Europa pone rumbo a frenar la experimentación

Empiezan los debates para diseñar un plan concreto que reduzca los ensayos animales en las pruebas para químicos.

22 junio 2024

La Iniciativa Ciudadana Europea “Save Cruelty Free Cosmetics”, en la cual participó ADDA y muchas otras organizaciones a nivel europeo, culminó con un acuerdo y compromiso que se adoptó ya hace un año (el 25 de julio). La Comisión Europea, en respuesta a las demandas de los grupos que impulsaron la campaña, entre ellos la European Coalition to End Animal Experiments (ECEAE) y Cruelty Free Europe, acordó avanzar en ciertos puntos muy concretos. Uno de ellos, el segundo, establece que la institución va a trabajar con las partes involucradas para elaborar un plan extenso de medidas que reduzcan y eliminen, finalmente, los ensayos con animales en las pruebas de regulación de químicos. Este mapa, con acciones y objetivos específicos, debería de estar listo a lo largo de la primera etapa de la presente legislatura (entre final de 2025 e inicios de 2026).

Primera mesa redonda

Para esbozar esta hoja de ruta se agendaron dos talleres promovidos por la Comisión. El primero tuvo lugar en diciembre (días 11 y 12), con el compromiso de un informe para el mes de junio, aún pendiente. El segundo será ya el próximo otoño, el 25 de octubre. Las reuniones en las que participan los actores vinculados con la experimentación, intentan avanzar conjuntamente en nuevas metas y propuestas colectivas, que tendrían que plasmarse en el reglamento final.

Mientras tanto, y a modo de complemento, 5 grandes entidades, Humane Society International, PETA, Eurogroup for Animals y las dos ya citadas a las cuales pertenece Ong ADDA: Cruelty Free Europe y European Coalition to End Animal Experiments (ECEAE) organizaron el martes, 18 de junio, una mesa redonda en Bruselas. El evento, en el cual intervinieron las compañeras francesas del Comité Scientifique Pro Anima, Emeline Gougeon y Lilas Courtot, reunió a expertos de las distintas instituciones, de la industria, y de colectivos centrados en aspectos de salud humana, la defensa de los animales y la protección medioambiental. Participaron, entre otros, representantes de algunos organismos relevantes como la EMA (la Agencia Europea del Medicamento), la ECHA (o Agencia Europea de Químicos), la EPAA (European Partnership for Alternative Approaches to Animal Testing, un consorcio entre la industria y las autoridades), ministros de medio ambiente como Leonore Gewessler, de Austria, o  el Joint Research Center (el centro de referencia de la Unión en Investigación). Se expusieron los progresos y bloqueos que entraña la situación reguladora y se discutieron ideas para empujar un plan más vigoroso, en aquello que concierne a la reducción paulatina de animales.

Los impulsores del acto redactaran un informe más concreto de los puntos consensuados. Las propuestas detalladas, han de servir como ayuda en el proceso que lidera la Comisión Europea. Está previsto que en el mes de octubre, a más tardar, debe estar listo el documento para que pueda ser tomado en consideración en la reunión prevista para el 2025.

Los campos concretos

La Comisión Europea ha definido las áreas legislativas en las cuales deberá incidir el plan de acción, que son susceptibles a los cambios y que tendrán que incorporar alternativas y reducir animales. Se encuentran enumeradas con la agencia o entidad que los gestiona:

  • Sustancias químicas registradas en el Reglamento REACH (ECHA)
  • Biocidas (ECHA)
  • Pesticidas (EFSA)
  • Agentes de mejora de los alimentos: aditivos alimentarios, enzimas alimentarias y aromatizantes (EFSA)
  • Químicos usados en contacto con los alimentos (EFSA)
  • Aditivos para piensos (EFSA)
  • Medicinas humanas (EMA)
  • Medicinas veterinarias (EMA)
  • Aparatos médicos
  • Químicos usados en materiales/productos en contacto con el agua de bebida (ECHA)
  • Químicos utilizados en la nutrición humana (EFSA)
  • Detergentes
  • Clasificación, etiquetaje y empaquetado de químicos (ECHA)
  • Legislación de agua y residuos (se identificarán las sustancias prioritarias)

Un gran paso

Proponer de eliminar, a largo plazo todavía, el empleo de animales en ensayos muy severos, como son las pruebas de toxicidad, era impensable hace unos años. Los químicos representan solamente una parte de los tests que se realizan, pero tienen mucha fuerza e influyen en más acciones. A un nivel más transversal la Comisión trabaja junto con la EPAA (European Partnership for Alternative Approaches to Animal Testing), solicitando un nuevo plan de alternativas a la ERA (European Research Area), incluyendo los avances NO animales en el Plan Horizon Europe 2025-2027, el programa más robusto para financiar nuevos proyectos de investigación.

El camino está trazado. El Parlamento se encuentra en vías de formación y se espera ahora que los cambios de colores de partidos, no trastoquen los objetivos que la ECI, y las numerosas reivindicaciones que la han precedido, han logrado conseguir. 

