Ya se puede aplicar para la segunda edición del premio Geoffrey Deckers

El galardón concede 6.000 euros para proyectos comprometidos con el fin de la experimentación con animales.

Las candidaturas pueden presentarse hasta el próximo 30 de noviembre.

13 noviembre 2021

Cruelty Free Europe, el lobby europeo que lucha para poner fin a la experimentación con animales y del cual ADDA forma parte, organiza por segundo año consecutivo el premio Geoffrey Deckers. Se trata de de una beca de 6.000 euros que va dirigida a aquellas organizaciones pequeñas o medianas, que cuentan con menos capacidad financiera, con tal de que éstas puedan impulsar proyectos de investigación o difusión en pro de un objetivo inequívoco: avanzar hacia el fin de los ensayos con animales, ya sean estos realizados con fines científicos o utilizados como modelo en los centros educativos.

Al premio, que se concederá como siempre en una gala presencial el día 13 de enero (día que coincide con la fecha de cumpleaños de Geoffrey), pueden optar aquellas organizaciones que cuenten con unos ingresos anuales inferiores a los 100.000 euros, que tengan su sede en Europa y que estén comprometidas con un trabajo no violento ni discriminatorio para avanzar hacia una ciencia más precisa y poner fin al sufrimiento de millones de animales en experimentos.

Todas aquellas asociaciones que así lo deseen, deben mandar, antes del 30 de noviembre, un correo con toda la información requerida a info@crueltyfreeeurope.org. El formulario de inscripción, así como toda aquella información adicional sobre el proyecto, puede hallarse y descargarse en el siguiente enlace: https://crueltyfreeeurope.org/geoffrey-deckers-award

La junta de Cruelty Free Europe valorará todas las candidaturas recibidas, en función sobre todo de su efectividad y compromiso, y anunciará públicamente la que resulte ganadora en el evento de entrega del 13 de enero. La organización premiada deberá justificar en un informe, antes del 30 de octubre de 2022, todas las acciones que ha podido realizar con el dinero concedido.  

El premio de 2021

Los primeros 6.000 euros, otorgados el pasado año, fueron destinados a la organización bosniana EcoVegAnimals (EVA). En 2020 esta asociación obtuvo un gran éxito en conseguir el compromiso de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Sarajevo de acabar con el uso de animales vivos en sus programas educativos. Con la financiación del premio, EVA impulsó una gran campaña de difusión y organizó, los pasados 12 y 13 de noviembre, una conferencia sobre innovación y nuevos métodos alternativos, aquellos que han de permitir sustituir la inercia secular del uso de ratones, peces, ratas o cobayas para la docencia.

La figura de Geoffrey

Geoffey Deckers dedicó su vida a la protección y la defensa de los animales. Miembro de Cruelty Free Europe y por lo tanto también compañero de reuniones de los representantes de Ong ADDA en el continente, fundó en 1998 la organización holandesa Een Dier Een Vriend (Un animal, un amigo). Impulsó campañas a nivel nacional pero també otras de carácter europeo e internacional. Uno de sus grandes éxitos fue acabar en los Países Bajos, en el año 2006, con el uso de chimpancés para la investigación biomédica. Geoffrey Deckers falleció repentinamente en el mes de junio de 2020.  

El Parlamento Europeo aprueba finalizar la experimentación con animales

Los 58 europarlamentarios españoles, menos uno, respaldaron la propuesta que debe prosperar con nuevas leyes que concreten la realización.

28 septiembre 2021

Redacción.- Hito histórico para la ciencia y para el respeto que merecen el resto de los animales. El pleno del Parlamento Europeo, órgano máximo de debate y decisión política de la Unión, adoptó el pasado 15 de septiembre por 667 votos a favor, 4 en contra y 16 abstenciones, la resolución intitulada “Plans and actions to accelerate a transition to innovation without the use of animals in research, regulatory testing and education / Planes y acciones para acelerar una transición hacia la innovación sin el uso de animales en la investigación, las pruebas reglamentarias y la educación”. Se trata, de momento, de una declaración de intenciones con carácter jurídico, pero sin obligaciones normativas todavía. Un empeño que debiera plasmarse próximamente en nuevas leyes más estrictas y concretas que deriven hacia un fin definitivo de los crueles y muy dudosos ensayos que utilizan anualmente a millones de animales. La iniciativa fue impulsada el pasado mes de junio por cinco organizaciones internacionales: PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), HSI (Humane Society International), Eurogroup for Animals, y los dos lobbys de presión continentales de los cuales forma parte Ong ADDA, Cruelty Free Europe y la ECEAE (European Coalition to End Animal Experiments).

