Los estudiantes piden evitar el uso de animales si no es imprescindible, limitar su utilización en el ámbito académico y evitar sus sufrimientos
14 diciembre 2022
No experimentar con los animales si no es necesario, aunque sea con fines académicos. Es la queja de algunos de los estudiantes del Máster en Ecofisiología, Ecología y Etología de la Universidad de Estrasburgo, que se han negado a realizar trabajos prácticos con hámsteres en este primer trimestre. Todos ellos alegan razones éticas.
El detonante fue una de las prácticas, programa para el 8 de septiembre. Esta consistía en colocar una sonda en el abdomen de los hámsteres para poder registrar la temperatura de forma continua. “Tuvimos que rasurar y desinfectar al animal, el encargado hizo la incisión, luego instalamos el sensor, cosimos la carne y colocamos las grapas”, explica a Le Monde uno de los estudiantes.
“Seis semanas después, los hámsteres se asfixian con CO2. Los abrimos, recuperamos las sondas para obtener los datos, pesamos los testículos y tomamos el tejido adiposo pardo que analizaremos durante otros dos TP haciendo PCR. Pero no hicimos nada de eso: el responsable se negó a dejarnos continuar si no habíamos puesto las sondas”, sigue otro de los alumnos implicados.
En concreto, siete de los veintidós inscritos no quisieron completar el trabajo de ecofisiología. Alegaban razones éticas, que no fueron atendidas por el profesor, que de inmediato les anunció que, si no realizaban la práctica, suspenderían esa parte de la asignatura.
Los alumnos piden aplicar la ‘regla de las tres r’: reemplazar, reducir, refinar. En otras palabras, evitar el uso de animales si no es imprescindible, limitar su utilización en el ámbito académico y evitar sus sufrimientos. Ellos creen que matar un hámster “no se justifica por consideraciones científicas”.
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Fuente de informació: La Vanguardia