Enlaces de interés:

Sentencia histórica en Estados Unidos por maltrato animal contra una compañía que criaba perros para experimentación

La investigación encubierta de PETA alertó al gobierno, que encontró más de 70 delitos tras las inspecciones.

13 junio 2024

En 2021, una operación de rescate sin precedentes en Estados Unidos puso fin a las prácticas abusivas de Envigo RMS LLC., una empresa que criaba perros beagles para su uso en experimentación animal. La intervención conjunta de PETA y el Departamento de Justicia reveló las condiciones deplorables en las que vivían miles de estos animales, lo que ha culminado en una sentencia histórica y una multa millonaria.

Envigo RMS es una compañía dedicada a la cría y suministro de animales para la investigación científica. Con sede en Cumberland, Virginia, Envigo se especializa en criar beagles, una raza frecuentemente utilizada en experimentación debido a su tamaño y temperamento dócil. La empresa privada, con más de 20 instalaciones entre América del Norte y Europa, se había establecido como un proveedor clave en el sector de la investigación biomédica, abasteciendo a laboratorios y universidades en todo el mundo.

Cronología de la denuncia

En 2021, PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) comenzó a investigar las operaciones de Envigo tras recibir denuncias sobre el maltrato y las condiciones insalubres en las que vivían los beagles. Las investigaciones de PETA descubrieron que los perros sufrían de negligencia extrema, maltrato físico, falta de atención médica adecuada y condiciones de vida deplorables. Los informes detallaban que los perros estaban hacinados, malnutridos y, en muchos casos, enfermos o heridos sin recibir tratamiento.

A raíz de estos hallazgos, PETA presentó una denuncia formal que llevó al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Agencia de Protección Ambiental a intervenir en 2022. Las autoridades federales realizaron varias inspecciones en las instalaciones de Envigo, confirmando las acusaciones de PETA. Las inspecciones revelaron que los perros no solo estaban en condiciones inadecuadas, sino que también se encontraron pruebas de prácticas crueles y negligentes que contravenían las leyes estatales de bienestar animal y vertidos ilegales de los desechos de la instalación a un arroyo cercano.

En mayo de 2022, el Departamento de Justicia presentó una demanda contra Envigo, exigiendo el cese inmediato de sus operaciones y la entrega de todos los animales bajo su cuidado. La intervención resultó en el rescate de más de 4.000 beagles, que fueron trasladados a diversos refugios y organizaciones de bienestar animal para su rehabilitación y posterior adopción. Este rescate masivo fue el mayor en la historia de los Estados Unidos en términos de número de perros rescatados de una sola instalación.

Multa de 32 millones de euros

Ahora, en 2024, la justicia estadounidense ha dictado una sentencia histórica contra Envigo RMS y la compañía ha sido multada con 35 millones de dólares (aproximadamente 32 millones de euros). Según el acuerdo alcanzado, Envigo deberá pagar una multa penal de 22 millones de dólares; la mitad de esa suma corresponde a violaciones a las leyes de bienestar animal y al maltrato sistemático de los beagles bajo su cuidado. La otra mitad de la multa es por haber violado gravemente la Ley de Agua Limpia (CWA, por sus siglas en inglés) al arrojar desechos y excrementos a un arroyo cercano a sus instalaciones en Virginia.

Además de la multa penal, la empresa Inotiv, que adquirió Envigo, deberá pagar otros 13 millones de dólares para cubrir varios costes: restaurar el daño ambiental causado por las instalaciones cerradas de Envigo, compensar a la Humane Society of the United States, que coordinó la adopción de los beagles confiscados, y mejorar y actualizar las instalaciones restantes de Envigo en Estados Unidos, aunque la sentencia también les prohíbe volver a criar o vender perros en el futuro . Cabe señalar que la compañía matriz, Inotiv, con presencia en Estados Unidos, Italia, Países Bajos e Inglaterra, sigue siendo proveedora de animales para experimentación en todo el mundo.

A pesar de que la multa de 35 millones de dólares impuesta a Envigo representa un hito en la aplicación de la legislación de bienestar animal, la historia de esta empresa deja un regusto amargo para los activistas y juristas implicados en el caso. Los registros muestran que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, responsable de monitorear y hacer cumplir la Ley de Bienestar Animal (AWA), emitió más de 60 citaciones a las instalaciones de Envigo entre julio de 2021 y mayo de 2022, sin tomar ninguna medida de cumplimiento. Esto permitió que la empresa continuara operando a pesar de su historial, lo cual debería haber resultado en la revocación permanente de su licencia por parte del Departamento de Agricultura. Fue necesaria la intervención del Departamento de Justicia tras la insistencia de PETA y otras entidades de protección animal para que finalmente fueran confiscados los miles de beagles y detener las graves infracciones cometidas por Envigo RMS.

Mientras tanto, los 5.000 beagles rescatados continúan su proceso de rehabilitación y la mayoría ha encontrado nuevos hogares gracias a los esfuerzos de adopción coordinados. Entre los adoptantes se encuentran Meghan Markle y el príncipe Harry, quienes acogieron a una perra de 7 años llamada Mamma Mia. Esta beagle había sido utilizada como reproductora durante toda su vida en las instalaciones de Envigo.

Fuente de información: 20minutos

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