La resolución, que sí influenciará en futuras decisiones y será tomada en cuenta por la jurisprudencia, marca un antes y un después entre un modelo científico arcaico y una investigación, educación y revisión futura mucho más fiable y relevante. En concreto, el texto, una puerta abierta a un futuro libre de dolor, hace referencia a tres objetivos específicos:

  • La  eliminación total a largo plazo de los experimentos con animales, con metas e hitos intermedios que deben ser estipulados por el grupo de trabajo interdisciplinar que tiene que crearse.
  • La financiación decidida y sólida por parte de la Unión y los estados miembros de la investigación, validación y difusión de nuevos métodos alternativos que permitan prescindir de animales para los experimentos y establecer modelos más fiables y precisos.
  • La defensa del medio ambiente y la seguridad, que será más eficaz si se aplica una metodología de última tecnología. Siguiendo el reglamento de la Agencia Europea de Químicos (Reglamento REACH), se deberá adoptar y aplicarse, sin excepción, cada nuevo modelo alternativo tan pronto éste sea validado.

La moción aprobada hace especial hincapié también en la necesidad de visualizar un nuevo esfuerzo por parte de todos los estados miembros, y en la importancia que ha de tener la educación, la formación y el reciclaje continuo de la comunidad educativa, administrativa y científica, respecto al uso de los nuevos métodos alternativos que vayan apareciendo.   

La abstención de una eurodiputada española.

Izaskun Bilbao, miembro del Partido Nacionalista Vasco y de la coalición liberal y conservadora europea Renew Europe, fue la única de la lista de 58 eurodiputados españoles que se abstuvo en la votación. El resto, 57, a los que Ong ADDA envió una carta personalizada para informar de la importancia de la votación, respaldaron todos la iniciativa. Todo ello, muy a pesar de que España, de momento, no ha hecho ningún paso decisivo para financiar los métodos alternativos, ni ha adoptado compromiso firme alguno para poner fin a los ensayos animales para la investigación científica.  

La experimentación en cifras.

Hay que recordar que, según el último informe publicado por la Comisión, en el año 2018 se utilizaron en Europa un total 10.572.305 millones animales para pruebas; unas cifras que suponen una reducción escasa de un 2% anual en los últimos diez años, el tiempo en el cual viene aplicándose la Directiva relativa al uso de animales para fines científicos (Directiva  2010/63/UE), que aboga por la reducción, el refinamiento y el reemplazo. Dicha Directiva, así como el Reglamento de Cosméticos (Reglamento CE 1223/2009) han sido vulnerados en múltiples ocasiones recientemente. Es el caso de las pruebas de pirógenos (donde se comprueba si una substancia ocasiona fiebre al animal), para las cuales existen métodos alternativos validados, o de las nuevas decisiones de la ECHA (la Agencia Europea de Químicos), que obligan a las empresas a testar productos e ingredientes, incluyendo aquellos destinados a la industria cosmética, en animales.

Otras resoluciones similares

Hasta ahora el compromiso más firme y con plazos específicos marcados para poner fin a cierto tipo de ensayos con animales viene de los Estados Unidos. En septiembre de 2019, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) del país norteamericano anunció que para 2035 no conduciría ni financiaría ya ningún experimento más que involucrara a mamíferos. Para llegar a este objetivo único i concreto, estableció una reducción paulatina de las inversiones, que en el año 2025 debieran ser un 30% menores con respecto a los niveles de 2019.

La testigo protegida del caso Vivotecnia acusa al laboratorio de manipular ensayos con animales

La técnico de veterinaria que grabó el presunto maltrato animal que se hizo público hace cinco meses declara ante el juez sobre las pruebas que recabó entre 2018 y 2020

23 septiembre 2021

Oculta hasta ahora en las sombras, la mujer que grabó las imágenes que mostraron el supuesto maltrato animal en el laboratorio Vivotecnia salió este miércoles a la luz, cinco meses después, para responder a las preguntas de la juez en calidad de testigo protegido. Contestó un sinfín de cuestiones sobre cuándo y qué vio exactamente, quién estaba implicado directamente y a quién avisó antes de ponerse a recabar pruebas. Ella era la única que podía esclarecer los detalles más relevantes de una investigación que se está llevando a cabo en el Juzgado de Colmenar Viejo, bajo secreto de sumario desde abril, cuando el escándalo estalló gracias a un vídeo de ocho minutos grabado por ella entre 2018 y 2020 y editado y publicado por la ONG Cruelty Free International (CFI). En él se mostraba cómo diferentes trabajadores maltratan supuestamente a los animales con los que experimentaban.

Llegó nerviosa, pero lo hizo a lo grande, desvelando una bomba más: en el laboratorio, aseguró, no solo había un “maltrato reiterado” hacia los animales, sino que además se manipulaban los resultados de los ensayos para aprobar estudios que después pasaban a una segunda fase de experimentación con seres humanos.

Todos los focos apuntaban hacia Carlota Saorsa, el seudónimo por el que se conoce a la persona que firma el vídeo con el que empezó su particular batalla de David contra Goliat, la de una persona anónima contra una empresa que tiene como principal negocio los encargos de estudios de la industria farmacéutica.

