos farmacéuticos, alimentos, piensos, y pruebas de calidad y seguridad.

Entre 2009 y 2016, el uso de animales en laboratorios españoles se ha reducido significativamente gracias, en gran medida, a la directiva que obliga al fomento de las 3R, es decir, a reemplazar animales por otras técnicas siempre que sea posible, a reducir al mínimo su uso en los laboratorios y experimentos y refinar los métodos empleados en la investigación.

Además, más 140 centros de investigación se han sumado voluntariamente al Acuerdo de Transparencia sobre el uso de animales en experimentación científica en España promovido en 2016 por la Confederación de Sociedades (COSCE).

Fuente de información: Público

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Un vídeo muestra el terrible maltrato a monos, perros y gatos en un laboratorio alemán

La imágenes muestran a los animales maltratados para hacerles pruebas agresivas, atados a máquinas que parecen de tortura o moribundos en celdas llenas de sangre

16 octubre 2019

La asociación protectora de animales Cruelty Free International ha denunciado el laboratorio de Farmacología y Toxicología (LPT) en Hamburgo (Alemania) por la brutal situación a la que están sometidos monos, perros, gatos y otros animales.

La asociación ha logrado grabar de forma encubierta y difundir un vídeo con imágenes que pueden herir la sensibilidad de los espectadores. Se puede ver a monos amarrados por el cuello en una especie de aparatos metálicos de tortura, perros encerrados en jaulas llenas de su propia sangre, trabajadores que los manipulan con violencia para controlarlos y someterles a pruebas con fármacos.

Cruelty Free International dice que las condiciones “violan claramente” los requisitos mínimos de bienestar animal de la UE y pide el cierre de la instalación.

La publicación de las imágenes ha hecho que asociaciones en defensa de los animales den el grito de alarma para cerrar el laboratorio de los horrores de Hamburgo. “Esto no se puede tolerar, y estamos pidiendo que se cierre este laboratorio y que las autoridades alemanas realicen una investigación completa”, explica Kate Willett, de Humane Society International.

Soko Tierschutz, una organización benéfica que hace campaña por los derechos de los animales, denuncia que las imágenes demuestran una “horrenda mezcla de sufrimiento y crueldad” y que sus prácticas violan la legislación alemana y de la UE.

Es impensable que esto esté sucediendo en un país que tiene la protección animal en su constitución”, dijo Friedrich Mülln de la organización animalista alemana. “Hacemos un llamamiento al gobierno alemán para que tome medidas inmediatas para cerrar LPT y poner fin a estas pruebas de envenenamiento crueles y anticuadas.

Después de que se difundieran las imágenes, las autoridades de la región de Harburgo verificaron in situ las instalaciones del laboratorio y confirmaron algunas de las denuncias hechas por los animalistas eran ciertas. “Descubrimos que las jaulas eran demasiado pequeñas, tal como afirmaron los activistas”, explicó el portavoz de la autoridad local.

La Oficina Estatal de Protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria de Baja Sajonia ya ha presentado cargos ante el Fiscal en Luneburg por presuntas violaciones contra las leyes de protección animal.

Envenenamientos y condiciones deplorables

LPT es un laboratorio de propiedad familiar en el que se realizan pruebas de toxicidad para compañías farmacéuticas, industriales y agroquímicas de todo el mundo con el fin de que sus productos cumplan con los requisitos de los gobiernos y de las autoridades reguladoras.

Las pruebas que ahí se les realiza suponen envenenar a los animales para poder saber qué cantidad de una sustancia química o droga puede causar daño y así determinar la dosis adecuada. Para ello, según explica Cruelty Free International, “ Los animales son inyectados o se les hace comer o inhalar cantidades crecientes de una sustancia para medir los efectos tóxicos que pueden ser graves e incluyen vómitos, hemorragias internas, dificultad respiratoria, fiebre, pérdida de peso, letargo, problemas de la piel, insuficiencia orgánica e incluso la muerte . No se proporcionan anestésicos ni alivio del dolor”.

La imágenes que demuestran las terribles prácticas fueron posibles gracias a un activista que consiguió infiltrarse como trabajador en el centro desde diciembre de 2018 hasta marzo de 2019. Este asegura que fue testigo de pruebas en perros de raza beagle, monos macaco, gatos y conejos y que estos fueron mantenidos en condiciones horribles.

Según los informes de Cruelty Free International, los Beagles tenían tubos colocados forzadamente en sus gargantas y les daban fármacos, y a menudo sangraban después de los experimentos. A tenor de las declaraciones del denunciante, los monos fueron quienes más sufrían las pruebas. Los mantenían confinados en pequeñas jaulas, muchos de ellos se volvían locos y andaban en círculos. Aseguran que había muchos a los que les inyectaban sustancias hasta 13 veces al día.

Michelle Thew, directora ejecutiva de Cruelty Free International declaró que “nuestra investigación ha descubierto un terrible sufrimiento animal, una atención inadecuada, malas prácticas e infracciones de las leyes europeas y alemanas. Hacemos un llamamiento para que se cierre el Laboratorio de Farmacología y Toxicología (LPT ). También solicitamos una revisión exhaustiva del uso de animales en las pruebas de toxicidad en Europa, incluido el Reino Unido. Cada investigación, sin falta, muestra una historia similar de miseria y de desprecio de la ley”.

Fuente de información: La Vanguardia

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