El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 abrirá un concurso anual con dotaciones de 60.000 y 40.000 euros.
15 enero 2023
J. G.- En contraste con lo que ya aplican los Gobiernos en otros países miembros de la U.E, o de aquello que, en Italia especialmente, se fomenta desde algunas universidades, en un marco general comunitario cada vez más favorable al reemplazo y a la innovación, no existía todavía en España ninguna herramienta para difundir los métodos sin animales empleados para la investigación. Dicha circunstancia acaba de cambiar. Lo hace en forma reducida si lo comparamos con lo que ya existe en otros sitios, pero significa un paso enorme si se tiene en perspectiva que es pionero y que abre alentadoras esperanzas para una fructífera futura multiplicación.
El 23 de diciembre, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, aprobó la Orden DSA/1360/2022, por la cual se establecen las bases reguladoras de estos nuevos galardones destinados a reconocer a los proyectos más innovadores en experimentación alternativa. Un edicto publicado el 6 de enero en el BOE, el Boletín Oficial del Estado que entró ya en vigor y por lo tanto rige desde el día 7 del presente mes.
Dotación y bases
Sin fecha concreta todavía para este concurso público que se financiará a partir de fondos derivados de los Presupuestos Generales del Estado, debe publicarse durante este nuevo año, la convocatoria que será la primera, se publicitará por diferentes medios y se podrá consultar a través de la sede digital del Ministerio. Podrán presentarse tanto las empresas como las personas, que ya estén desarrollando o hayan concluido un plan innovador y eficiente de investigación alternativo. Un proyecto que ha de ser totalmente sin animales, o que de manera especial, cuente con un diseño preciso para reducir su número y su sufrimiento. La filosofía pues se enmarca en el famoso principio de las Tres Erres (Replace, Reduce, Refine: Reemplazar, Reducir y Refinar) formulado en 1959 por los biólogos ingleses William Russel y Rex Burch en su libro “The Principle of Humane Experimental Technique”. Una máxima erigida como base de las distintas reclamaciones y plasmada en las recientes leyes redactadas como la que rige en la materia a nivel europeo, la Directiva 2010/63/UE, relativa a la protección de los animales utilizados para fines científicos.
Mediante un jurado presidido por el titular de la Dirección General de los Derechos de los Animales, e integrado por tres profesores universitarios de comprobado prestigio y distinguido en el ámbito de la investigación, se valorarán en igualdad de condiciones las propuestas recibidas. De esta deliberación saldrá un primer premio dotado con 60.000 euros, un segundo de 40.000 y algunas menciones honoríficas, si es necesario, para poner de relieve el mérito de los planteamientos de otros concursantes que, no obstante, no serán retribuidos. El jurado, asimismo, guarda la capacidad de declarar desierto el galardón y también de designar a más de un proyecto para alguna de las dotaciones. La entrega tendrá lugar en una gala presencial organizada y difundida por el mismo ente administrativo.
Sistema de puntuación
Quienes opten tendrán tiempo suficiente, tres meses exactos a partir de la publicación del premio, para presentar los documentos requeridos: la solicitud de la inscripción cumplimentada, el currículo profesional en formato europeo, y la memoria explicativa del proyecto, que ha de incluir resumen, objetivos, metodología, experiencia de los investigadores y también aquellos documentos relativos que se consideren de interés. Se ponderará con mayor nota, 30 puntos, el impacto que tendrá la nueva práctica para el reemplazo (20 puntos), el refinamiento (5) y la reducción (5). También se valorará la innovación que aporte (25 puntos), la viabilidad y aplicabilidad del nuevo método alternativo (20), la calidad científico-técnica del mismo (15), y la experiencia del solicitante o del equipo de investigación (10). Cabe hacer memoria que en España cada año se usan más de 800.000 animales, entre los cuales roedores, peces, gatos, perros, conejos, cobayas, monos o hurones, en experimentación regulatoria de productos comerciales, o para indagar comportamientos, medicinas, armas o algunas enfermedades. El fomento de los métodos alternativos, como lo son organoides, órganos en chip, cultivos celulares o modelos computacionales, ya muy avanzados pero aún muy poco conocidos, es crucial para frenar la inercia secular del uso innecesario de otros seres en ensayos que provocan un gran sufrimiento y también lo es para el progreso de la ciencia y la mejora en la salud humana.
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