Como testigo protegida en esta fase de instrucción, Saorsa respondió durante cuatro horas desde un cuartel de la Guardia Civil. A varios kilómetros de allí, en Colmenar Viejo, los abogados de todas las partes implicadas, el fiscal de Medio Ambiente y la juez intentaron desgranar cada detalle a través de una videoconferencia con la imagen de ella bloqueada.

No solo le preguntaron por el vídeo de ocho minutos que se publicó en abril, también por otros 80 fragmentos, más de una hora y media extra de contenido, que la ONG entregó después, donde se pueden ver imágenes de animales desangrándose, enfermos, tratados con violencia, vejados y siendo parte de procedimientos dolorosos sin anestesia pese a ser obligatoria, según la legislación vigente. A algunos, de hecho, les llegan a realizar una necropsia cuando todavía siguen vivos.

La historia de la imagen del perro de raza Beagle que aparece en el vídeo publicado por los medios de comunicación y que se encuentra junto a un charco de sangre encierra un trasfondo aún más preocupante. Según contó Saorsa, esa imagen la grabó después de que llegara un día a trabajar a las ocho de la mañana y lo viera desangrándose en el suelo de una sala. Avisó a sus superiores para que le atendieran, pero hasta las cinco de la tarde nadie se preocupó por el animal. Cuando lo revisaron, le practicaron la “eutanasia compasiva” y fue sustituido por otro perro para continuar con el estudio en el que participaba. Pero el cambio de individuo no se registró en ningún sitio. En los datos finales del estudio aparecía anotado que el mismo animal había empezado y terminado el experimento, sin que se registraran las consecuencias adversas de los fármacos.

Burlas por protestar

Ese ejemplo sirve para entender cómo funcionaba el laboratorio, según su relato. La consigna de los responsables de la empresa era clara: debían eutanasiarse el menor número de animales, pese a las enfermedades que desarrollaban, y se llegó a ocultar la sintomatología adversa desarrollada.

La técnico de veterinaria apuntó directamente a la cúpula de Vivotecnia, a quien responsabiliza de las imágenes que almacenó como pruebas de un delito en el que estaban implicados casi todos los trabajadores. Solo una persona, aparte de ella, levantó la voz y mostró claramente su disconformidad. El resto participaba de una u otra manera de esa cultura. Tanto es así, que cuando alguien se quejaba y alertaba de que se incumplía la normativa, recibía burlas de sus propios compañeros.

Diferentes científicos consultados que investigan con animales explican que buena parte del control en los laboratorios recae sobre los comités de ética internos porque se hacen pocas inspecciones en España por parte de las comunidades autónomas, competentes en esta materia. Estos comités controlan y vigilan cuestiones, como que se limite el número de animales a los estrictamente necesarios, el manejo del dolor, el alojamiento o la eutanasia.

Saorsa insistió este miércoles de nuevo en que los trabajadores no tenían conocimiento de la existencia de ese órgano y que no tenían a nadie a quien dirigirse para denunciar lo que pasaba. Por eso elevó verbalmente las quejas a sus superiores, que hicieron oídos sordos, más preocupados en imprimir un ritmo de trabajo alto para asumir más y más encargos.

Las personas investigadas en la causa todavía no han prestado declaración. Por ahora Andrés König, el director general de Vivotecnia, y cuatro trabajadores están en el foco de la polémica por posible maltrato animal, un delito castigado con penas de entre tres meses y un año de prisión. La empresa se enfrenta a una sanción de entre 601 y 100.000 euros.

Pese a eso, el Gobierno regional cree que se han adoptado medidas cautelares suficientes para asegurar el bienestar de los animales y por eso el 1 de junio levantó la suspensión temporal. La empresa opera con normalidad. Como si nada hubiera pasado.

Leer noticia: El País

La Unión Europea publica las estadísticas de experimentación con animales relativas al año 2018

Imagen: Cruelty Free Europe

Baja el número total de ensayos, pero aumenta la utilización de perros y primates.

21 julio 2021

La cifra total de experimentos con animales reportados en la Unión Europea baja, por primera vez, por debajo de los 9 millones de animales (8.921758), si excluimos los datos de Noruega que se incorpora como novedad en el recuento y que, , no había sido tomada en consideración en el análisis de 2017 (9.388.162). Son los datos que se derivan de la última estadística elaborada por la Comisión Europea, que recoge los informes relativos al año 2018, que incluyen 29 estados miembros, entre los cuales,  también el país escandinavo y el Reino Unido. En caso de sumar las cifras de Noruega, donde tienen un gran peso las pruebas realizadas con peces para la industria de las piscifactorías, el número total debe elevarse hasta los 10.572.305.

A priori parecen unos datos positivos, pero hay aspectos que siguen siendo preocupantes. En primer lugar hay que recordar que la Directiva 2010/63/UE relativa a la protección de los animales utilizados para fines científicos, deja claro que se deben  promover los métodos alternativos y usar animales vivos sólo cuando sea estrictamente necesario sin que  exista otra posibilidad. Se siguen manteniendo. o aumentando. los ensayos para los que ya existe validada  nueva metodología, como son la pruebas de irritación de la piel o de pirógenos, donde España sigue a la cabeza. Se observa que es la investigación básica, aquella que no tiene detrás ninguna obligación legislativa y la que emplea el mayor número de animales; un 46%.  Los ensayos ligados a pruebas de seguridad exigidas por ley, de hecho, tan sólo representan un 18% del total. Estos porcentajes evidencian que todavía se hace muy poco y que se puede exigir muchísimo más en este campo.

Severidad y uso de primates y perros 

A pesar del descenso general, el sufrimiento que se inflige a los animales mediante los experimentos, sigue siendo elevado y crece hasta  un 2%. Expuesto de otra forma, la mitad de los animales incluidos en la estadística, 4.732.546, han sido utilizados para ensayos catalogados como moderados o severos. Este hecho contradice el principio de las Tres R “Replace, Reduce, Refine” que tanto pregona la Directiva y que insta no solo a reducir el número de experimentos sino, también, a disminuir al máximo el dolor que  provocan.

Debería existir  un trato especial para los mamíferos superiores que no se ha tenido en uenta. El informe deja claro, a pesar de la protección especial normativa al respecto, el incremento en el uso de perros  (un 29% más) y de primates (un 4% más). En total se ha sometido a experimentación a 17.711 canes y a 8.583 primates más que en 2015. También preocupa el tráfico ilegal que, en teoría figura regulado así mismo por la normativa. Sin embargo, la mayor parte de los primates, más de un 80% de los que son sometidos a ensayos, provienen de Asia y de África. Supone que la inmensa mayoría deriva de centros de cría que no son autorizados ni supervisados por la Unión Europea.

Los animales genéticamente modificados

Por primera vez y por requerimiento, esta estadística incluye los datos concretos de todos aquellos animales que son destinados a mantener y/o aumentar el banco de especies genéticamente modificadas. Aquellas que son inducidas a padecer determinados trastornos o carencias con el fin de poder experimentar con ellas. Los animales usados en este campo superan el millón y medio y de estos, un 16%, manifiestan un fenotipo que les conlleva dolor y patologías desde su nacimiento, y que les expone a un estrés y un sufrimiento continuo hasta que mueren o hasta que los matan por no ser ya “necesarios”.

En resumen, interesa recalcar que todavía un 2% de los animales, en su mayor parte caballos, asnos, ovejas, perros, gatos y primates, son reutilizados en más de un experimento. En Italia la presión de grupos de defensa de los animales, consiguió una nueva prohibición en el año 2017. Desde entonces, un animal sometido a un experimento catalogado como severo no puede ser utilizado de nuevo para ningún otro ensayo. Lamentablemente, España y la Unión Europea andan, todavía, alejados de esta normativa.

Semana de acción en Europa para que cesen los crueles experimentos del Botox.

21 junio 2021

La Farmacopea Europea, que regula los ensayos para los productos de Botox, ya ha habilitado diferentes Métodos Alternativos, no obstante sigue permitiendo la realización de los letales tests LD50. ADDA, como miembro de la ECEAE, pide nuevamente a la autoridad regulatoria competente, la EMA, que elimine los ensayos con ratones.

Comunicado de prensa de Ong ADDA recogido en diferentes medios de comunicación:

Suecia da un paso considerable para poner fin a la experimentación con animales.

El prestigioso Karolinska Institutet hace un estudio de las opiniones de políticos, académicos e investigadores, situando los métodos de ensayo alternativos como única y prometedora vía de fututo para la ciencia.

11 junio 2021

Karolinska Institutet

Es un cambio absoluto de la mentalidad hasta ahora imperante. Un artículo recién publicado que hace una fotografía y que también saca, sus propias conclusiones, claras y evidentes. “La ciencia debe cooperar con las instituciones para validar más rápidamente, y para transmitir la nueva tecnología existente de manera más eficaz, con el fin de avanzar hacia un modelo más ético, preciso e innovador”. Una afirmación que no viene de cualquier institución. Se trata del Karolinska Institutet uno de los principales centros universitarios del mundo en el campo de la medicina. Un complejo situado en Solna, cerca de Estocolmo (Suecia), que apuesta claramente por los métodos alternativos. De hecho, prefiere llamarles “Nuevos Métodos” y cambia también la denominación común del inglés Replacement (reemplazo) por el Placement (colocación). Son indicios más que suficientes para deducir que las conclusiones van dirigidas hacia una nueva ciencia libre de animales, y no solo por una mera sustitución paulatina u ocasional.

Los autores del artículo, Monica Björklund y Mattias Öberg, expertos en sus respectivos campos de la toxicología y comunicación, se basaron en extensas entrevistas a investigadores, académicos, miembros del parlamento sueco, miembros de la industria científica y organizaciones interesadas. En ellas, los políticos animan por un lado a los científicos a colaborar y a entender mejor las reglas de validación de nuevos métodos con el fin de acelerar todo el proceso, y por otro, los científicos, creen que los políticos debieran ser conscientes del poder que poseen para influir en la adopción de nuevas regulaciones e implementarlas. Y los miembros del Parlamento instan a los representantes de la industria a hablar con claridad y a explicar mejor el potencial de los Métodos Alternativos, tanto para el desarrollo de la industria, como para la seguridad, el medio ambiente y la salud humana. 

El objetivo clave que se desprende de las opiniones  de unos y otros, es la cooperación entre todas las partes y el priorizar una mejor comunicación para impulsar definitivamente esa nueva ciencia. Muchos académicos tienen la percepción de hablar únicamente para su propio sector, advirtiendo que las conclusiones de sus investigaciones no llegan, o no son suficientemente claras para los políticos, ni las organizaciones, ni tampoco a los ciudadanos. Recomiendan, en este sentido, once puntos que permitan avanzar hacia un modelo comunicativo que haga comprensibles los nuevos hallazgos y también las necesidades más inminentes. Una de las empresas consultadas, y más ampliamente conocidas, es L’Oréal, que lanza un mensaje claro en este sentido: “Accesibilidad! Los mensajes científicos y técnicos tienen que ser más fácilmente comprensibles para los no expertos. Hay que ayudar al consumidor final a entender la relevancia del proceso”.

Otra de las importantes conclusiones, coincidentes tanto por parte de los entrevistados como los autores, es que hay que dar un paso más allá de la ética. Por supuesto que la experimentación con animales inflige un severo maltrato hacia seres indefensos, pero sobretodo también es inútil desde el punto de vista de la precisión. ¿Cómo se puede deducir lo que afecta y no afecta a los humanos experimentando con especies que, al menos metabólicamente, nada tienen que ver con ellos? Resulta especialmente importante la insistencia en este punto para convencer aquel sector de la Academia y de la ciencia que continua mostrándose reticente a abandonar la inercia metodológica que se ha prolongado durante más de un siglo y que no ha conducido a ninguna parte más que al lucro momentáneo y a un promedio de error del 95% en sus conclusiones. Tanto desde el Parlamento, como desde la Asociación Sueca de la Industria Farmacéutica, se advierte que la precisión, la rapidez y la innovación que supone el desarrollo de las técnicas alternativas han de conducir a futuras e infinitas posibilidades de negocio y de avance científico. En estos términos se expresa uno de los diputados que ha participado en el estudio: “Solo hemos explorado la superficie. Más gente debe abrir sus ojos ante lo que ya es posible actualmente”.

Suecia entre los 5 países líderes.   

Esta publicación  todavía no es un plan de acción concreto, pero sí supone un cambio de paradigma que viene respaldado por la Hoja de Ruta en el campo de la investigación que el gobierno sueco adoptó en diciembre de 2020. Se trata de un acuerdo para el avance científico que afirma lo siguiente: “Suecia puede convertirse en un líder mundial en el campo de los Métodos Alternativos  que pueden contribuir a crear nuevos puestos de trabajo y nuevas empresas. Actualmente ya existe una gran demanda de métodos más baratos, más rápidos y más seguros”.

El país escandinavo entra pues, de esta manera, en el selecto grupo de estados que ya se han comprometido legalmente, de un modo u otro, a avanzar hacia una ciencia innovadora, fiable y libre de animales. El primero fue el Reino Unido en 2015, con un Plan Estratégico elaborado por la agencia Innovative UK, integrada por más de 60 expertos científicos e industriales. En 2016, el Ministro de Agricultura holandés, Martijn Van Dam, dio instrucciones al Comité Nacional para la Protección de los Animales utilizados con Fines Científicos (NCad) para confeccionar un plan gradual de abolición de estas prácticas. Le siguieron, ya en 2020, Estados Unidos, con un Documento de Trabajo iniciado por Andrew Wheeler, presidente de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y finalmente Noruega, que iniciará un estudio público para instituir un Plan de Acción en favor de una futura investigación innovadora y libre de animales. Unas decisiones que quedan todavía, y lamentablemente, muy lejos de lo que es la realidad española.

Referencias:

La Universidad de Verona (Italia), libera de la experimentación a 3 macacos, después de 20 años.

Los tres macacos cautivos han sido liberados y pasarán el resto de sus vidas en el centro de rehabilitación de Semproniano (Toscana).

9 junio 2021

Los macacos durante su traslado al centro de Semproniano (Foto: LAV)

Contemporánea con la Ong ADDA, la LAV (Lega Anti Vivisezione), fundada en 1977 y con sede en la ciudad de Roma, es una de las principales asociaciones italianas que informa de una buena noticia. La Universidad de Verona es la tercera que en los últimos seis años se ha comprometido por escrito a poner punto y final, definitivamente, a las prácticas de experimentación con simios. El compromiso fue firmado entre ambas partes, por el Rector Pier Francesco Nocini y el alcalde Federico Sboarina, que han liderado el proceso por voluntad propia y casi sin intermediarios. La liberación definitiva sucedió a principios de este mes de junio 2021, cuando ellos mismos decidieron otorgar a la LAV la custodia de los tres macacos todavía residentes y enjaulados. Son tres machos, de 3, 4 y 28 años, que han sido sometidos a ensayos cerebrales e implantes dolorosos y que ahora podrán rehacer sus vidas en la semi-libertad que ofrecen las instalaciones de Semproniano, un centro de recuperación de especies exóticas y de fauna salvaje situado entre las colinas y los bosques de la Maremma Toscana, en la provincia de Grosseto. Unas dependencias que acogen actualmente más de un centenar de animales (entre caballos, leones, cerdos, cebras, ovejas, monos, toros y vacas) rescatados de: la cría intensiva, los circos, el tráfico ilegal y ahora, de la vivisección.

Los precedentes

Los tres nuevos residentes liberados se hospedarán ya de manera permanente en un  amplio espacio dotado de refugios interiores y de una vasta extensión al aire libre. Un ambiente que sigue los más altos estándares de calidad a nivel internacional y que se esfuerza en recrear al máximo el hábitat original de procedencia de la especie (Macaca fascicularis) proveniente de los bosques del sud-este asiático y de la Isla Mauricio –la gran exportadora de estos animales-, y en respetar al mismo tiempo las características etológicas, o sea, de comportamiento, que le son comunes. Allí se reunirán con medio centenar de otros congéneres, que, tras su infortunio inicial que  obtuvieron, finalmente,  esta suerte y un respaldo, Porque en septiembre de 2015, y gracias también al empeño e insistencia de la LAV, la Universidad de Módena (en la Emilia-Romaña), cerró su laboratorio de primates y liberó a 16 ejemplares. Y en 2017, las autoridades del Véneto acordaron, por primera vez, el acuerdo con la Universidad de Padua, que acabó con su actividad de la experimentación y que entregó, también, 27 simios al CRASE (Centro de Recuperación de Animales Salvajes y Exóticos) de Semproniano. Unas cifras a las que hay que añadir 9 individuos provenientes del Instituto Superior de Sanidad y un macaco japonés (Macaca fuscata) rescatado hace sólo unas semanas de un particular.

Biología y recuperación

A pesar de la existente legislación al respecto (DIRECTIVA Europea 2010/63/UE y Decreto Legislativo italiano, nº 26, de 4 de marzo de 2014), que dicta claramente que el uso de simios antropoides (chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) para la experimentación está prohibida, y que el sometimiento de los otros primates no humanos está sujeto a restricciones, las condiciones en los laboratorios siguen siendo demasiado crueles. Los macacos son utilizados mayormente para la investigación de afectaciones neuronales o neurodegenerativas. malviven separados, encerrados en pequeñas jaulas, en recintos interiores y apartados por completo del medio natural. Su dieta omnívora (pequeños insectos pero sobretodo frutas, vegetales, cortezas de árboles, semillas, flores u hongos) resultó interrumpida abruptamente, cosa que acarrea daños al metabolismo y que se unen a comportamientos anormales derivados del intenso estrés. Las heridas provenientes de los implantes son notorias, como así lo evidencia las marcas que presenta el macho de 28 años que acaba de llegar desde el laboratorio de Verona. Una recuperación en tales condiciones no es tarea fácil. En Semproniano la llevan a cabo primatólogos y personal veterinario especializado, que aparte de su cuidado,  investigan con el fin de establecer protocolos que permitan otorgar más bienestar a estos desgraciados animales que, afortunadamente, ya volvieron a nacer.

 Un resumen del trabajo bienestarista con los 27 simios que llegaron en el año 2017, puede consultarse en el siguiente artículo publicado este 2021 en la revista Primates:Evaluation of an enrichment programme for a colony of long-tailed macaques(Macaca fascicularis)in a rescue center”. En él se analizan hormonas como el cortisol y se evalúa su evolución. Se observa, también, el comportamiento de los animales; y se concluye, entre otras cosas, que en la rehabilitación más que la alimentación, es el trato especial que reciben del personal, la interacción y las actividades grupales, pues juegan un papel crucial para una nueva vida en plenitud.

Hace falta no olvidar que en Italia quedan todavía otros centros que siguen experimentando con primates. De momento, y a pesar de la insistencia, las Universidades de Turín y Parma no parecen receptivas a dejar de lado los ensayos. Para la LAV y para otras organizaciones como Oltre la Sperimentazione Animale, estos centros son ahora su prioridad. Quizás sea solamente…  una cuestión de tiempo.

Denuncia conjunta presentada por Cruelty Free Internacional y Ong ADDA

12 abril 2021

En la mañana de hoy, 12 de abril de 2021, Cruelty Free internacional y la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal, ADDA miembro de Cruelty Free Europe, han presentado una denuncia contra el laboratorio de Vivotecnia ante la Fiscalía de Madrid por hechos que pueden ser constitutivos de delito de maltrato animal.

Por todo ello pedimos tu colaboración para detener este sufrimiento.


Más información: Cruelty Free International

Menos experimentos, pero más severos, en Flandes

Los datos de 2019, como en el caso de España, muestran un incremento de aquellas pruebas que causan dolor grave a los animales

10 febrero 2021

J. G. Se han hecho públicas las estadísticas respectivas al año 2019 sobre la experimentación en Flandes. Por estas fechas, todos los estados europeos, incluído España (que las publicó a primeros de diciembre), tienen la obligación de reportar dichos datos al respecto. Se trata de un censo que proviene de las cifras que deben aportar, conforme a lo dispuesto en la ley, las empresas involucradas en proyectos de investigación que hayan realizado sus tests en animales.

Los datos de Flandes, que nos proporciona GAIA, la organización que, como ADDA, es miembro de Cruelty Free Europe (uno de los principales lobbys europeos contrarios al uso de animales en experimentación), son relevantes por la preocupación que causan, más si sumamos su parecido en determinados aspectos negativos con los que hizo públicos hace dos meses el Gobierno Español. El Ministerio de Medio Ambiente de la región neerlandesa los publicitaba por la ligera bajada en el número total de tests, como un logro político: ha habido 253.433 en 2019, en comparación con los 262.479 de 2018. Sin embargo, las pruebas que provocan un sufrimiento severo a las distintas especies utilizadas crecieron en número y pasaron de las 37.271 de 2018 a las 37.604 de 2019, (en España estos mismos números también aumentaron y pasaron de los 52.818 tests severos de 2018 a los 60.162 de 2019). GAIA, por medio de su responsable, Michael Vandenbosch, insistía en que reducir este tipo de pruebas debiera ser una prioridad, especialmente si tenemos en consideración que Bélgica ocupa, según la última estadística europea vigente (2015-2017) el quinto puesto en el ranking de estados que practican más experimentos que comportan un dolor agudo. La ONG, con sede en el centro de Bruselas, desmiente de esta forma los logros del gobierno y recalca que en cualquier caso la bajada en la cifra total de tests no es fruto de ninguna política estructural, sino más bien del fin de uno u otro proyecto concreto.

Animales perjudicados

La estadística, a la que hacemos referencia sobre todo para poder establecer esta comparación con los datos españoles (un reporte que podéis encontrar en este mismo blog), muestra también claramente como el número de experimentos ha crecido y damnificado especialmente algunos animales. El aumento más llamativo, es el del uso de gatos para pruebas, de los 19 usados en 2018 se ha pasado a los 206 en 2019. También ha subido la utilización de primates (de 5 a 7), de hámsters (195 en 2018 en comparación con los 396 de 2019) y de ovejas (498 involucradas en 2019 por las 427 de 2018). Y otro dato preocupante: como en el estado español, se han duplicado las pruebas destinadas a comprobar la viabilidad de las condiciones de cría intensiva en granjas. Se ha pasado de los 503 experimentos de 2018 a los 1.182 de 2019. Una tendencia que va más allá de la materia concreta y que evidencia que el modelo de ganadería industrial en Europa tampoco parece que vaya a cambiar a corto plazo. 

Soluciones propuestas

Frente a la situación expuesta, GAIA insiste en que el Gobierno no ha llevado a cabo todavía ningún plan estructural, como así se requería, para resolver un problema que es de ética, como venimos remarcando, pero también de salud pública. La organización propone, entre otras, dos medidas principales para intentar aportar soluciones inmediatas. La primera pasa por tasar con un impuesto los tests en animales para penalizar de algún modo dicha práctica e invertir después el dinero recaudado en proyectos de investigación de nuevos métodos alternativos. En segundo lugar, insta al Gobierno a comprometerse en reducir un 10% anualmente el número de experimentos. Un comité formado por políticos, científicos y activistas, debería decidir después la mejor manera de llegar a ese objetivo.     

Referencias:

España: continúan las pruebas de pirógenos y aumentan los daños severos en los experimentos con animales (14/12/2020)

Hace falta invertir en métodos de investigación sin animales para acelerar el descubrimiento de tratamientos y vacunas contra el virus SARS COVID-19 y otras patologías

La ONG Animal Defenders International, con sede en Londres, ha elaborado una carta avalada por un centenar de expertos en la materia y dirigida a la Organización Mundial de la Salud, a gobiernos estatales, y también a investigadores, empresas y organismos financieros del sector. El texto insta a abandonar la ineficacia y la crueldad de las pruebas científicas realizadas con animales para descubrir tratamientos de enfermedades y a invertir mucho más en los múltiples métodos biotecnológicos de investigación ya existentes, unos métodos que conllevan una fiabilidad mucho mayor pero también unos costes iniciales destacables. La carta fue publicada en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud, el pasado 18 de mayo, y ya ha sido firmada por más de 51.000 personas.

Las últimas estimaciones calculan que cada año se utilizan en Europa 11 millones de animales para los diversos procesos que conlleva la experimentación. A nivel mundial esta cifra se eleva hasta los 192 millones. La eclosión del nuevo virus, COVID-19, a escala planetaria, ha acelerado la rueda de financiación y colaboración entre científicos, empresas y gobiernos de todo el mundo para tratar de encontrar una vacuna o un tratamiento adecuado al patógeno. Lo cierto, es que la mayoría de estas investigaciones siguen utilizando los animales y los inducen a la muerte o peor aún, los someten a dolores persistentes, sufrimiento y en general a unas condiciones de cría, transporte y estancia absolutamente contrarias a su bienestar. Todo ello a pesar de que la última directiva europea en la materia (2010/63 / EU «Protección de los animales utilizados para fines científicos«) obligue al contrario, y a pesar de que el Artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión estipule claramente que «el bienestar de los animales es un valor consagrado de la institución «.

En la investigación contra este nuevo tipo de Coronavirus, lejos de huir de la tendencia, se están utilizando sobre todo ratones, hurones, cobayas, cerdos, gatos y varios tipos de primates, mayoritariamente en laboratorios del Reino Unido, los Estados Unidos, los Países Bajos, China o Australia. Varios estudios han demostrado que a pesar de la alta similitud entre el sistema genético de ciertos animales y el sistema genético humano, factor que es empleado generalmente para justificar esta práctica, el metabolismo no sólo es absolutamente dispar entre especies sino que además varía de manera notoria también entre individuos. Dicho de otro modo, el hecho de que una sustancia actúe de igual forma en animales y en personas no debería atribuirse a una constatación empírica, sino más bien a una casualidad. La carta pone como ejemplo el caso de los ratones, que tienen un sistema respiratorio diferente y unos receptores celulares distintos de los que utiliza el virus para infectar a los seres humanos. En lugar de descartar el poco rigor pues, y empujados sobre todo por el negocio circular suculento que gira desde hace más de medio siglo entorno a los animales, los «investigadores» tratan de humanizar a los ratones para asegurarse de que contraen y desarrollan el virus de la misma manera que lo hacen las personas.

Durante esta larga etapa en la historia de la investigación, más de un 90% de los fármacos identificados como positivos en animales han resultado ser absolutamente ineficaces o contraproducentes para las personas. Sin embargo la delegación de la Organización Mundial de la Salud en China avisa que aún hay que encontrar el animal ideal para investigar patógenos y vías de transmisión y para ensayar terapias antivirales y vacunas. Este hecho evidentemente estimula aún más la inercia de esta ciencia lenta y de muy cuestionable fiabilidad y la incentiva en la búsqueda de este modelo «de animal ideal» en lugar de dejar paso a los nuevos métodos biotecnológicos que poco a poco, pero con algunos obstáculos, van ganando peso.

Estas nuevas posibilidades, que reducen el tiempo de investigación y aumentan de manera notoria la rigurosidad, necesitan sin embargo altas fuentes de financiación y apoyo para poder progresar. Entre ellas hay modelos matemáticos de transmisión y tamaño de la epidemia, el uso de cultivos de fluidos pulmonares para estudiar el genoma del virus, muestras de biopsia de pacientes para investigar el daño provocado en el tejido pulmonar, modelos de inteligencia artificial que podrían proyectar tratamientos, órganos humanos en chips que emulan la infección para el descubrimiento de fármacos, organoides desarrollados a partir de células madre, modelos de células in vitro en 3D y tratamientos con anticuerpos generados por personas que ya han superado el virus.

En un movimiento para acelerar el proceso la Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos ICMRA informó durante este tiempo de confinamiento que, en el caso exclusivo del nuevo SARS COVID-19 no hará falta probar la efectividad de las vacunas en animales antes de proceder a los ensayos clínicos en humanos. No obstante, los tests seguirán siendo requisitos indispensables antes de que ninguna vacuna o tratamiento se pueda empezar a comercializar, con el perjuicio que esto seguirá implicando para millones de animales en todo el mundo.

JAN CREAM (Presidenta de Animal Defenders International): «Hay una necesidad urgente de abordar y tratar la COVID-19 y otras enfermedades humanas con una ciencia mejor y más rápida. Para proporcionar tratamientos más seguros y efectivos para ayudar a las personas necesitamos alejarnos de la investigación con animales y adoptar métodos científicos avanzados y fiables, más relevantes para los humanos «.

Dr. ARYAN TAVAKKOLI (neumólogo MRCP FRACP): «Con métodos increíblemente sofisticados, como los modelos de pulmón humano disponibles, es vital que los recursos y el tiempo vayan destinados a estos métodos para encontrar tratamientos y una vacuna para este virus potencialmente mortal«. (14 mayo 2020)